Capítulo Dieciséis.

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Las últimas tres semanas han sido de ensueño. Ofelia ha vuelto a encerrarse en su habitación en cuanto encontró un par de zapatos de bebé que le pertenecían a Xavier mientras limpiaba su armario. Desde ese día solo me abre la puerta a mi para darle los platos de comida pues se rehúsa a hablar con Harry por aquel día libre que se tomó.
Sigue completamente molesta con él y antes del encierro no perdía el tiempo para atacarlo e insultarlo.

Para mí es realmente bueno que se haya encerrado de nuevo. Desde afuera escucho sus sollozos a diario pero al menos tengo más libertad en la cocina.
Yo me encargo del desayuno, la comida y la cena. Me esmero al máximo pues en cuanto Harry cruza la puerta mi corazón late de alegría. Nos sonreímos discretamente y me dedico a servirle la cena y preparar su café mientras me comenta brevemente algunas cosas de la granja. Comemos juntos entre miradas cautelosas y al final el se retira a darse un baño. Yo recojo y limpio todo para dejar todo en orden para el día siguiente y me dirijo a mi habitación.

Después de un par de horas, cuando ya es media noche y existe la seguridad de que Ofelia se ha dormido por completo debido a la cantidad elevada de pastillas para dormir, Harry baja. Con pasos muy silenciosos abre la puerta de mi habitación, camina hacia la cama y se mete entre las cobijas. Yo sonrío y me abrazo de inmediato a él, inhalando su aroma y sintiendo su corazón latir bajo mi oído.

Aveces hacemos el amor, otras veces el cansancio solo nos permite darnos unos cuantos besos antes de caer dormidos y algunas veces simplemente disfrutamos de la presencia del otro.

Desgraciadamente Harry se va antes de que amanezca y la rutina vuelve a iniciar....

... Y no podría ser más perfecto.

Es como si estuviéramos en un mundo de fantasía, uno en el que olvidamos por unos instantes la oscuridad en la que vivimos. Una en donde simplemente podemos comer juntos y dormir juntos de manera normal. Cada segundo que pasa se siente cada vez más normal y cosas tan simples como haber descubierto que la comida favorita de Harry es la pasta con salsa de tomate y que su bebida favorita es la limonada me hacen sentirme cada día más afortunado.

Me he descubierto inmerso dentro de un sueño doméstico en donde aveces me gusta imaginar que Harry es mi esposo a pesar de que no creo en las bodas. Simplemente cuando estamos juntos la granja se siente hogareña, puedo prestar atención a los cantos de los pájaros y he salido un par de veces a acariciar a las vacas y a darle de comer a los pollos.

Exceptuando el momento en el que tengo que tocar la puerta de Ofelia para brindarle alimento y pasar casi dos horas intentando convencerla de darse un baño, todo es perfecto.

La mirada de Harry es completamente diferente a cuando llegué por primera vez a la granja, ya no luce abatido ni molesto, ahora es normal ver sus ojos brillando y sonríe más seguido...

... Así es como debería de haber sido desde siempre.

Aveces realmente me pregunto, ¿como seríamos nosotros si ambos hubiéramos tenido una vida normal? Una vida sin abusos ni odio....

Me pregunto que persona sería yo. Seguramente sería alegre y espontáneo, la soledad no sería un miedo ni una preocupación en mí vida. Seguramente sería gracioso y me habría encantado ser profesor. Tal vez vería todos los colores en el mundo y las lágrimas no saldrían tan seguido. La tristeza sería algo ocasional y no algo habitual....

Y Harry....

¿Qué persona seria Harry?

Me gusta pensar que sería un chico encantador, de esos que conoces y de inmediato iluminan tu día. Un chico amable y atento, amoroso y lleno de vida, tan trabajador como siempre y con miles de recompensas. Tan auténtico y soñador. Tal vez en otro mundo el reiría a carcajadas y se detendría a oler las flores...

La Nube Gris (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora