Capítulo 8

1.7K 161 68
                                    

Desde que era muy pequeño, Izuku siempre amó mucho a sus padres, Inko Midoriya, su madre y Yagi Toshinori, su padre y también su ejemplo a seguir y héroe.

La admiración que Izuku sentía por su padre era sin lugar a dudas inmensa, él veía en su padre todo lo que un día llegar a ser, y por esto mismo desde joven trataba de demostrar a su progenitor lo mucho que lo amaba, como ahora por ejemplo, en estos momentos un pequeño Izuku de 3 años se acercaba a su papá, jalando el pantalón de este levemente con un hermosa sonrisa en el rostro, y logrando llamar su atención enseguida.

—¿Qué ocurre bebé?—Preguntó Yagi, mirando a su hijo con ternura y levantandolo en sus brazos sin casi esfuerzo, después de todo el padre de Izuku era un hombre fuerte, musculoso, con cabellos rubios sobre su cabeza y profundos ojos azules, además de una enorme sonrisa.

—¡Mida papá! Dibujé esto pada tí—La vocecita de Izuku, siempre pronunciando mal la r, hizo al corazón de Yagi derretirse en pura ternura, mientras tomaba el dibujo que su hijo le había dado.

—Oh.. pero qué lindo Izuku—Yagi dejó de mirar al dibujo para dirigirle una mirada feliz y una sonrisa a su hijo, en el dibujo se mostraba a dos personas, echas con un círculo como cabeza y rayas como extremidades, una persona más chiquita que la otra, con rayas verdes sobre la cabeza y pecas sobre las mejillas, la persona más grande tenía rayas amarillas sobre la cabeza y ojos color azul junto a una sonrisa, ambas tomadas de la mano, rodeados de flores, y en la parte superior de la hoja había un intento de corazón, sin dudas era un dibujo de el mismo Izuku tomado de la mano de su papá.

Lo malo para Izuku en todo esto, era que desgraciadamente su padre solo se quedaba algunos días en la casa, luego regresaba después de una semana o menos, aunque era poco tiempo Izuku siempre lloraba por extrañar a su papá.

La razón de las salidas de Toshinori eran simples, era un boxeador, bueno apenas estaba iniciando como boxeador y debía entrenar, para prepararse para las luchas que tendría. Apresar de ser nuevo en este deporte, su fama crecía increíblemente rápido y debía invertir aún más de su tiempo a el deporte que practicaba.

—¿Volverás mañana papá?—Preguntó un Izuku de ya 4 años, sujetado de una de las piernas de su padre.

—Por supuesto que sí mi muchacho—Respondió con una sonrisa Yagi, acariciando los cabellos de Izuku con cariño.

Pero.... Yagi no regresó al siguiente día, ni al otro, ni después de una semana, ni de un mes, regresó tres meses después, con un ojo morado y la victoria de una batalla entre sus manos.

Cuando Izuku vió a su padre entrar por la puerta de su hogar, no lo pensó dos veces antes de lanzarse sobre él, llorando como el niño que era.

Le reclamó el porque de su mentira y Yagi se escusó, diciendo que estuvo muy ocupado con su trabajo y no pudo volver antes, y esa vez, Izuku lo perdonó.

En los siguientes días que estuvo su progenitor en su hogar, Izuku pudo notar que ya no recibía la misma atención que antes, ahora su padre pasaba más tiempo en el celular respondiendo llamadas, pero igual tuvieron mucho tiempo juntos, aunque su padre tenía que salir todas las tardes y volvía en la noche.

Cuando su padre estaba en la puerta, listo para irse otra vez, Izuku se acercó dudoso a él.

—Papi, ¿Tardarás mucho en volver?—Preguntó jugando con sus dedos de manera nerviosa, no le gustaba para nada que su papá estuviese lejos tanto tiempo, le quería mucho y siempre se ponía muy triste cuando no estaba.

—No, esta vez no demoraré, no tienes que preocuparte, volveré en una semana—Le respondió su padre, pareciendo muy seguro de lo que decía, y aunque Izuku tuvo sus dudas con respecto al hecho de que su padre le había mentido ya una vez, decidió darle otra oportunidad.

Voy a Quedarme (BakuDeku)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz