Tentemos A La Suerte |#1|

Capítulo 52

Los labios de Robert eran deliciosos, carnosos y suaves, eso hacía que me gustará tanto besarlo. Seguimos allí quietos, besándonos, yo sentada sobre él y él con sus manos paseando de mis caderas a mi trasero.

Ya una vez él me había hecho ver las estrellas de placer, pero en esta ocasión, quería ser yo quién lo hiciera temblar, no tenía nada de experiencia previa, pero esperaba que la teoría adquirida por medio literario y audiovisual fuera suficiente, así que con mis manos sobre sus hombros, me apoye ligeramente y comencé a mover las caderas levemente, dibujando pequeños círculos, Robert dejó mis labios dirigiéndose a mi cuello donde comenzó a darme húmedos besos y mordiscos, aumenté el ritmo del movimiento y él me chupó y mordió el cuello con más fuerza, pero luego me tomó de las caderas deteniéndome.

-Por favor, no lo hagas -me pidió dejando mi cuello para darme besos en las mejillas, pero yo continúe a pesar de ello, entonces afianzó más su agarre. -Mack no, no podré controlarme si sigues así.

Y vaya que podía notarlo, bajé una de mis manos hasta su entrepierna para sentirlo. -Se que lo quieres Robert... -comencé a acariciarlo, acerqué mis labios a su oreja y le susurré. - Y yo también lo quiero.

Esas palabras detonaron algo en Robert, pues sus manos se dirigieron a mi cintura, luego más arriba hasta acariciar mis pechos y unió sus labios con los míos, continúe acariciándolo, entonces me mordió el labio inferior reteniendo un gemido, lo solté para llevar mis manos a su pecho, hombros y bajando hasta sus antebrazos dónde lo tomé con fuerza para que me soltara y lo empujé hasta lograr que se acostara, retuve sus manos a ambos lados de su cabeza, profundice más el beso y reanude el movimiento de mis caderas, al sentir su necesidad por tocarme sonreí, comencé a bajar mis besos por su mentón, cuello, el pecho, el abdomen hasta llegar al borde de sus boxers, allí jugué con el elástico hasta que decidí bajarlo dejándolo salir.

-¡Mack! -soltó alarmado e intentó levantarse, pero rápidamente coloqué mis manos en su pecho haciendo que se recueste de nuevo.

-Relajate Robert, olvídate de todo a tu alrededor. -dije bajando nuevamente, me puse de rodillas entre sus piernas.

Admito que la vista que tenía era impresionante, pues no esperaba que tuviera ese tamaño.

«Ya estamos aquí, ánimo Mack, haber leído tantas novelitas ficticias sobre famosos hechas por fans debe servir de algo»

Lo tomé con una mano y reanude el movimiento, acariciándolo de arriba a abajo, por motivos que no lograba comprender la boca se me había hecho agua así que acumulé un poco de mi saliva y justo cuando Robert levantó su cabeza para verme dejé caer la gota sobre toda la punta para lubricarlo, continué acariciándolo, masturbándolo, acerqué mi boca, saqué la lengua y lo lamí desde la base hasta la punta, lo hice varias veces hasta que me detuve en la punta, la bese, la lamí y entonces lo metí en mi boca provocando un gran escalofrío el Robert.

-Mack... -soltó en un suspiro mirándome.

Inicié un vaivén subiendo y bajando mi cabeza, metiéndolo en mi boca, Robert dejó caer su cabeza hacia atrás entregándose a las sensaciones, continué chupándolo mientras lo masturbaba con mi mano, no sabía porqué, pero me estaba gustando demasiado hacer aquello y, aunque me resultaba un poco extraño, me gustaba su sabor. Me entregué a mi tarea, pues me gustaba hacerlo, sobre todo cuando comencé a sentir como le temblaban las piernas a Robert y como se agitaba su respiración, también dejaba salir algunos gruñidos y gemidos, decidí aumentar el ritmo llevándolo más profundo en mi garganta, entonces Robert colocó sus manos sobre mi cabeza haciéndome presión, entrando más profundo en mi garganta, al principio me puse nerviosa, pero me controlé dejándolo entrar profundamente en mí, moví mi lengua un poco, a él se le tensaron los músculos y entonces sucedió, se corrió en mi garganta descargando todo lo que tenía, cerré mis ojos, al principio preocupada por no poder contenerlo, pero hice un esfuerzo y logré tragarmelo todo. Cuando apartó sus manos de mi cabeza acariciándome el cabello, lo saqué de mi boca, él tomó asiento para mirarme, yo le sonreí y abrí mi boca y saqué mi lengua, él comprendió y sonrió sin poder creerlo.