CAP 7: ¡KACCHAN!

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Olfateo de nuevo, ahora con mayor seguridad, no está loco, realmente el aroma del omega cenizo está presente en su baño, se emociona, brinca alegre al saber que él estuvo ahí.

- ¿Lo encontré? ¿Realmente estás aquí? – piensa tan feliz y lleno de emoción.

Quería salir corriendo en su búsqueda, pero primero decidió tomar un baño express, no perderá esta pequeña oportunidad que le ha dado el destino.

Sale de la casa con rapidez y paró en seco al instante, ¿A dónde debe ir? ¿Con quién debía hablar? Solo tiene un mes de haberse mudado, no conoce a nadie, y ¿cómo llegó Kacchan a su hogar? ¿Cómo pudo entrar? En ese momento su mente hizo un "click".

- La empresa de limpieza – toma rápidamente su celular, llama a su agente para saber del nombre de la empresa y la dirección.

Al tener la información requerida corrió como nunca hasta el establecimiento claramente con ayuda del GPS, no prestó mucha atención de una posible tormenta de nieve que se acerca, al llegar al lugar indicado, ingreso sin pensarlo dos veces.

- Buenas tardes – se anunció.

- Un momento – respondió Yumi – buenas tardes ¿en qué podemos ayudarlo? -.

- Ah...ah...buen verá estoy buscando a un omega su nombre es Bakugo, Katsuki Bakugo – sacó un pequeña fotografía de su billetera.

- ¿Eh? ¿Ese no es el héroe Dynamight? ¿Él que desapareció? – preguntó la mujer.

- Uh...sí, creo que puede estar aquí – insistió.

La jefa al oír el alboroto decidió bajar a apoyar a Yumi, tuvo la misma reacción que la chica, no había visto para nada a ese chico.

- Lo siento joven, debes de estar confundido, esa persona no está aquí, puedes preguntar en todo el pueblo, jamás lo hemos visto – insistió con sinceridad, el pecoso lo distinguió.

Su corazón que antes se aceleraba, ahora palpita tranquilo, con una decepción profunda, no es la primera vez, ya había ido a otros lugares y tenido la misma situación. Salió del local disculpándose y regresando con tristeza a su hogar.

En el camino de regreso se encontré al viejo Yuji con su camioneta varada a mitad del camino, al inicio Izuku pensaba ignorarlo y seguir su camino, pero con la tormenta casi próxima, se acercó a ayudarlo.

- ¿Necesita ayuda señor? – preguntó amable.

El anciano señor que no había notado la presencia del Delta, se sobresaltó al ver cuál gigante con vestimenta desalineada aparecer de repente.

- AIHOOO – inhala y exhala – muchacho...dios... - posa una mano en su pecho – deberías avisar antes de aparecer así – su corazón sí que había dado un brinco.

- Jeje lo siento...es la costumbre – se rasca la cabeza un poco apenado.

- Bueno...no sé si en tus ropas tengas un destornillador, a mi preciosura se le han votado algunos tornillos – refiriéndose a su camioneta.

- Mmm...bueno no tengo esas herramientas, pero puedo llevarlo volando hasta donde vive, pronto estará una tormenta de nieve – aviso el pecoso.

- ¿EH? ¿Enserio? Que mal... - el anciano lo pensó un poco pero al final accedió, volvería por su camioneta al pasar la tormenta.

El señor Yuji le indicó por donde vive e Izuku con su supuesto "único" quirk llevó volando al viejito, quien como agradecimiento lo invitó a tomar una taza de café, sin embargo, el Delta comenzó a ver caer los primeros copos de nieve, sería mejor volver a casa, pero la señora Baa-chan apareció preocupada.

- ¡CIELO! ¡Necesito ir a ver a Kotaru! Recogió temprano a los niños porque no se sentía bien pero llevo rato llamándole y no contesta el teléfono – se acercó asustada.

- Pero querida...Betsy (su camioneta) se quedó varada, este joven me trajo hasta aquí – respondió, la mujer al notar la presencia del pecoso se disculpó e hizo una inclinación a modo de saludo.

La angustia en sus rostros no disminuía, el peliverde pensó que tal vez se trata de algún hijo suyo, así que un poco indeciso quiso ayudar.

- Yo puedo ir a verlo, tocaré su puerta si sale y está bien, tal vez solo la línea de teléfono no funcione, y sí está muy enfermo, lo traeré aquí – propuso.

La mujer inmediatamente le agradeció, le proporcionó la llave de la casa de Kotaru, por si está enfermo pueda entrar, además le informó de los dos bebés, para que tuviese cuidado. La tormenta de nieve está comenzando, por suerte está bien abrigado el pecoso. Emprendió el vuelo siguiendo las indicaciones. Aún hay algo de visibilidad por lo que no tardó en dar con la casa.

Tocó a la puerta varias veces pero nadie respondió, después prestó mayor atención y los bebés están llorando mucho, se preocupó demasiado, usó la llave para entrar, se anunció y no hubo respuesta, aunque una vez que escuchó el claro llanto de aquellos cachorros fue como si todo se hubiese vuelto en cámara lenta, primeramente el olor de Kacchan está en toda la casa, el llanto de los pequeños le hicieron sentir el pecho comprimido, le falta el aire, camina pesadamente para subir las escaleras, abre la puerta de una de las habitaciones, están ambos bebés llorando incontrolablemente, sus rostros rojos por el esfuerzo de tanto llorar y mojados por las lágrimas; un instinto que no conocía se activó en el pecoso, tomó a Itsuka y después a Natsuki, al abrazarlos conjuntamente ambos cachorros dejaron de llorar, como si conocieran aquella persona, por alguna razón que Izuku no comprendió comenzó a llorar, sentía un enlace que nunca antes había sentido.

Una vez que la conmoción del momento bajo, se apresuró a buscar a Kacchan, abrió otra habitación pero no está el cenizo ahí, escucha la regadera del baño, toca para llamar, nadie responde, deja cuidadosamente a los bebés en la cama, vuelve a llamar más fuertemente y sigue sin haber respuesta, así que rompe la puerta de un solo golpe, en un rincón del baño está Katsuki apoyado contra una pared, apenas lúcido.

- ¿Kacchan? ¡KACCHAN! – se acerca para auxiliarlo – tienes mucha fiebre – lo nota al tocarlo, el omega cenizo no distingue a la persona, su vista está un poco borrosa, sus sentidos están algo confusos... pero vuelve un poco en sí cuando lo escucha decir – te llevaré al hospital...- la mano del omega lo detiene fuertemente.

- No... - responde débilmente – cocina...inyección...en mi...cuello... - pierde la consciencia parece que va a caer pero Izuku le proporciona sus brazos para auxiliarlo.

El Delta toma con cuidado al cenizo, lo deposita en la cama junto a los menores, hace lo que le indico y al leer la sustancia en la inyección lo comprende, Kacchan no tiene un resfriado, es su celo.


Un roto para un descosido (DekuKatsu)Where stories live. Discover now