Capítulo 7

1.1K 52 6
                                    

La tarde transcurrió bastante tranquila en lo que hacía tarea, limpiaba y ordenaba, me gustaba mantener la casa en orden, ya que mamá trabajaba todo el día yo me hacía cargo de la casa.
Pensaba constantemente en Marco, me parecía un muchacho bastante simpático, pero algunas veces me descubría pensando también en Robert, ese hombre de ojos encantadores en verdad que era un idiota y ahora, bipolar, un bipolar idiota, primero se hace el amable y después se comporta como la propia bestia.
Sin querer pensar más en él, bajé hasta la sala y me plante en el sillón a ver una película.
Entre tantas opté por una de terror, aunque no soy muy fan del género, de todas maneras no le prestaba mucha atención, al final, apagué la televisión y fui a mi habitación, tal vez escribir un poco ayudaría.

Encendí la laptop y comencé a mover mis manos sobre el teclado; comencé a escribir hace como tres años y me resultó bastante tranquilizador, me gustaba plasmar las mil historias que se me presentaban ya sea durante el día o en las noches cuando soñaba.
Llevaba unas tres horas escribiendo cuando me cansé, guardé el archivo y me dirigí al Facebook, tenía una solicitud de amistad y mil notificaciones sin importancia, al darle click al icono de la solicitud de amistad vi que se trataba de Marco,lo acepté e inmediatamente me escribió.

"Mack, me alegra que aceptaras mi solicitud ¿Cómo estás? ¿Qué haces?"

—"Yo estoy bien, ¿Y tú? Me encuentro revisando las redes sociales, aunque sinceramente estoy aburridisima ¿Tu qué haces? Espero que algo más interesante"

"Me gustaría decir que estoy haciendo algo más interesante, pero solo hago la tarea, también estoy aburrido"

Y seguimos así el resto de la tarde, hablando de trivialidades y sobre nuestras vidas, él resultaba bastante interesante hasta por mensaje, podía hasta atreverme a decir que sentía cierta atracción por él, pero no quiero apresurar ninguna conclusión.

Mi estómago, como si tuviera mente propia, comenzó a rugir deliberadamente.
Tenía hambre, pero no tenía para nada ganas de cocinar.

Bajé, agarré un paquete de galletas y regresé a mi habitación, me senté nuevamente frente a la laptop y me encontré con dos ventanas de chat abiertas.

<¿Por qué?>

"Señorita Anderson, buenas noches, ¿Cómo se encuentra?"

Robert Downeydiota , observé su mensaje por unos segundos, lo dejé en visto y di click en el otro chat para contestarle a Marco, mientras escribía llegó otro mensaje.

"Debo suponer que está molesta..."

Visto de nuevo, seguí escribiendole a Marco, me hacía reír con sus ocurrencias hasta que llegó otro mensaje.

-" Señorita Anderson, se que piensa que soy un idiota, imbécil y hasta un amargado, pero le escribo con la intención de disculparme"

< Lo admito, es persistente>

Antes de que se alterase, di click al chat y comencé a escribir.

—"Profesor Downey, me gustaría saber, ¿Por qué razón se va a disculpar? Usted a mi no me debe nada, además, ¿acaso no tiene una esposa o una novia a la cual prestarle atención en vez de estar escribiendome?"

El mensaje lo leyó al instante y no pasó mucho cuando ya tenía su respuesta reluciendo.

<De verdad que no había conocido a nadie tan...tan...agh, ni siquiera puedo insultarlo de nuevo, éste hombre resulta bastante intrigante, y que se haya tomado tanta molestia por algo tan insignificante me resulta peculiar y más cuando solo soy una alumna cualquiera>

Robert pdv.

Hoy definitivamente fue un día pesado para mí, en la mañana tropecé con la señorita Anderson a propósitos para después disculparme y mostrarme amable, pero, ¿Qué hizo ella? Actuar de la manera más fría y grosera posible, eso me alteró y más cuando llegué al salón y la vi toda risas, claro, intento ser amable, me sale con una patada, a parte, burlandose de mi en clases...

<Por Dios, cálmate Robert, estás armando drama por una simple jovencita, tienes mil alumnas queriendo comerte y te está alterando una contestona>

Pasé la tarde entrenando para liberar tensión y organizando mis apuntes para ocupar mi mente.

Ya entrada la noche, después de haberme dado una refrescante ducha fría y haber comido una deliciosa cena, me senté frente a la laptop y me conecté, cuando vi el puntito verde al lado de su nombre le escribí al instante, al principio me dejó en visto, volví a escribir y fue igual.
Me desespere un poco y le escribí explicando mis intenciones.

Entonces me contestó.

<¿Esposa o novia? Está claro que ésta chica está fuera de mi grupo de admiradoras locas>

Le contesté y me recline en mi cómoda silla sin esperar respuesta, ya dije lo que tenía que decir sin salirme de mi rol de profesor (hasta cierto punto).

Con algo de suerte, dejaría de odiarme.

Solo con algo de suerte.

Mack pdv.

–"Mack (con mucho respeto, me tomó el atrevimiento de usar su nombre) no es que yo le deba algo, simplemente  quiero expresar mis disculpas por ser un idiota, a parte también fui un grosero, discúlpeme, y si en verdad tiene la duda,  no, no hay ni novia, ni una señora Downey en mi vida, así que, si ya las cosas están bien entre nosotros, me será agradable llevar una sana relación profesor/alumna con usted, se preguntará que por qué tantas molestias por una simple alumna, pero aunque sólo sea eso, ya que veo que le gusta la materia no me importaría compartir ideas con usted algún día; de seguro  no volveremos a comunicarnos por esta vía ni yo a tomarme tantos atrevimientos, asi que nos veremos en el colegio, que tenga una feliz noche señorita Anderson."

Todavía estaba un poco sorprendida con su respuesta, incluso estaba dudando si en contestarle o no. Me resultaba extraño tal mensaje, no teníamos ni un mes de conocernos, pero vaya que hemos tenido buenos choques de carácter.
Pasaron cinco largos minutos hasta que se desconectó, yo solo cerré la ventana de chat, me despedí de Marco y apagué la laptop.

Me coloqué la pijama y sin poder evitarlo di varias vueltas por mi habitación.

<¿Qué pasó? ¿Qué fue eso? ¿Quién se cree? Está bien si no quiere cargar un remordimiento de consciencia o si no quiere que sea la única que lo odie, pero tomarse tantos atrevimientos resultaba desencajante>

Antes de volverme un enredo de pensamientos opté por acostarme e intentar dormir, el día de mañana de seguro sería largo.

. . . . . . . . . . . . . . 

El día ha transcurrido pesado y aburrido, por suerte hablaba con Marco a cada oportunidad, pero llegada la hora de biología vaya sorpresa la que nos llevamos todos.

—Buenas tardes chicos -entró con una sonrisa al salón y dejó su elegante maletín sobre el escritorio-

—Dios mío, eso sí es otro bombón griego -dijo Gia discretamente-

Dani se veía claramente sorprendida y no la culpo, como había dicho, los profesores atractivos no eran algo común para nosotras, pero vaya suerte que estando ya en último año, llegan dos (aunque uno es un idiota).

—Cosita linda, cosita bella, cosita bien hecha -murmuro Gia-

Yo no decía nada, solo me limitaba a admirar el porte que tenía ese hombre.

<Ojalá y no sea tan idiota>

-----------------------------------------------

Y las cosas se van poniendo más intensas...

Por favor, voten y comenten.

Gracias.

-la gerencia.

Tentemos A La Suerte |#1|Where stories live. Discover now