Cap 13: ¿Un sueño?

314 61 1
                                    

POV IZUKU:

Hay una ligera brisa, el viento mueve algunos de mis mechones, lo que me da una sensación de cosquilleo en mi frente, abro ligeramente mis ojos, la sensación de paz y tranquilidad me mantienen aún adormilado.

Al levantarme me di cuenta que estoy en mi habitación de la U.A., no entendía por qué. Noto que mi cuerpo es el mismo al que tengo actualmente, pero entonces ¿qué hago ahí? Salí al pasillo, está completamente solo, tocó las habitaciones de mis antiguos compañeros, pero nadie responde, revisó y está completamente vacío.

La situación me estresa un poco, recorro mi antigua escuela, a donde quiera que vaya está completamente vacío y desolado.

Fue hasta que escuche lo parecido a un llorar y ligeros susurros, me deje guiar por el sonido, mientras más me acercó lo susurros se vuelven más fuertes, salí del elevador, y me di cuenta que es el pasillo donde está la habitación de Kacchan.

Al ver el pasillo más claramente, noté que es de un color rojo, está oscuro, hay solo una única luz alumbrando exactamente la puerta de Kacchan, pero la luz parpadea de un modo que hace que todo alrededor se ve demasiado tétrico.

El llanto es más claro, corro a su habitación, lo escuchó llorar, por alguna razón eso me pánico y miedo, no me gusta escucharlo llorar; llamó a su puerta, golpeo con fuerza pero él no abre, grito su nombre, no obtengo respuesta, parece que el llanto se vuelve más fuerte convirtiéndose en gritos desesperados. Entro en desesperación, empujo una y otra vez la puerta hasta derribarla, dentro de la habitación hay oscuridad absoluta, pero distingo un ligero rastro de sangre, mi cuerpo tiembla, no tengo el valor para llamar a Kacchan.

El sonido de lamentos se escucha de nuevo, doy un paso a dentro, y al instante aparecieron unos ojos rojizos, rápidamente se escuchan pasos acercándose, lo veo, aparece frente a mí, tiene varios cortes en el cuerpo, pero lo que más me estremeció y me hizo mirarlo con horror, fue la sangre que descendía de entre sus piernas, de donde más sangraba, varias lágrimas recorren su rostro, veo que también tiene sus ojos hinchados y rojizos de tanto llorar.

No me dio tiempo ni siquiera de hablar o de moverme cuando lo escuche decir:

- ¡¡¡¡LARGATE!!!! – me gritó con todo su ser.

Jamás me había gritado de ese modo, ni siquiera en la adolescencia cuando me hacía bullying, me había mirado con tanto odio y desprecio. No tuve tanto tiempo de reaccionar cuando la puerta fue cerrada en mi cara.

Aquel sonido hizo que me despertará inmediatamente.

.

.

Estoy bañado en sudor, mi respiración es irregular, todo el cuerpo me tiembla. Hacía mucho que no tenía aquel sueño. Me sobresalté al sentir una pequeña palmada en mi brazo.

Volteé y vi a Natsuki junto a ella está Itsuka parados con algo de esfuerzo en mi cama. Parpadee varias veces, e incluso me volví a recostar y me volví a levantar para saber que ya no estoy soñando.

NO ESTOY SOÑANDO REALMENTE ESTÁN EN MI HABITACIÓN. Me levanté apresurado para abrazarlos, pero me detuve casi al instante, recordé que no me sentido bien, y no quisiera contagiarlos.

Escucho a Kacchan llamarlos, e ingresa a la habitación.

- Mocosos aquí están – los mira un poco molesto al momento que los carga en sus brazos, después se percata de mí – oh...ya despertaste... - me mira sin mucho interés, más bien pareciera que esquiva el mirarme directamente.

- Lo siento...no entiendo nada... ¿qué está pasando? – .

- Aaah... - suspira desganado – tu si quieres un caso perdido... - toma un termómetro que pone en mi hombro – te encontramos desmayado, llamé al médico del pueblo tardo un poco en venir, así que hice un remedio ligero, te dio una fuerte gripa, tenías la fiebre muy alta – el termómetro hizo un ligero pitido – pero veo que ya ha bajado – dice al leer la temperatura.

- ¿Cuánto ha pasado? – pregunte al momento que comienzo a moverme de la cama.

No recibí respuesta, al alzar mi mirada, veo que contiene un cierto puchero combinado con reproche, sus mejillas se iluminan ligeramente.

- Bueno...eso fue ayer...cuando el doctor vino, ya era algo tarde, los cachorros ya no deben salir a esa hora...así que pasamos aquí la noche – la última oración la dijo tan bajito y quedito, que por poco y no comprendo lo que dice.

- Oh – mi característica risa nerviosa salió a la luz, me cambié rápidamente.

- No necesitas levantarte – indicó Kacchan – descansa un rato más, los cachorros y yo ya nos íbamos, limpie algunas partes de la casa que tenías en pésimo estado – agregó mirándome ferozmente.

"Estoy agradecido por todo lo que Kacchan ha hecho por mí, pero no quiero que se vayan, quiero que permanezcan conmigo" – aquel último pensamiento me alteró un poco, inconscientemente me hizo tomar de la muñeca a mi amigo de la infancia.

- Ammm...etto...yo, por favor... ¿podrían quedarse un rato más? Yo no quiero estar solo... – desvíe mi mirada, seguramente luzco tan patético y lamentable que Kacchan es lo último que quisiera.

Me preparo para un posible regaño o grito de su parte, pero a cambio de eso únicamente suspira, pero en ese pequeño suspiro sentí muchas cosas un ligero alivió, un pequeño grito de desesperación y tal vez algo de alegría...claro que tal vez sigo enfermo y todo aquello mi mente lo esté imaginando.

- Descansa otro rato, iré a preparar la cena – comentó mirando a los cachorros.

- ¡¿Cena?! – gritó impactado mirando hacia la ventana, la tarde había comenzado a caer.

- Pfff...Jajaja – soltó una risa entre burlándose de mí y de la situación – sí idiota, haz hibernado como oso, toma un baño y baja a comer, ya es hora de tu medicina, tomalá cuando salgas de bañar – cerró la puerta tras de sí.

Después de que Kacchan se fue, me ruborice completamente, mis orejas ardían, no sólo fue por la pequeña interacción y todo lo que hizo por mí, sino que el pequeño rato que estuvo junto a mí, llenó la habitación con su aroma; mi corazón se acelera emocionado.

Me baño, me cambio con algo ligero, tomo la medicina, y bajo hacia la primer planta, creo que dure en todo eso unos 40 min, fue difícil que ponerme de ropa sabiendo que Kacchan está en casa, y casi toda mi ropa es deportiva.

Desciendo las escaleras, pero voy lentamente, escucho risas de los cachorros, alguna canción de bebés pegajosa, y la voz grave pero tierna de Kacchan, me quedo sin palabras al verlos, tiene a ambos bebés en sus brazos, hace pasos de baile un poco toscos pero estos movimientos son los que provocan risas en los menores, sus risas son lo que hacen sonreír a Kacchan; me siento lentamente, quiero admirarlos por mucho más tiempo sin que noten mi presencia, aquella es la mejor vista de todas...


Un roto para un descosido (DekuKatsu)Where stories live. Discover now