𝐈. 𝐢'𝐦 𝐡𝐞𝐫𝐞, 𝐦𝐲 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬.

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𝐊𝐈𝐍𝐆'𝐒 𝐋𝐀𝐍𝐃𝐈𝐍𝐆𝟏𝟎𝟓

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𝐊𝐈𝐍𝐆'𝐒 𝐋𝐀𝐍𝐃𝐈𝐍𝐆
𝟏𝟎𝟓. 𝐝𝐂

Todo era emoción, pues aquel día se realizaría el torneo para celebrar que pronto llegaría el primer hijo varón del Rey Viserys I Targaryen, puesto que este estaba seguro de que así sería, tendría un varón

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Todo era emoción, pues aquel día se realizaría el torneo para celebrar que pronto llegaría el primer hijo varón del Rey Viserys I Targaryen, puesto que este estaba seguro de que así sería, tendría un varón.

La más encantada con toda la situación era la princesa Rhaenyra, la primogénita del rey, ya que por fin tendría la posibilidad de que su padre fuera feliz, con un hijo varón a quien nombrar heredero al trono.

Estaban disfrutando el torneo cuando entraron un par de maestres buscando al rey, por lo que la princesa no pudo evitar seguirlos, ahora escuchando más claramente los gritos de dolor de su madre que se encontraba dando a luz. Se quedó de pie fuera de la habitación, escuchando a su madre decir que tenía miedo y rogar por su vida. Entró, pues no iba a permitir que el sueño de su padre le costara la vida de su madre.

-¿Qué tanto piensas, padre? ¿Por qué no les dices que salven a mi madre? ¿Qué esperas?

-Lo lamento, mi amada hija. Y lo siento, mi gran amor, espero que puedas en la otra vida perdonarme.

Fue todo lo que el rey de los siete reinos dijo a su familia antes de ordenar a los maestres que salvaran a su hijo en el vientre de la reina, y ordenar a los guardias que sacaran a su hija de la habitación.

La joven princesa solo gritaba y lloraba, no podía contener sus emociones en aquel momento, su llanto era devastador, y la instaba a volver a la habitación, por lo que los guardias no la soltaban.

-Les ordeno soltar ahora mismo a la princesa Rhaenyra, o haré que mi dragón se los coma a todos ustedes, malditos pedazos de mierda.

En ese momento su tío llegó a ella, rescatándola de aquel momento tan confuso y lleno de emociones que no podía manejar del todo.

-¿Cómo se atreven a tratar de esta forma a un miembro de la familia real? Ven conmigo, Rhaenyra.

Automáticamente volteó al lugar de donde provenía esa voz, la voz de su tío Daemon. La princesa corrió rápidamente a los brazos de aquel hombre, escondiendo la cabeza contra su cuello mientras aún sollozaba.

-La mató, tío, mi padre ha matado a mi madre, y todo porque quería un heredero al trono, un varón.

-Está bien, riña, tranquila, desahógate, estoy aquí.

Ahora si estaba ahí para ella, pero llegó tarde. Se suponía que él participaría en el torneo, pero caraxes no llegaba de cazar a pesar de que lo llamaba. Por lo que ahora se regaña por no haber estado desde un inicio con su pequeña dragona, y es que así se refería el príncipe canalla hacia la princesa en sus pensamientos, era la única forma de que nadie supiera que la llamaba así.

Poco a poco el platinado comenzó a caminar con la joven en sus brazos, dirigiéndose hacia la habitación de ella para poder estar más cómodos. A penas la puerta se abrió, el príncipe echó a un par de doncellas que se encontraban organizando las cosas de la princesa para que pudieran tener por fin algo de privacidad. El mayor dejó a su sobrina en la cama, mientras que él optó por sentarse en uno de los sillones de la habitación, el más cercano a la cama.

-Se supone que llegarías hoy por la mañana, temprano.

-Lo sé, mi princesa, pero tuve algunos problemas con caraxes.

-De acuerdo, es solo que, te necesitaba. Llegaste justo a tiempo, estaban tomándome muy fuerte, me dolió.

-Esos hijos de puta no volverán a ponerte ni siquiera los ojos encima, Rhaenyra. Yo me haré cargo de eso, tú no tienes que preocuparte.

Habló con seguridad, caminando hacia ella para acariciar lentamente una de aquellas sonrojadas mejillas que tanto le gustaban. Suspiraba de solo verla y poder sentir su delicada piel.

- No me iré de nuevo del castillo, voy a cuidarte, lo prometo.

Y la princesa todo lo que pudo hacer fue asentir y cerrar los ojos ante el toque en su rostro, sintiendo calidez en su corazón. Aquella noche, ella le pidió que se quedara, que cumpliera con su promesa y la cuidara. Por lo que, en aquellos aposentos, Daemon Targaryen se encontraba moviendo el sofá más grande hacia un lado de la cama de la joven, acostándose en este mientras le tomaba la mano y le cantaba hasta que la hizo dormir.

Él la amaba profundamente, podía sentirlo en su alma, y no era una obsesión o algo enfermizo, él realmente quería cuidarla, amarla, protegerla, ayudarla a lograr y hacer todo lo que ella quisiera. Más sin embargo, su pequeña dragona aún era una niña, y él debía esperar pacientemente por ella. Quería cortejarla, llenarla de regalos, pasear con ella en sus dragones, y él sabía que lo harían, pues y vi a lo había visto en sus sueños. Dicen que los Targaryen pueden ver profecías en sus sueños, y el príncipe canalla había visto parte de su vida con la princesa Rhaenyra, así que haría cualquier cosa por estar con ella, a su lado, como debe ser.

 Dicen que los Targaryen pueden ver profecías en sus sueños, y el príncipe canalla había visto parte de su vida con la princesa Rhaenyra, así que haría cualquier cosa por estar con ella, a su lado, como debe ser

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ɑvy jorrāelɑn; dɑemyrɑ.Where stories live. Discover now