Don't Let Me Down

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《KARINA》

Después de cumplir 18 años, mi vida se complicó.

Nunca tuve ni la más remota idea de lo que en realidad soy. Ni siquiera creía en los vampiros o los hombres lobo. Pensé que era ridículo.

La tonta fui yo. Nadie me dijo que soy un licántropo.

No esperaba que la luna llena me hiciera tener el peor día de mi vida.

Estuve confundida y con un mal presentimiento todo el día, pensé que no era nada grave. Eso cambió drasticamente cuando la luna se alzó en todo su esplendor y entonces empecé a sentir como todos los huesos de mi cuerpo se rompían, reorganizandose en una figura de cuatro patas que apenas logré distinguir en el espejo antes de perder por completo el control e intentar atacar a un par de cazadores que se paseaban en el bosque.

Fue a gracias a Yeji que no cometí un crimen aquel día, pero el golpe de realidad fue lo suficientemente fuerte como para perder por un tiempo el rumbo de mi vida.

No lo podía creer, parecía una pesadilla de la cual quise escapar durante un tiempo. Al final terminé resignándome a aceptar mi destino. Mis instintos cada día querían tomar el control de mi cuerpo. Me abrumé y no tuve más opción que pedir ayuda para aprender a, por lo menos, controlar mis instintos más primitivos.

El tema pareció calmarse con el paso de los meses, cuando pasaron 2 años ya podía controlar la mayor parte de mi lado de loba. Estaba feliz porque aprendí que podía tener una vida normal y tranquila, nadie tenía porqué enterarse de lo que soy.

Nuevamente me equivoqué, cuando vi a Minjeong por primera vez, todo lo que pensé que había aprendido a controlar, se volvió 100 veces peor. No soportaba nada, mis sentidos se agudizaban sin mi permiso. El instinto de querer ir y estar todo el día con ella me obligó a buscar consuelo en otras personas, pero no se sentía bien, ni correcto, no podía ni siquiera concentrarme en lo que hacía, todo mi cuerpo pedía a gritos por Minjeong.

Traté de ser fuerte, tanto como pude, pero mi destino ya estaba marcado.

Literalmente sentía la necesidad de tirármele encima, de alguna manera quería hacerle saber a todos que es mía, que nadie más puede tocarla. Quería impregnarle mi aroma para que nadie más volviera a acercársele, fue tanto el descontrol que mis colmillos salían sin que yo lo notará, listos para marcar su cuello y reclamarla como mía.

Creí que era primitivo y muy repulsivo sentir ese tipo de amor/obsesión por una persona que apenas y conozco.

Naturalmente terminé echándole toda la culpa a mi loba por haber escogido a una estúpida playgirl como mi interés amoroso de por vida.

Tenía miedo, porque lo que sentía parecía tan profundo y puro que no dudaría en partirme en pedazos para repararla a ella, estaba dispuesta a pasar por las bajezas más grandes si eso me hace tenerla a mi lado.

Nunca pensé que sentiría algo tan fuerte y naturalmente terminé cayendo en la desesperación.

Ya no me bastaba con pasar a su lado o mirarla discretamente cada que podía. Debía tocarla o por lo menos hablarle, saber que me mira, que sabe de mi existencia, cualquier cosa serviría para calmar mi incontrolable ansiedad por tenerla.

Fue así como llegué a la fantástica idea de pedirle que sea mi novia falsa.

No sé qué tan cierta sea la historia de que si alguna de las dos muere, aquel destino se romperá y seremos libres. No encontré una fuente confiable, pero por un tiempo pensé en hacerlo.

Ahora tengo muchas dudas.

Siento que cada parte de mí está empezando a quererla, no como un juguete para calmar mi ansiedad, sino como a esa chica con la que fantaseaba de niña en encontrar para compartir el resto de nuestras vidas.

CONSEQUENCES 《WINRINA》Where stories live. Discover now