𝙴𝚕 𝙳𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘 𝙽𝚘𝚜 𝙹𝚞𝚗𝚝𝚘 𝙳𝚎 𝙽𝚞𝚎𝚟𝚘

Capítulo 37

"Estás siendo demasiado educado. Solo paga cuando lo tengas”. La Sra. Wang agitó su mano.

“Por cierto, Chengrui ha llevado la carreta tirada por bueyes al campo para ayudar con la cosecha del repollo”, dijo. “Él no volverá para el almuerzo y la cena. Deberías venir más tarde para no tener que cocinar solo”.

“Gracias por la oferta, pero no puedo. Tengo que hacer la colcha lo antes posible. De lo contrario, no podré usarlo a tiempo”. Zhou Ying dudó por un momento, pero aún se negó.

"Eso es cierto. Entonces, te dejaré con tu trabajo." Después de que la Sra. Wang terminó de hablar, se dio la vuelta y salió.

Después de que Zhou Ying la despidió, inmediatamente cerró la puerta y regresó a la casa para ponerse a trabajar. Después de cortar la tela, la llevó a su espacio intermedio y usó la máquina de coser para hacer dos edredones de cinco pies y siete pulgadas y dos cobertores de cama. (1.8𝚖𝚝𝚜 𝚊𝚙𝚛𝚘𝚡)

Una vez que estuvo listo, lo lavó en la lavadora, lo empapó en un suavizante inodoro durante 15 minutos y finalmente lo secó por un lado.

Luego, fue al almacén y encontró dos fundas de edredón de algodón que pesaban cinco libras cada una y medían cinco pies y siete pulgadas de largo, una funda de colchón y la cortó en dos. Finalmente, encontró dos edredones de algodón de seda de seis pies y siete pulgadas de largo y los apiló. Planeaba usarlos como cobertor para la cama de ladrillo.(2.3𝚔𝚐, 2𝚖𝚝𝚜 𝚊𝚙𝚛𝚘𝚡)

Después de prepararlos a todos, los colgó para que se secaran en el techo de la villa en el espacio intermedio.

En cuanto a las almohadas, ya tenían dos hechas con tallo de sorgo. Acaba de hacer dos fundas de almohadas con la tela gruesa.

Después de que terminó, inmediatamente abandonó el interespacio.

Al ver que se estaba haciendo tarde, inmediatamente sacó una bolsa de albóndigas congeladas con un relleno vegetariano de su interespacio y las cocinó.

Después de descansar un rato, comenzó a hacer ropa con almohadillas de algodón, pero no pudo llegar a trabajar sin importar nada. Tenía que encontrar dos juegos de ropa que le quedaran bien en su espacio intermedio y tratar de remendarlos para que pareciera que los había hecho ella.

Sin embargo, incluso después de que Gu Chengrui regresara por la noche con el repollo, solo hizo su chaqueta acolchada de algodón.

Afortunadamente, tenían una cama para pasar la noche, y finalmente se consideró que los dos se habían calmado por completo.

Durante los siguientes dos días, Gu Chengrui fue a la casa del patriarca para ayudar con la recolección de coles, mientras que Zhou Ying continuó haciendo los dos juegos de ropa con relleno de algodón.

Al mismo tiempo, también hizo dos chalecos de piel de oveja a mano, cortó los diversos tipos de madera que sobraron cuando se reparó el techo en leña y los amontonó debajo de la pared.

La familia del jefe de la aldea también aprovechó la oportunidad para recolectar todas las coles en su patio trasero.

Cuando todo estuvo listo, los dos subieron la montaña durante cinco días seguidos. Mientras excavaban en busca de hierbas medicinales, también recogieron más leña. De repente, la pila de leña en su casa fue casi suficiente para quemar durante el invierno.

Por supuesto, también habían recolectado muchas hierbas medicinales, pero nada era precioso. Por lo tanto, solo pudieron desenterrar dos 𝘯𝘶𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘤𝘩𝘪𝘯𝘢𝘴 de 50 años del interespacio.

Al mismo tiempo, volvieron a llamar al perro que habían alimentado previamente. Después de que Gu Chengrui lo revisó y lo limpió, oficialmente era una mascota en su casa.

Después del desayuno, Gu Chengrui preguntó: "Bebé, ¿realmente no vas a ir a la ciudad?"

“¿No estás con el Sr. Tian? No iré a unirme a la diversión. Recuerde comprar cinco libras de judías verdes, cinco libras de soja y dos tinas pequeñas de agua cuando regrese”.

"Bien entonces. Luego debe descansar en casa durante medio día. No vuelvas a subir a la montaña." Después de que Gu Chengrui terminó de hablar, tomó las dos bolsas de hierbas medicinales y se fue.

Al ver esto, Zhou Ying recogió la pequeña bolsa que contenía la nuez china y la siguió. Después de despedir a los dos, estaba a punto de dar la vuelta e irse a casa. De repente, alguien detrás de ella dijo: "Eres la esposa de la familia Gu, ¿verdad?"

Esta pregunta repentina sorprendió a Zhou Ying. Cuando volvió la cabeza, vio a una mujer con el rostro cansado. La miraba con una sonrisa peor que alguien llorando.

“Sí, soy Zhou Ying. ¿Es usted la hermana del señor Tian?" Ella rió secamente.

“Sí, te has mudado por unos días, pero no hemos tenido la oportunidad de hablar. Ven a visitarnos cuando estés libre." La hermana Tian asintió.

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 °Erinnee°