Trono de Cuervos

49. Constantino.

49.
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Sabía que no tendría un momento de paz cuando Cas entró luego de que Esen se fuera, le ordené al menos que cerrara la puerta mientras me servía otro vaso de whisky.

Necesitaría un galón para lidiar con esto.

──¿Qué fue lo que le hiciste a Raizel? ──demandó el descarado──¿Qué te traes con ella?

──No me pruebes la paciencia, Cas ──lo detuve──. Ya tuve suficiente por esta noche.

Él no tomó la advertencia, avanzó hacia mí.

──Dime qué le dijiste ──insistió──. Primero pediste hablar con ella, aquella vez que la invitaste a almorzar, luego ella empezó a comportarse extraña conmigo, me terminó y ahora me entero de esto, es una donante por tu culpa, ¿qué fue lo que le dijiste?

──Quizás recordó todas las veces en las que le fuiste infiel ──Sonreí, dirigiéndome al bar por otro trago.

──Mis relaciones no son tu problema, lo que pase entre nosotros no es tu jodido problema, mi vida no es tu jodido problema ──me gritó a la cara.

──Pero la mierda que haces y que yo tengo que tapar sí que lo es, ¿no es así? Cuando te fuiste a los golpes con el protegido de Lessar y yo tuve que interceder por tí, cuando tú y los idiotas de tus amigos se meten en bares clandestinos para jugar con los donantes, entonces sí es mi jodido problema.

Él se vio pálido, todavía tan estúpido como para creer que yo no lo sabía. Solo un momento antes de volver a la furia ciega.

──No eres una mierda para meterte en mi vida y si vuelvo a verte en mis asuntos...

Entonces sí, lo empujé contra la pared, sostuve las solapas de su traje para mantenerlo espabilado.

──Tu novia estará bien porque a diferencia de ti, sí tiene cerebro, tú me necesitas, toda la mierda que hago es para ayudarte a que consigas algo, te di un puesto en la empresa, la mejor educación. Soy la única mierda que mantiene esta familia en pie, si fuera por Eliseo tú y todos los demás no serían más que daños colaterales.

Apenas noté cuando irrumpieron en la habitación.

Un empujón me alejó de Cas, y entonces Cassiel y Erin lo sostenían, chequeando que estuviera bien mientras Feriza me sujetaba con fuerza, clavando sus uñas en mi antebrazo.

Alcé las manos un momento.

──Salgan de la habitación, ahora ──rugí.

──¿Qué mierda estás diciendo, Constantino? ──exigió Cassiel.

──Está alterado, no hablen ahora ──intercedió Erin──. Ven, Cas, ven conmigo.

──¿Qué estabas diciendo? ──demandó Cas otra vez, con más escepticismo que rabia.

──Ven, Cas, vamos, acompáñame ──ordenó Cassiel.

Pese a su enojo, Cassiel seguía siendo la cabeza más fría en nuestro encantador grupo familiar, y con firme convicción logró persuadir al menor de los Karravarath y su rabieta.

Erin se fue detrás de ellos, cerrando la puerta, no sin antes dedicarme una mirada cargada de veneno.

──Me alegra haber vuelto a tiempo para ver el declive de los Karravarath ──se burló mi adorable hermana──. Estuve en su apogeo, sería lo justo.

──¿Y entonces qué? ¿Correr a los brazos del imbécil de Renagás?

──Todavía crees que tuvo que ver con él, no me interesa Renagás y la disputas que ustedes tengan con su familia, me fui con él porque quería huir de esta familia de porquería.

Sonreí, fingiendo que me creía sus estupideces.

──Vete, Feriza, no tengo paciencia para aguantarte ──advertí──. Igualmente, quizás pronto te envíe lejos de aquí, así no tendrás que soportarnos, siempre cumplo tus deseos, ¿ves?

El odio latió con fuerza en sus ojos.

──Te odio ──siseó──. A ti y a lo que le hiciste a esta familia.

──Soy el único que la mantiene en pie.

──Deja de fingir que haces esto por nosotros, cuando eres incapaz de ver por alguien más que no seas tú mismo.

──No lo entiendes ahora, Feriza, pero lo harás, eventualmente ──Intenté serenarme.

──¿Y tu novia lo entenderá? Cuando se entere porque la quieres cerca...

──Feriza...──intenté hacerla callar, como siempre, en vano con ella.

──¿Ya le dijiste dónde tienes a su madre? ¿Le sacaste sangre? ¿Cuánto tiempo hasta encerrarla en ese laboratorio?

Hasta entonces entendí el nivel en el que Feriza me creía un monstruo.

──Lo entenderán en su momento, tú, Cas, Cassiel y Erin...

──¿Caín ya lo hace verdad? Siempre fueron ustedes dos, juntos, los más parecidos a él.

Decidí no caer en su juego.

──Eras igual que nosotros, Feriza, el tiempo lejos de la realidad te volvió... inestable, la falta de aire en Val Trael te volvió débil pero volverás con nosotros, eventualmente, somos tu familia.

El odio en sus ojos me advirtió que así era.

──Desde que intentaste venderme, Constantino, ya no eres mi hermano, ni tú ni Caín, nunca tuve padre y ahora tampoco tengo hermanos.

Luego de eso se fue, dejando el aire pesado, como si estuviera lleno de una carga eléctrica, todos los demonios con los que cargaba mi familia.

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Hola, hola.

¿Qué les pareció el capítulo?
Es corto pero creo que sienta muy bien las dinámicas y el rol de cada uno en la familia Karravarath.

¿Qué opinan de Constantino?

Gracias por leer 💞