Blessing Or Curse?

11

Pov autora

Al despertar izuku siente como si estuvieran sobre una nube suave y calida, no siente el frio familiar de los vestigios por lo que quiere hacer más duradero su estadia en aquel calido sitio, sin abrir los ojos se aburruca más en el monton de mantas, solo preguntandoce bagamente que hora seria.

Un peso sobre su pecho le dio una idea de que probablemente era tarde, sintio un movimiento y solo espero el impacto de dos patitas con las uñas un poquito salidas, más el golpe nunca llego, en su lugar un toque suave en su mejilla fue lo que recibió, extrañado abrio los ojos topandoce con una bola de pelos naranja y dos ojos verdes, parpadeo confundido recibiendo más toques en su mejilla.

-tu deves ser fizz -recordó ya que no lo avia visto anoche, acaricio entre las orejas del minino quien ronroneo en respuesta.

Se acomodo para quedar sentado con el gato en su regazo, su mente tuvo una lluvia de recuerdos del día anterior, se pregunto como el pequeño avia entrado ya que no estava cuando el se fue a dormir.

-entro mientras tu rubia favorita te vijilaba-la voz de Nana llamo su atención.

Vio al rededor notando que todos estavan esparcidos en la abitacion.

Salio de la cama con el felino en brazos, se sorprendió al notar lo calido que estava el ambiente a pesar de la presecia de los vestígios, la puerta fue avierta y salio asia el pasillo que dava a la sala, al entrar en esta oyó una melodia provenir de la cocina.

Se acerco un poco más su mirada se dirigio Asia el hombre rubio que tarareaba a la par de la musica, mientras se desplazaba al otro lado de la barra que dividia la cocina de la sala.

-el Diablo se escabullo en tu cuarto -una voz conocida lo hizo voltear a un lado-como amaneciste -pregunto el pelinegro dirigiendolo asia la mesa.

-mucho mejor, aunque tengo comenzón -hizo una mueca en lo último.

-es normal kid los vendajes son un fastidio pero deves mantenerlos asta recuperarte -hablo animado hizashi pasandole los platos a shota- te o jugo sweet -pregunto dirigiendoce al pecoso.

-Te esta bien -respondio con calma, aunque por lo general optaría por un cafe con dos de azucar, pero el te estará bien. Por ahora.

Una ves el rubio tomo asiento junto a ellos agradecieron y desayunaron en un ambiente ameno, por un momento izuku crello que le dirian que devia bajar a fizz mientras estaba en la mesa, algo que aizawa capto de inmediato.

-ivamos a imponer una regla sobre eso, pero no puedes ignorar los ojitos brillantes y los gestos tiernos por lo que decidimos dejarlo pasar -respondio la pregunta no echa del menor mientras yamada asentia en acuerdo.

-evita que suban a la mesa y ten cuidado con los palillos y las bebidas -aconsejo hizashi mientras bebia de su tasa.

El ambiente era tranquilo,cálido con un toque hogareño casi como una familia. oh! aquella palabra causaba un calorcito en su pecho que le davan ganas de llorar, era una sensación que no sentia hace años, le dolia saber que todo termimaria una ves este recuperado y vuelva a su rutina, no es que su vida fuera mala o eso cree el, el volver a despertar en un cuarto frio con el unico calor proveniente de Yoru y un par de mantas con uno que otro de sus abrigos de invierno sobre todo, el desayuno solitario con la musica de fondo para llenar el ambiente, algunos comentarios de los vestigios o el pasar los días libres o después de la escuela con los chicos. Como esxtrañaria esta calides y compania.

Luego de desayunar y lavar los trastes (izuku se ofrecio a ayudar, pero hizashi lo despidio y envio a sentarce al sofá junto a shota) el pecoso recordo que devia enviar un mensaje a shin sobre traerle a su hijo/mascota (por que si yoru era como su hijo y no avia dia que se separara de el aún si devia asistir a clases o patrullar, el gatito siempre lo esperaba y no se despegava de el y viceversa), con eso en mente volvio al cuarto tomando su teléfono que avia estado cargando durante la noche, entró al chat que tenian los tres en comun y envio su petición (sabía que el ceniso seguramente estava en casa del pelimorado). No paso mucho para recibir una afirmativa y el aviso de una reunion imprevista, se extraño, más aceptó y volvio a la sala con el teléfono en mano y ya cambiado pensando que seria lo que devian charlar que sea tan importante.