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Jungkook P.V.

Miré mi reloj, eran las ocho de la noche, y con suerte había conseguido calentar una sopa instantánea. Me encontraba lo suficientemente frustrado como para tomar un pincel y un lienzo, y descargar todo ese sentimiento. 

20:50

21:30

21:45

Pasé una mano sobre mi frente y maldije bajo cuando recordé la pintura embarrada en ella. 

— Uff, genial... 

Tomé la paleta de colores y me concentré en combinar los colores correctos y conseguir ese tono que describiera exactamente mis sentimientos. Lo intenté por largos minutos hasta que conseguí un triste gris azulado, entonces sonreí con aspereza y sin querer me miré en el espejo que colgaba frente al pasillo. Mi rostro estaba manchado de una gama de colores, gracias a mi estupidez. 

Todo lo malo que sucedía conmigo era gracias a eso, era estúpido. Todo el vacío y dolor que siento hoy es causado por mí, y desearía no sentir esto.

Dieron las 22:15 y escuché la puerta abrirse con un sonido leve. Jimin  apareció con la mirada gacha. No tuve tiempo para murmurar un saludo, porque él corrió a su habitación sin más.

Dejé mi paleta de colores en la mesa y completamente preocupado por él corrí hasta su puerta. Golpeé la madera con los nudillos dos veces. —Jimin , ¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?

Él no me respondió, entonces intenté abrir la puerta, pero se encontraba con seguro.

— Hyung  , si necesitas hablar con alguien, aquí estoy. 

—No necesito nada, Kookie, buenas noches —lo escuché sollozar, era obvio que algo malo sucedía con él. Su voz se escuchaba estrangulada, y no podía dejar de preocuparme por él. 

—Bueno, estaré en mi habitación... sabes que puedes hablar conmigo.

Dicho esto me retiré, dándole el espacio que necesitaba. Tomé mis pinceles y demás utensilios, para luego ir a mi habitación y darme una ducha. Mientras el agua caía sobre mi rostro, no pude dejar de pensar en Jimin  y los miles de escenarios de su cita con Chanyeol. 

Dieron las dos de la mañana y me fue imposible conciliar el sueño, estaba intranquilo. Jimin  sufría, y no sabía la razón, lo más seguro es que fuera culpa de Chanyeol. Me entristecía pensar en ello.

Cerré mis ojos intentando conciliar el sueño, entonces luego de un par de minutos de dormitar, sentí como el lado derecho de mi cama se hundía. Me giré exaltado, y entonces lo vi, aún en la oscuridad podía sentir esos ojos azules observándome con detenimiento, me giré por completo y entonces él me abrazó, acurrucando su rostro contra mi cuello e instintivamente lo envolví entre mis brazos, acurrucando su pequeño cuerpo contra el mío. No importaba cuánto daño me hiciera, no podía solo apartarme de él y dejarlo solo.

Acaricié su espalda y su cabello hasta que se quedó dormido entre mis brazos. Lo adoraba tanto que dolía. 

[...]

Recibí una llamada esta mañana, la persona encargada de la sala expositora de arte "Chinn Art" se comunicó conmigo sorpresivamente.

Me encontraba medio dormido cuando me puse en pie y fui a tomar el teléfono, miré mi reloj, eran las siete de la mañana, y Jimin  no estaba. Lo sentí desenvolverse de mi hace un par de horas, supuse necesitaba alistarse para ir a clases. 

Junté el teléfono a mi oreja y murmuré un soñoliento "Hola".

Una aguda, y a su vez, firme voz me saludó. —Hola, buenos días ¿Con el señor Jeon?

—Sí, con él habla.

—Oh, buenos días, señor Jeon. Mi nombre es Byun BaekHyun, soy la persona encargada por el Señor Byun Mark  para pedir la aprobación de las obras que se expondrán en nuestro museo este mes. 

Me desperté por completo cuando escuché la palabra "aprobación" esto sonaba jodidamente bien.

—¿Si? Emmm, mucho gusto.

