Cap 17: Limando asperezas

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Un auto negro llegó donde el camino se divide, del lado izquierdo se llega directamente a la casa de Katsuki y del lado derecho a la casa de Izuku... titubeó un poco nervioso, su beta toma su mano.

- Tal vez debas ir tu solo a hablar con Midoriya, mientras yo visitaré a Bakugo - recomendó Aizawa intentando hacer una sonrisa para motivar a su pareja.

Sin embargo, a pesar del apoyo de su pareja, no se sintió con ánimos, sigue un poco temeroso, con lo que fragmentó la relación de su antiguo discípulo, no se lo ha podido perdonar, pero creé que ya es tiempo de limar asperezas, y si realmente quiere ayudar a Bakugo, necesitará de toda la ayuda del Delta pecoso, y para ello, primero tienen que pasar página... la pregunta esencial aquí es... ¿podrán? ¿Recibirá el perdón que tanto ha estado implorando?

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Mientras tanto en la casa de Bakugo, el ambiente ha mejorado un poco, las pesadillas se pausaron un poco, no sabe ¿por qué? Pero desde que Izuku lo ha estado frecuentando más y apoyando un poco con los cachorros, ha mejorado su salud tanto física como mental.

Pasó un mes tan rápidamente desde que el pecoso ha iniciado a "pasar" a su casa, que más que visitarlo un rato, ha llegado a quedarse uno o dos días, claramente esto no pasó de la noche a la mañana, sino que fue paulatinamente, los cachorros han comenzado a familiarizarse con su figura paterna, por lo que hacen un alboroto cuando el peliverde se va, o tarda más de dos días en visitarlos.

Estas "visitas" les han permitido acercarse un poco más, aún no saben a profundidad sus historias, poco a poco van conociéndose de nuevo, por ejemplo Kacchan tiene una idea de porqué el pecoso dejó su vida de héroe, a veces lo regaña y le da ciertas indirectas para que vuelva a organizar su vida y retome su deber de Héroe de la Paz, aunque termina siendo eludido con el cambio de otro tema.

Y lo mismo va para Katsuki, cuando Deku le intenta preguntar sobre ¿por qué el cambio tan repentino de su vida? ¿Por qué dejar de ser héroe? ¿Por qué abandonar a sus padres? ¿Por qué perderlo todo? Un embarazo no era para desaparecer de tal manera; el cenizo claramente al oír cualquiera de estas preguntas o temas, le mira reprochadoramente, y le da un advertencia de que será echado de su casa si continua; por lo que Izuku no tiene de otra que cambiar de tema, o solo enfocarse en los cachorros.

Se visitan y se ven más frecuentemente, pero como se dijo antes, no quiere decir que los muros entre ellos se hayan derrumbado.

El omega cenizo escucha el timbre de su casa.

- Vaya el nerd inútil vino más rápido de lo que imaginé... - hace una cara graciosa a su hijo a quien está cambiando el pañal - hoy le daremos mucho trabajo, ¿verdad mis pequeños diablillos? - sonríe ampliamente, y sus bebés lo imitan.

Su mamá está de buen humor y ellos también. El timbre sigue sonando.

- Ya voy, ya voy - abre la puerta de golpee - pendejo idiota, ¿qué no sabes esperar? - reacciona al ver que se trata de una persona distinta - ¿Aizawa sensei? - queda extraño por su inesperada visita.

- ¿Puedo pasar? Siento tocar mucho, pero necesito usar tu baño - le mira con una expresión graciosa, hace es una mirada tipo "URGENTEMENTE"; el cenizo cae en cuenta y lo deja pasar inmediatamente.

Deja a sus cachorros en el corral con varios juguetes, pero los mira de reojo, su pequeña hija es la que más ha avanzado, ahora sabe pararse, y abrir la puertita del corral, ¡oh! Pero su hermano no se queda atrás es un buen cómplice, es mucho más sigiloso que su hermana, por lo que Katsuki le presta mucha más atención.

- Viejo, me hubieras avisado que vendrías, no tengo nada preparado - le regaña una vez que ve a su antiguo maestro salir del baño.

- Lo siento, no lo planee - se disculpó - Yagi tomó la decisión de repente - comentó al sentarse en el sofá y saludar a los cachorros.

- ¿Y eso? No los esperaba hasta el próximo mes - se acerca a ofrecerle un poco de té.

- Mmm... - dudo el beta pelinegro si contarle al cenizo, pero no había de otra - él vino a intentar disculparse con Midoriya, por lo que pasó hace 5 años - respondió al fin.

A Katsuki se le cayó su té al escuchar aquello, sus ojos se abrieron por el asombro, sabe de qué está hablando Shota, pero la última vez (hace tres años) que Yagi intentó disculparse, llegaron a un pelea que destruyó su relación, pelearon hasta los golpes, y nada terminó bien; el dolor y rencor segó a Izuku aún y después de dejar inconsciente a su antiguo mentor, todo se fragmentó.

Y no es algo que sólo ellos saben, sus amigos, familiares y toda la ciudad se enteró, fue una pelea bastante grande.

- No crees que se maten ¿o sí? - le pregunta con temor a su ex profesor - aquí no hay quién los pueda detener, aquella vez todo el equipo intentó frenar al inútil de Deku, incluso yo estaba ahí; aquí solo hay ancianos - su voz suena con un poco de temor.

- Tranquilo... - le intenta calmar el pelinegro - por alguna razón siento que esta vez será diferente - le mira firmemente.

- ¿Así? ¿Por qué? - su tono es algo molesto, no ve ninguna solución o ayuda que puedan dar.

- Tú - responde sin temor alguno y después mira a los cachorros - y ellos, las cosas son muy distintas ahora, ¿no crees? - sonríe tan pacíficamente.

A Bakugo le toma por sorpresa aquella respuesta, pero hay algo más que Aizawa no le está diciendo, y no dudará en averiguarlo.

- ¿Ya están listos los resultados de mi análisis? ¿Cuándo estarán listas mis pastillas para mis celos? - pregunta con su mirada molesta.

Ahora el omega pelinegro evade la mirada y preguntas del cenizo, será una larga charla después de todo...

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El Delta pecoso, está canturreante en su casa, tuvo una hermosa mañana, durmió muy bien, se bañó relajadamente, se arregló y preparó los bocadillos que acordó llevar a la casa del omega cenizo, pues quedaron en comer esa tarde y después salir a dar un paseo por el pueblo con los cachorros, claramente Katsuki dijo "salida" pero Izuku escuchó "cita" por lo que ese día está más emocionado de lo normal.

Ya casi es la hora, terminó el pequeño pastel y bocadillos, se mira al espejo, va sencillo, una playera blanca, un pantalón de mezclilla, con sus típicos tenis rojos y lleva una chamarra por si hiciera frío en la noche, a pesar de que es primavera, las noches suelen ser muy frescas.

Tomó sus cosas, y se dispuso a irse; quien imaginaría que cuando abriría la puerta, su antiguo maestro, ídolo y figura paterna, se encontraría en el pórtico de su casa, con una tonta sonrisa nerviosa, llevando lo parecido a un regalo.

El pecoso le miró breves instantes... su día se arruinó...



Autora-san: Yo espero putazos!! D:<

Un roto para un descosido (DekuKatsu)Where stories live. Discover now