UN DIA MENOS - 20/10/22

0 0 0
                                    

Ciento ochenta días han transcurrido desde aquella mañana para ti y madrugada para mí, noche y día donde, en un mar de miedos por mi parte y decepción de la tuya, hoy no somos capaces de conformar un vigésimo...

Desde aquel momento han pasado seis meses, en los cuales, absurdamente nos acercamos y alejamos incontables veces; en muchos de ellos fuiste capaz de decirme tantas verdades que hasta ahora no puedo recordar la primera, sin embargo, mi mala memoria no me ha alejado de la culpa, ya que, es ella misma quien me recuerda (cada vez que esta menguante hace acto de presencia), que si ya no somos uno, es debido a mí.

Recuerdo que la última vez que hablamos, tras discutir te deseé mil y un maravillas, y entre billones de líneas que han nacido desde hace tanto tiempo, puedo decirte hoy que por alguna razón me siento más tristeza, desolado y arrepentido como nunca, niña mía; y es que, desde que logré conseguir un empleo en este país (Según yo para surgir y cumplir mis metas), pero la verdad es que lo busqué sin cesar ya que necesitaba algo en lo que ocuparme para sacarte de mi cabeza, pero lo más irónico es que en cualquier balada que se asoma a mi tímpano prometiendo darme paz, lo único que consigue es traerme imágenes de tu rostro a mi mente, sonriendo por algo que dije o simplemente, para hacerme enojar, y sin más... Una sonrisa se lanza sobre mi rostro, dándome a entender así que, ni siquiera estando 10 horas distraído, logro que no estés presente en mis pensamientos... No obstante, este sufrimiento que he cargado conmigo no es solo por esos pequeños detalles, la inevitable verdad es que, me destroza el alma vernos cumpliendo con todo lo que mueve meses atrás fuiste capaz de plasmar en papel prediciendo nuestro futuro juntos ¿Lo recuerdas? Si no es así, intentaré ayudarte...
Logré venir aquí, estoy trabajando, ahorrando y siguiendo todo al pie de tu hermosa letra, y tú... Pues estás estudiando, y sé que pronto trabajarás, y tal vez dentro de siete meses, seas capaz de conseguir aquella tan anhelada licencia de conducir.

Ahora te pregunto, adorable mariposa: ¿Será que te has puesto a pensar en aquella lista? ¿De casualidad sabes qué día es hoy? Porque no logramos mi soledad y yo, alejar mil y unas interrogantes debido a que cada segundo que ha de congelarse en la inesquivable monotonía, al unirse con otros, logran transformase en un cadáver putefracto de momentos que no volverán, e irónicament, se denominan cómo "Minutos". Como ha de acostumbrar, hay mucho que decirte, pero, actualmente, ni siquiera tengo el valor de intentar hacer bailar tus labios con la más corta de las silabas.

PER L'AMORE DELLA MIA VITA Where stories live. Discover now