Cap 11: Una petición

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(Después de la visita a Katsuki en el Hospital)


Yagi, Shota y Chiyo salieron del hospital, aquella tarde después de verlo en tales condiciones, hablaron sobre la situación que es mucho más grave de lo que imaginaron.

- Creo...que fue lo mejor...no decirle... - confesó el beta de ojeras.

- Estoy de acuerdo... Bakugo necesitará no sólo atención médica, sino también psicológica lo que vivió ahí...no sé cómo lo esté manejando – concordó la anciana.

- ¿Creen que también debamos mantener vigilado a Midoriya? – agregó el ex héroe de la paz.

- Con todo lo que descubrí...lo mejor es que sí, además... - Chiyo se giró para mirarlos de frente – hay que hacerles análisis, si mi teoría es correcta; no sólo el joven Bakugo es una nueva especie, Midoriya-san podría serlo también... la forma violenta en como acabó con la mitad del grupo de villanos, sigue sin ser normal... esos dos parece que están enlazados pero de una manera diferente... – informó.

- ¿Enlazados? ¿Ellos están enlazados? – preguntó Toshinori.

- No, sus subconscientes sí pero sus conscientes por ahora son más fuertes aunque...por alguna extraña razón, el que Midoriya sea el menos consciente, lo hace volverse más irracional y violento, necesito hacer más estudios – agregó la anciana.

- ¿Deberíamos decirles? – preguntó Aizawa.

- No creo que sea lo mejor – intervino el ex héroe – ambos ahora están muy inestables y conscientemente aparentan que no tienen sentimientos por el otro, así que eso lo complica más – analizó el Alfa rubio.

- Concuerdo, ambos ahora son inestables y unirlos sólo porque sí, hará más estragos en sus mentes, primero investiguemos...ya con los resultados, veremos qué hacer... - finalizó Chiyo.

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(Actualidad)


- Vaya ancianos...ya era hora... - dijo Katsuki al abrir la puerta y ver a Yagi y Shota.

- Lo sentimos joven Bakugo, teníamos mucho trabajo – se disculpó el Alfa rubio.

- Ya que...pasen, los cachorros están jugando – los dos adultos ingresaron a la acogedora casa - ¿quieren algo de beber? – ofreció.

- Té mocoso, trajimos unas galletas – dijo el Beta castaño al ofrecerle el paquete.

Katsuki se dirigió a la cocina para preparar las cosas a sus invitamos, mientras ambos se acercan a los bebés, Toshinori fue el más emocionado al verlos, sí que son hermosos, la pequeña Natsuki tiene una mirada desafiante al no conocer a los mayores, mientras Itsuka actúa un poco tímido protegiéndose de su hermana.

- La pequeña Natsuki sí que tiene tú "mirada", pero es la viva imagen del joven Midoriya – dijo sonriente Yagi mientras carga a la menor, aunque al instante el ambiente se tensó al oír un plato romperse.

- ¿Bakugo? – preguntaron a unísono.

- Ja..ja..ja...a ese nerd de pacotilla...no...no se parecen en nada – susurró mientras recogía su desastre.

Aizawa puso su mano en el hombro del Alfa, él se acercó a Bakugo quien parece está teniendo una pequeña crisis. Su mente se había bloqueado, el Beta se acercó con cuidado, por su género no puede sentir o afectarse por las feromonas, pero pueden ver claramente el aura de las emociones tanto de Alfas como Omegas, desde hacía tiempo hay un aura negra que atormenta al omega cenizo.

Se acercó lentamente, llamando al rubio ceniza, llegó hasta él y puso su mano en su hombro con cuidado para no sobresaltarlo; Bakugo al sentir su mano salió de su mente y volvió a sus sentidos.

- Lo siento...hace mucho que no me pasaba... - talló sus ojos un poco.

- Con cuidado – ayudó Aizawa a levantarse y dirigirlo a la sala de estar, el Beta se encargaría de servir el té.

Una vez que el ambiente se volvió a tranquilizar, Katsuki decidió sacar plática, al tiempo que carga a Itsuka en sus brazos.

- Oigan y ¿por qué la abuela no vino? – preguntó, de nuevo el ambiente se volvió pesado, Katsuki notó tristeza en ellos.

- Ella...bueno...falleció hace poco menos de dos meses – Toshinori fue el que habló.

- ¿Qué? – Bakugo no quiso creer lo que sus oídos habían escuchado.

- Se fue en paz, tuvo un infarto mientras dormía – agregó Shota al momento que deja el té en la mesa.

Dejaron que Bakugo digiriera la situación.

- Entonces ella ya no hará mi medicina... - fue lo único que se le ocurrió decir.

- ¡Oh! Tranquilo Bakugo, la farmacéutica seguirá produciendo tu medicina, de eso nos encargamos – informó Toshinori.

- ¿Los estudios...ya no seguirán? – volvió a preguntar preocupado.

- Tranquilo mocoso, por ahora todo estará bien, con tus cachorros ya nacidos, no será necesario estudiar más...sólo verlos crecer felizmente, si hay alguna anomalía, te ayudaremos – se unió Aizawa.

Aunque las palabras de aliento lo hicieron sentirse un poco mejor, no se sentía completamente reconfortado, pero ya que ofrecieron ayudarlo, si había algo en lo que necesitaría su ayuda...

- Entonces...si no les molesta, tengo un pequeño problema del que necesito se deshagan... - ambos adultos lo miraron extrañados por tal petición.


Un roto para un descosido (DekuKatsu)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon