Un futuro más brillante 2: Retribución

Capítulo 28 El placer del conejo

Hola a todos. ¿Cómo estás?

Sí, hice una actualización sobre este capítulo y estamos cerca de concluirlo. En primer lugar, agradecería a quienes siguen esta historia. Gracias a ti, puedo seguir adelante para terminarlo.

En segundo lugar, tengo que decir que este capítulo es bastante... picante. Así que puse advertencias para que puedas omitirlas.

Nos quedan al menos dos capítulos más antes del final de esta historia. Así que espero que todos lo disfruten.

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Danmachi ni de los personajes.

Ais estaba acostada en la cama, sintiéndose aliviada de que todo hubiera terminado. Estaba entristecida por las pocas muertes de su lado, pero detener a Evilus en seco lo compensó. La misión fue un éxito al evitar un mayor recuento de muertes y descubrir posiblemente más en otros lugares dentro de la Mazmorra.

Ella está tratando de encontrar una manera de contarle a Bell lo que le sucedió en el laboratorio. Quería hablar de esta mujer llamada Revis, con quien se topó porque querían conocerse. Su cara se puso un poco roja porque Revis quería "divertirse un poco" con ella y Bell.

Ella ya comparte con otras chicas, pero ésta quería algo más que él. Ella también la quería a ella y a su madre. Sin embargo, se preguntó si su madre todavía está viva o si siquiera la recuerda. Todavía recuerda cómo en el sueño el gran dragón se abalanzó sobre ella y la arrebató.

Sabía que tenía que hacerse más fuerte para salvar a su madre. Deseó haber podido hablar con cualquier miembro de Zeus o Hera familia para obtener información. Cualquier detalle de lo que salió mal o algún miembro dispuesto a tener una idea exacta de qué tan fuerte es. Sin embargo, todos se han ido. O muerto por el dragón, exiliado o muerto hace 7 años.

Tal vez podría pedirle al Gremio algún detalle. Quizás lo sepan.

Por ahora descansará.

Se estiró por un momento y sus pensamientos se preguntaron qué estará haciendo Bell ahora.

Lugar de apartamento

Bell estaba sentada en un sofá, mientras besaba a Rose en los labios. Él estaba agarrando sus caderas mientras ella saltaba, con solo su camisa blanca abotonada abierta, mostrando sus pechos saltando.

Sus ojos dorados se abrieron después de que terminó el beso y gimió en voz alta "¡Más, más!"

"Qué hermosa..." Observó cómo sus pechos rebotaban y luego los agarró y los apretó.

"Bell~" Ella seguía rebotando más y más. Ella quería su semilla. Ella deseaba ser criada. Sintió la boca de Bell en su pezón derecho. "Chúpalo más fuerte ~"

Él obedece y chupa su pezón rosado, mientras le masajea el trasero. Él lo chupa con más fuerza, tirando de él y haciéndola aullar. Movió sus caderas cada vez más rápido.

"¡Sí, eso es Bell! ¡Eso es, mi conejo! ¡Críame! ¡Críame!"

Él sonrió, sabiendo lo potente que es según una prueba que realizó con Naaza. De ahí la protección para sus amantes, salvo para las diosas. Siguió moviéndose cada vez más rápido. "Rose... se va a correr".

"¡Sí, Bell! ¡Dentro de mí! ¡Críame!"

La golpeó un par de veces, antes de liberarse dentro de ella. Chorro tras chorro entró en su útero.