La vida de la princesa Rhaenyra Targaryen luego de la muerte de su madre y el segundo matrimonio de su padre, sumando a esto, la participación del hombre que siempre ha sido y será el amor de su vida, Daemon Targaryen.
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𝐊𝐈𝐍𝐆'𝐒 𝐋𝐀𝐍𝐃𝐈𝐍𝐆 𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐒𝐓 𝟏𝟎𝟕.𝐝𝐂
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Otro año había pasado, y ese día iba la familia real junto con todas las casas nobles hacia el bosque real, con el fin de realizar una cacería y un gran banquete en honor al segundo onomástico del primer hijo varón del rey, Aegon II Targaryen.
Así es, Alicent le había dado al rey un hijo varón, ahora estaba nuevamente embarazada y pronta a dar a luz. La joven adoraba a su pequeño hijo, y lo cuidaba como nada en el mundo.
Más sin embargo había alguien que lo amaba de igual forma, y era la princesa Rhaenyra. La joven princesa amaba con locura a su pequeño hermano, y es por eso que en ese momento lo llevaba con ella en su dragón, mientras que el rey y la reina iban en carruaje, y todos los demás en caballos.
Cabe resaltar que no volaba sola, pues Daemon como siempre, estaba junto a ella. Rhaenyra sonreía al escuchar a Aegon reír debido a todas las caras que le hacía Daemon y las piruetas que daba con caraxes, mientras que syrax mantenía un vuelo tranquilo ya que llevaba al pequeño príncipe.
Una vez llegaron, los tres bajaron de los dragones y el niño corrió hasta su padre, mientras que Daemon tomaba lugar junto a Rhaenyra, escoltándola hasta la mesa mientras todos la veían.
La princesa de roca dragón ya contaba con diecisiete años de edad, y era una joven hermosa, con los finos rasgos targaryen y unos deslumbrantes ojos violeta. Su cuerpo también había cambiado, y ella había crecido un poco más. Estar con la princesa era un privilegio, debido a sus conversaciones tan atrapantes sobre historia y filosofía, aunque también estrategia y lucha. Porque si, ella había sido entrenada por su tío los últimos dos años, y dominaba bastante bien la espada, así como el combate cuerpo a cuerpo, lo cual enorgullecía al Targaryen.
-Hija mía, espero que nos acompañes a cazar el día de hoy, eso me haría muy feliz.
-Ya veremos, padre. Tal vez solo me quede mirando como todos los lords intentan impresionarme, tal y como lo hacen justo ahora.
