Tentemos A La Suerte |#1|

Capítulo 31

Luego de pasar semanas tensas en las que tenía alguna clase de discusión con Downey ó faltaba ocasionalmente a clases de literatura para refugiarme en la biblioteca, salir de clases de biología como alma que lleva el Diablo, pedirle a Bruno que me buscara y no conectarme a Facebook. Me di cuenta de que había adoptado una actitud del todo inmadura, evitar a Robert de esa manera era infantil, solo le demostraba debilidad haciéndolo.

- Qué bonito...-bufé ante mis pensamientos.

Y para cuándo tenía minutos hundida en un extenuante soliloquio sobre lo patético de mi actitud una voz me interrumpió.

-¡MACK! -gritaron desde la sala.

-¡¿Si, mamá?! -pregunté desde la puerta de mi cuarto.

-Ve escogiendo que ponerte, tu tía nos invitó a una fiesta, si quieres dile a las niñas para que te acompañen.

-¿Formal o informal? -pregunté.

-Es formal, se hará en la noche -contestó.

No serviría de nada negarme, además quería distraerme y llevar a las chicas resultaría mejor.
Tomé mi teléfono y envié el mensaje.

M: Niñas, está noche estarán secuestradas, mi tía nos invitó a una fiesta y puedo llevarlas.

D: Voy a preguntar.

G: X2

D: Si me dejaron, ¿Llevo ropa para quedarme en tu casa?

M: Sí, traigan ropa para pasar la noche, lo más seguro es que la fiesta sea hasta tarde.

D: Gia ¿Si te dejaron?

M: Gia...

G: Listo, luego de insistir por unos minutos ya tengo permiso.

M: Vengan a mi casa a las 5pm.

Lancé el teléfono sobre la cama, abrí mi armario y me senté en el suelo a ver qué me iba a poner.
No importa cuánta ropa tengas, si eres una chica, siempre estarás en el dilema de: "No tengo qué ponerme".

.....

-¡Mack! Las chicas ya llegaron -avisó mamá desde la sala.

Yo estaba saliendo de la ducha, así que corrí a mi habitación, ni idea de porqué ya que segundos después de mí las chicas entraron.

-¡Mis ojos! -gritó Gia tapándose los ojos.

-¡Ni siquiera estoy desnuda! -le lancé una almohada. -Por favor, coloca música - señalé la laptop y ella asintió.

Ya me había colocado mi ropa interior y una bata para secar mi cabello.

-¿Ya sabes qué te pondrás? -preguntó Dani.

Miré al armario nuevamente, después de haber desperdiciado dos horas viendo la ropa y sin llegar a una conclusión me ocupé en otras cosas, no fue hasta que entré en la ducha que tuve una idea.

-¿Qué se pondrán ustedes? -las miré por el espejo del armario.

Dani abrió su bolso y sacó un vestido de color vinotinto, corto, de brazos descubiertos y cuello redondo. Gia sacó uno blanco, corto hasta medio muslo y mangas sueltas, casi tan largas como el vestido dándole un porte elegante.

-Se verán hermosas -sonreí.

Terminé de maquillarme con tonos marrones y dorados, saqué mi vestido y fui al baño para colocármelo.
Me miré en el espejo, mi estómago se revolvió un poco y una pequeña punzada atacó el espacio entre mi pómulo y mi ceja del lado derecho.