Capítulo 54

323 15 2
                                    

Los paramédicos nos evaluaron a Robert, Denis, Jack y a mí para ver si teníamos alguna herida de gravedad, Robert y Jack, a pesar de que ambos fueron golpeados en la cabeza y terminaron con algunos rasguños y golpes, se encontraban bastante bien, pero de muy malhumor, Denis, por otra parte, tenía muchos golpes en el cuerpo y una quemadura en la mejilla, pero eso no se comparaba al shock y al trauma que se veía en sus ojos, debió revivir los peores recuerdos y temores de su infancia y a saber qué más le habrá hecho o dicho esa horrible mujer mientras lo tenía cautivo. Gia lo abrazaba con cuidado de no herirlo y de no asustarlo mientras este recostaba su cabeza en el pecho de ella, oportunidad que Gia aprovechó para acariciarle el cabello con delicadeza. Por mi parte me había fisurado dos costillas a rodillazos, pero por suerte no fue tan grave como era de esperarse, me colocaron algunas vendas en forma de faja para evitar que mis costillas se lastimaran aún más o terminaran de romperse, mientras el paramédico terminaba de darme algunas instrucciones Robert se acercó a mí, al quedar solos me tomó de las manos y depositó un beso en mi frente.

-No debiste involucrarte, Dios... -Apretó sus labios dibujando una fina línea. - Si tan solo te hubiera ignorado, si hubiese hecho de lado todo lo que provocaste en mi, de no haber insistido en estar cerca de ti, nada de esto habría ocurrido -se lamento amargamente. -Ahora por mi culpa tu y Jack están heridos, y Denis, Dios... jamás volverá a ser el mismo. -sollozó cubriéndose los ojos con una mano.

Para Robert debía ser doloroso pensar en Denis, él lo consideraba un hijo y esta noche esa relación se consolidó cuando el gritó por su padre, no el que había fallecido años atrás, el que tenía frente a sus ojos. Tomé la mano que tenía libre y le di un apretón intentando reconfortarlo de alguna manera.
Entonces vi a mamá acercarse a nosotros seguida de dos oficiales de policía, uno era hombre y la otra mujer. Robert se limpió algunas lágrimas que se habían escapado y los observó con atención.

-Oficiales, quisiera denunciar a este hombre por abuso a una menor. -dijo mi madre sin titubear.

-¡Eleonor yo..! -exclamó Robert, pero la mano de mi madre se estampó salvajemente en su mejilla silenciandolo en el acto.

-No me hables, eres un pervertido. -rugió con ira.

-¡Ma! -exclamé poniéndome de pie, pero entonces me doblé del dolor a lo que Robert me tomó con cuidado de los hombros. -No puedes hacer esto... - sisee intentando tomar aire.

-Señorita, no está obligada a defenderlo... -me dijo la policía apartando a Robert de mi lado. -Muchas jovencitas como usted pasan por esta situación, nosotros nos encargaremos de todo, si es tan amable de cooperar, díganos si este hombre le hizo daño o la obligó a hacer cosas en contra de su voluntad, háganoslo saber, ya está a salvo.

-¿De... De qué demonios está hablando? -cuestioné incrédula. -Él no ha sido más que un caballero conmigo, ni siquiera me ha tocado inapropiadamente, esto que están haciendo es una injusticia.

El oficial sostenía a Robert preparado para esposarlo, por supuesto, él no opuso resistencia, no quería meterse en ningún otro lío después de lo ocurrido; entonces, el oficial, sin soltar las manos de Robert, me miró. -¿Qué edad tienes? -preguntó muy seriamente.

-Tengo diecisiete y en unos pocos meses cumpliré dieciocho. -contesté sin dudar.

El oficial soltó a Robert y dirigió su atención a mamá. -Señora, con todo respeto, la ley dicta que a los dieciséis años ya un menor es capaz de consentir con quién sostener relaciones y aunque su hija sigue siendo menor de edad entra en el rango de esta ley, de todas formas, por más que quiera evitarlo, en unos meses pasará a tener su mayoría de edad, y tomando en cuenta como son los jóvenes hoy en día, hará lo que guste. - se encogió de hombros, se volteo y miró a Robert. -¿Y usted qué edad tiene?

Tentemos A La Suerte |#1|Where stories live. Discover now