CONSEQUENCES 《WINRINA》

This Feeling

《KARINA》

Sólo tuve la oportunidad de girar en el taburete cuando Ryujin se lanzó a atrapar el cuerpo de Winter, impidiendo que se golpee la cabeza en el suelo. Tan ágiles como son, logró sostenerla en sus brazos mientras la mira con una expresión confundida, al igual que la mayoría de personas a nuestro alrededor.

Cualquier sonido desapareció cuando noté que Minjeong está inconsciente. Ni siquiera la música a todo volumen distrajo mi sentido auditivo que busca desesperadamente los latidos de su corazón, cuando los encontré no fue un alivio, porque sus latidos vienen acampados de lo que parece ser carne desgarrándose.

-Minjeong- Parpadee repetidas veces cuando la voz de Giselle me hizo reaccionar. Tan rápido como pude, deje el shot sobre la barra y me acerqué -Hey. Minjeong- Le dio un par de palmadas en la mejilla, esperando que reaccioné -Despierta. Oye- Los segundos se sintieron como horas cuando la mirada de Giselle se paseó por todas hasta detenerse en mí -Es inútil, no reacciona. Llevémosla a casa. Algo anda mal.

Con eso fue suficiente para que Ryujin tomé el cuerpo inconsciente en brazos y caminé a la salida mientras NingNing se paga todas las bebidas.

Una vez en el parking abrí la puerta trasera del auto de Winter para que puedan subirla.

-Quédate con ella. Yo conduzco- Obedecí a Ryujin y subí junto a Minjeong. La acerqué a mí cuando la sentí temblar incontrolablemente. Pasé mis brazos por su cintura y guié su cabeza a mi pecho para darle un incómodo abrazo.

-¡Las seguiré en mi auto!- Gritó NingNing.

Giselle subió en el puesto del copiloto y Ryujin puso en marcha el automóvil. A toda velocidad adelantó otros autos e ignoró los semáforos en rojo que por poco nos cuesta un accidente en mitad de camino.

-¿Cómo están sus signos vitales?- Con la pregunta de Giselle me concentré en los latidos de su corazón. Es como un motor a toda marcha y ese desagradable sonido de algo rompiéndose no ha desaparecido.

-Taquicardia y algo parece estar desgarrándose en su interior- El pánico me invadió cuando la mirada de Ryujin se encontró con la mía a través del retrovisor. Vi la sorpresa y el miedo recorriendo cada parte de su rostro.

-Veneno- Murmuró.

-¿La envenenaron? ¿En qué momento?- Giselle se giró para tocar el rostro de Winter, sintiendo como tiembla, su cuerpo tiene pequeños espasmos que la hacen brincar ligeramente entre mis brazos -Está helada, más de lo normal- Expresó después de verificar su estado -La revisaré mejor en casa, aquí no puedo hacer mucho sin mis pociones.

-Estoy yendo lo más rápido que puedo. No me pidas imposibles- Ryujin pareció estar en pánico. Sus movimientos se volvieron erráticos al conducir, llevando el vehículo de un lado al otro, por suerte, en una carretera solitaria.

-Conduce bien, coño. No queremos otro accidente.

-No soy yo- Ryujin movió el volante de un lado a otro -Las llantas. Algo anda mal.

Claro que algo va mal, muy mal. Cuando regresamos la vista a la carretera una caja se estrelló en el parabrisas.

-¡Cuidado!- La advertencia de Ryujin llegó demasiado tarde para mi pobre agilidad.

Use la mitad de mi cuerpo como escudo para proteger a Minjeong cuando una explosión hizo que el auto saliera volando.

Mis sentidos se vieron inutilizados quien sabe por cuánto tiempo, lo único que puedo distinguir es un agudo pitido en mis oídos que me hizo gruñir. Sus sentidos lo son todo para un lobo, sin ellos es como si fuéramos bebés recién nacidos. Todo está oscuro, solo puedo sentir el cuerpo entre mis brazos y poco más.