Capítulo Catorce

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Al abrir los ojos aún me encuentro sobre el pecho de Harry el cual sube y baja de manera lenta anunciando que sigue dormido, su brazo aún me rodea con fuerza y nuestras piernas se encuentran enredadas entre sí.

Ambos estamos completamente desnudos y gracias a la luz del sol que se cuela por la ventana puedo admirar la blanca piel de Harry, su torso desnudos y las diferentes tonalidades que provoca la luz.
Luce tan en paz, tan vulnerable. Está inmerso en un profundo sueño, sus pestañas descansan sobre sus pómulos y su boca enrojecida está ligeramente abierta.

Sonrío al ver su cabello hecho un lío, con hebras rizadas cayendo sobre su rostro y reposando sobre la almohada.

Trato de no moverme, no quisiera despertarlo y le ruego al cielo que este momento no termine pronto, me abrazo más a él, con toda la libertad del mundo y aspiro su aroma.
Siento unas ganas inmensas de llorar al sentirme a salvo entre sus brazos, al sentirme completamente pleno y relajado.

Deposito un beso sobre su pectoral izquierdo y me dedico a volver a recostar mi cabeza sobre su pecho.

Harry abre los ojos y me doy cuenta de ello en cuanto su mano derecha me toma de la barbilla y hace que suavemente mire hacia arriba, encarandolo.

Sorpresivamente me sonríe. Me había acostumbrado a siempre estar alerta cada vez que estaba en presencia de Harry pero ahora he bajado completamente la guardia.

Se dirige hacia abajo y presiona sus labios contra los míos, como si hubiera estado esperando toda la noche para volver a besarme. Acepto gustoso y sujeto su labio inferior entre los míos.
Siento mi corazón latir y un hormigueo en mi pecho, me siento feliz.

Enamorado.

Nos besamos unos minutos más y Harry finalmente se aleja no sin antes morder un poco.

—Debo irme.... —Susurra.

Y cierro mis ojos inconscientemente pues anhelaba nunca escuchar esas palabras, anhelaba de alguna manera detener el tiempo y permanecer entre sus brazos.

—Aún es temprano.—Respondo, aferrandome a él.

—Debo volver a mi habitación antes de que Ofelia despierte. Armaría un alboroto si me ve salir de aquí.

Y comprendo. Por qué siempre voy a comprender a Harry. No necesita una preocupación más o alguna otra diferencia con Ofelia. No es necesario agregar una moneda más al frasco de falta de afecto entre ellos dos. Sin mencionar que si comienza a crear sus propias conclusiones ella no lo soportaría, es demasiado recta como para ignorar o dejar pasar algo así.

Si ahora le tiene un poco de consideración a Harry, si descubre algo comprometedor toda esa poca consideración se iría a la mierda y esa sería su excusa para poder odiar libre y abiertamente a Harry.

Harry deposita un suave y corto beso en mis labios, se pone de pie y en ese instante ya lo extraño, siento el frío recorrer mi cuerpo y aunque lo mitigo con las sábanas comprendo de inmediato que lo que necesito son sus brazos.

Al verlo de pie puedo contemplar todo su cuerpo desnudo, tonificado por el arduo trabajo, con la piel algo quemada por el sol y múltiples cicatrices. Algunas en las piernas, en el abdomen, en los brazos.... Todas causadas por el trabajo tan duro. Harry hace completamente solo el trabajo que en otra granja harían cuatro hombres. Es demasiado.

Termina de vestirse y salgo de mi ensimismamiento, toma sus botas con una mano, me dedica una última mirada y finalmente sale de mi habitación, caminando muy lentamente con sus pies descalzos, haciendo crujir la madera lo más mínimamente y finalmente volviendo a su habitación.

La Nube Gris (l.s)Kde žijí příběhy. Začni objevovat