—El gusto será mío. Me gustaría conocerlo, señor Jungkook , deseo hablarle sobre las condiciones de nuestro acuerdo...

—¡Aguarde! ¿Eso significa que expondrán uno de mis trabajos en su museo?

El hombre al otro lado de la línea soltó una simpática risa y dijo. —Así es, no sé por qué lo sorprende, ¿Nunca nadie le ha dicho lo magnificas que son sus obras? Me sorprendió leer su solicitud y saber que apenas tiene veintitrés años.  

—No sé qué decir.

—Dígame a qué hora podríamos reunirnos aquí.

Estaba a punto de saltar de emoción, sino fuera por mi terrible temblor, este era mi sueño y era una locura que se estuviese cumplimento ahora. 

—¿Le parece bien dentro de una hora? —pregunté, mientras caminaba por toda la sala con el inalámbrico contra mi oído, no podía creerlo.

—Perfecto, lo estaré esperando en el salón de exposición. Hasta pronto.

—Hasta pronto. 

[...]

No tuve tiempo de desayunar, justo ahora me encontraba abandonando la estación con rumbo a "Chinn Art", podía observar la fachada del mejor museo de Seúl, y aún no me hacía a la idea de que una de mis pinturas seria expuesta allí. 

—De acuerdo, Jungkook —me dije a mi mismo ante la puerta del edificio—, entra allí y pregunta por Byun BaekHyun... supongo que es el hijo del Sr. Mark —respiré profundo y empujé las puertas de cristal. 

—No tienes que ponerte nervioso, solo habla con él —me dije con seguridad, o eso pretendía—. BaekHyun se escuchaba como una persona muy amable y joven. 

Me volteé inseguro, observando por todas partes, el frío del lugar congelaba mi piel, ese era lo único que solía molestarme de los museos. 

Caminé por el salón observando las diferentes pinturas en exposición. Observé a menos de diez personas repartidas una por una frente a una obra diferente.  

—Byun BaekHyun, el señor Byun BaekHyun —pasé murmurando detrás de los caballeros, y en el caso de las damas, a ellas le ofrecía una cordial sonrisa. 

—Byun BaekHyun —bufé cuando pasé detrás de la última persona en el salón. Esto empezaba a impacientarme, porque sentía mis nervios e inseguridades crecer a cada segundo. Pero entonces giré con brazos extendidos hacia la isla del salón, y para mi curiosidad me topé con los ojos divertidos de un chico, bien, no era exactamente un chico, con ese traje formal lucia más como un hombre de negocios, pero nada le quitaba la frescura a su rostro. 

Algo me decía que él era Byun BaekHyun, más cuando esbozó una simpática sonrisa, al parecer llevaba observando esculturas antiguas desde mucho antes de que pusiera un pie en este lugar. Me acerqué a él y me quedé admirado con su atractivo, él era realmente impresionante, cabello rubio, ojos cafés, pestañas largas y los pelos en su rostro parecían ser apropósito, porque lucia muy bien.

—Hola, ¿Es usted Byun BaekHyun?

Él asintió y con una sonrisa me dijo con la misma voz aguda y a su vez firme. —Así es, Sr. Jeon, pero preferiría que me llamara solo BaekHyun —me ofreció su mano para un apretón, tardé en responder, pero él comprendió mi distracción. 

—Oh, pues, ya que lo menciona, puede llamarme Jungkook, ya sabe…

—¿Puedo hablarte en confianza? —Preguntó sin soltar mi mano, yo asentí

—. Por supuesto.

—Bueno Jungkook, mucho gusto.

—El gusto es mío —él soltó su agarre, y por alguna extraña razón me sentí decepcionado al respecto, su mano era muy cálida y suave, todo en él parecía ser del mismo modo.

—¿Gustas un café? —preguntó, al mismo tiempo que me señalaba con su mano el camino. 

Asentí.

—Te lo agradecería mucho.

Él sonrió. 

—Magnifico, acompáñame, tenemos mucho de qué hablar.  

Posa Para Mí, Hyung♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora