Capítulo 4 - 🔥Bajo la marea mis manos son más cálidas.🔥

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Notes:

xunáan: "dama"

Itzia: Princesa

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Al llegar a la Caverna de Namor, la única burbuja de aire del lugar, fue bienvenida por Attuma y Namora, un pequeño gesto con la cabeza y le fue entregada una manta de secado rápido para ella.

—Reina Shuri, utilice esto para secarse y mantenerse cálida en nuestro Reino —Namora comentó mientras se alejaba una vez que le entregaba lo planeado, su mirada aún no se mantiene del todo amable, pero si cordial, el respeto de un invitado de su Rey.

Aunque a Shuri le causaba extrañeza que estuvieran preparados para ella, como si él hubiera sabido que pasaría, aceptó sin resentimientos secándose con esmero, notando hacia donde se había ido su acompañante.

Namor se había adelantado el paso hasta llegar a su cabaña - oficina, donde mantenía sus recuerdos centenarios, pinturas, lienzos en blancos y en unos banquitos podía ver como algunos restos de pintura se asomaban por el suelo y pinceles siendo remojados en cestos con agua.

La mirada de la joven se desvió al mural que se notaba recién pintado en una de las paredes, sabia que era, quienes eran, pero lo único que podía pensar era en un ¿Porque? Por que mostrar la batalla, su derrota, la mayoría de los monarcas de la superficie darían lo que fuera por poder eliminar una derrota, por maquillar una humillación, pero Namor lo hacía ver como si de algo hermoso se tratase, ellos dibujados como las antiguas profecías de antaño, peleando a muerte, ella como pantera y el como un Dios - Rey con su tocado de serpiente emplumada, se veían ambos tan exóticos y llamativos.

Su mano por inercia quiso extenderla hasta tocar la pared, cuando la mano de Namor la bloqueo, juntando sus manos ella sorprendida y frunciendo el ceño dirigió su mirada ahora a sus manos, cuando no notaba la creciente cercanía de él por su espalda, tan solo extendiéndose a su lado, mientras él también miraba su pintura.

—Cuidado Princesa —. Era ahora casi usual que en la compañía de la soledad y ellos dos, él se tomara la desvergüenza de llamarla tan "Cariñosamente". Algo que en su interior le gustaría evitar, pero de su boca no salen palabras para decirle que no lo hiciera, quizás simplemente no quería detenerlo y tan solo poder oírlo llamarle así, aunque fuese así, ella nunca lo admitiría. —. Si tocas el mural te podrías manchar, aún está fresco... No me gustaría explicar cómo fue que el vestido de la Reina fue vilmente manchado con pintura.

Ella retrocede su mano, sin embargo el ahora agarre de él sobre sus manos permaneció, guiándola a que se sentara cerca de la mesa donde mantiene más tesoros antiguos.

—Entonces, Tú querías hablar conmigo, ¿supongo que debería ser algo político no?

—Las delegaciones mundiales están en alerta, ahora saben quien eres, el mundo sabe de tu existencia, pero no saben que eres, ni donde estas refugiado, ni donde esta Talokan, al parecer tu muestra en escena con Vibranium no estoy segura si fue la mejor de las opciones, pero llamaste la atención... Estoy preocupada por todo en realidad.

—Reina, nuestra tregua se mantiene en pie, Talokan estará en guardia y a servicio según nuestro aliado Wakanda lo requiera, ahora con la liberación al mundo de mi Reino creo que lo más importante es ver que no quieran pasar a nuestras fronteras sin nuestro permiso ¿no es cierto? —Sonaba tan sencillo saliendo de los labios de él, cuando para ella era todo un movimiento político.

—Es bueno saber que Talokan está abierta a los cambios y aún mantienen las promesas y nuestra Tregua.

—Es más que una Tregua, es nuestra alianza Reina, durante mi vida yo recibiré a Wakanda como hermanos, pero el tiempo será el responsable de hacer a Talokan y a Wakanda unas naciones hermanas, entre ambos tienen que sanar heridas, curar, limpiar, sanar y cuidar... Como de la misma forma en que espero que su Reina pueda lograr a hacer lo mismo... —señaló Namor.

Donde el agua y la tierra se encuentran (Namor x Shuri)Where stories live. Discover now