Un futuro más brillante 2: Retribución

Capítulo 16: La suerte de Loki

Hola a todos. ¡Espero que todos hayan tenido un Año Nuevo maravilloso!

Ahora que entramos en el Año Nuevo, concluiremos esta parte de la historia y pasaremos al siguiente arco. Y una advertencia de limón.

Espero que todos disfruten.

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Danmachi ni de los personajes.

Aki decidió caminar por un área familiar, con la esperanza de encontrarse nuevamente con el joven y disculparse un poco por su actitud ese día. Una parte de ella se sintió mal por la forma en que actuó con él al principio, pero parecía que las intenciones del hombre no eran maliciosas. También ayuda que el hombre entendiera por lo que ella está pasando, aunque esas palabras fueran pocas.

"Pareces perdido".

Se voltió y vio al mismo hombre que conoció ayer. Tenía una sonrisa amistosa "¿Necesitas ayuda?"

Tenía una sonrisa de disculpa. "En realidad, quería verte y disculparme por mi comportamiento".

Sacudió las manos "Tonterías. No hiciste nada malo. El dolor nos supera, pero no pasó nada ofensivo en absoluto".

Ella todavía sonrió y respondió: "Quería agradecerte por hablar conmigo y me hizo reflexionar sobre lo que dijiste. Me doy cuenta de que Raúl no quiere que siga deprimida y solo viva para él".

"Me alegro de ser de ayuda".

Ella todavía quería compensarlo y preguntó: "Escucha... umm... quería ver si querías comer algo".

Levantó una ceja y sonrió "Por supuesto, Aki".

"Gracias, Vittereux".

Ambos caminaron y encontraron un vendedor que vendía giroscopios. Cada uno pidió dos de ellos y comenzaron a comer.

"Entonces dime, ¿cuál es tu ocupación si no te importa responder?"

Tragó saliva: "Soy un corredor. Aunque me aventure un poco, soy principalmente un corredor".

Por la ropa que vestía, tenía sentido "Ya veo. ¿Encontraste lo que estabas buscando?"

Él asintió con la cabeza "Solo esperando a la persona en cuestión y luego podemos comenzar el negocio. Sin embargo, podría llevar un poco más de tiempo. Viajar hacia Orario no es una tarea simple".

"No. Nunca es fácil. Las carreteras a veces tienen problemas. De monstruos a bandidos, incluso el clima puede ser implacable".

Estuvo de acuerdo en ese extremo "Sí. Tuve que tratar con algunos de ellos personalmente, pero nada que pueda manejar".

Ella sonrió de una manera aliviada.

Luego cambió de tema: "Por cierto, he oído hablar de un hombre llamado Belerofonte. ¿Alguna idea de quién es y dónde está? Quiero conocer al hombre que cambió las cosas aquí". Luego fue a tomar otro bocado.

"Sí. Él es un hombre mayor que ha estado ayudando a la gente en Daedelus Street".

"Parece un buen hombre".

"Él es...." Sonaba un poco amargada.

Él notó su vacilación. "Algo parece hacer que tu respuesta sea muy contundente".

Dejó su comida y respondió: "Solo que hizo una promesa de que encontrará al responsable y hará todos sus recursos y esfuerzos para hacerlo".

Él la miró. "Ya veo... y tu confianza en él todavía está en duda".