Capítulo 10

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Todo el mundo estaba en silencio, algunas chicas se cubrían la boca y algunos chicos solo hacían una fina línea con los labios, yo trataba de bajar la mirada, pero era inevitable estar pendiente de lo que sucedía.

Robert entrecerró los ojos ligeramente mientras Jack arqueaba una ceja y hacía una ligera mueca con los labios, ambos se miraron.
Después de lo que parecieron horas, Downey habló.

-Mira, niño, tus acusaciones son demasiado graves, si estás tan desesperado porque ninguna chica te presta ni un hilito de atención entonces pagale a una dama de compañía, a ver si así te relajas un poco -las palabras salieron sin contemplaciones, en un tono tan neutral y frío que provocó que el silencioso se hiciese aún más sepulcral-

Marco soltó un bufido junto con una risa burlona.

-Tal vez a ustedes les funciona andar de puta en puta, pero yo quiero a una verdadera mujer.

-¿De puta en puta? Hace unos segundos nos acusaste de dormir con tus compañeras de clases, eso quiere decir que las estás llamando putas -atacó Jack-

-Yo no dije eso -intentó defenderse-

-Oh, sí que lo dijiste -gruñó- llamaste a todas estas damitas putas, y que algunas sean coquetas y algo descaradas no quiere decir que se les pueda llamar de tal manera.

Dicho eso Robert dió un paso al frente y Marco retrocedió.

-Ya, fue suficiente, niño, muévete, vamos a la dirección -lo empujó ligeramente Jack-

Marco de muy mala gana salió del salón golpeando la puerta.
Jack salió detrás de él, Robert se dirigió a la puerta pero antes de cruzarla se detuvo.

-Por favor, no destruyan el salón -dicho eso, salió-

Todos comenzaron a hablar sobre lo sucedido, muchas decían que Marco era un completo idiota, algunos de los muchachos comentaban que tenía las pelotas más grandes que su cabeza y que eso no era para nada de admirar.

-Increíble, apenas comenzando el año y ya están lloviendo vergazos -dijo Gia- ¿Quién diría que último año sería tan interesante?

Los comentarios de Gia eran graciosos, pero toda la diversión se extinguió cuando apareció Robert por la puerta y me llamó.

-Señorita Anderson, por favor, venga.

Asentí, me levanté y lo seguí hasta la dirección, justo antes de tocar la puerta él se dió la vuelta.

-Me consta que ese niño es su amigo, pero usted sabe que él hizo mal y debe hablar con la verdad de lo que sucedió.

-Yo siempre hablo con la verdad Profesor Downey.

-Si siempre hablas con la verdad ¿Por qué no usas tu nombre real?.

Yo solo fruncí los labios dándo a entender que ese no era tema para el momento, él asintió, soltó un suspiro y tocó tres veces, la puerta se abrió al instante mostrando a un serio Jack Silverman.

Marco tenía cara de ser obligado a comer caracoles y la directora, con sus sesenta años encima, mantenía su postura erguida y su característica seriedad.

-Señorita Anderson, me alegra ver que la hayan traído a usted, Marco si eres tan amable de esperar afuera, me gustaría hablar solo con la señorita y los caballeros.

Él no dijo nada, solo se levantó y salió.

-A ver, señorita, me dijeron que se presentó una situación bastante desagradable en el salón de clases ¿Qué me dices al respecto?

Tentemos A La Suerte |#1|Where stories live. Discover now