Desastre

43 3 3
                                    

  El frio en aquella habitación abandonada acompañaba al noxiano. A pesar de que Zaun era caracterizado por no tener momentos en donde el frio estuviera presente (esto debido a las distintas fabricas y químicos que rodeaban a la ciudad), en aquel momento una brisa fresca, o mas bien fría, envolvía por completo el cuerpo del noxiano. 

 Kai había llegado a su escondite, su apariencia no era de las mejores, no porque se hubiera metido en alguna pelea o algún Zaunita que pasaba por ahí lo logro reconocer y intento asesinarlo, todo lo contrario, por las altas horas, todas las calles de la ciudad industrial se encontraban vacías, y el noxiano no tuvo problema alguno en el camino devuelta. Sin embargo aquel recuerdo tortuoso, hizo mella en el bastante rápido.

 Sus ojos estaban rojos, su rostro estaba cansado y, su expresión era vacía, su cabello caía por su frente empapado por el sudor, su mano estaba manchada de su propia sangre al momento de limpiarse su nariz y, la jaqueca de su cabeza (a pesar de no ser tan intensa como hace unos minutos atrás) seguía presente. Al momento de estar en la habitación en la cual vivía, noto que Vulkan se encontraba despierto, lo observo con una mirada curiosa, pero al momento en el cual su compañero se fijo en su presencia le dedico una mirada de preocupación.

- ¿Dónde estabas? - pregunto Vulkan.

- En la calle - respondió Kai sin demasiado interes y manteniendo su cabeza baja.

- ¿Estas bien? - Vulkan volvió a soltar otra pregunta, asiendo que Kai arqueara una ceja. 

- ¿Por qué tanta preocupación? - pregunto esta vez Kai.

- Casi amanece - dijo Vulkan - me dijiste que me adelantara, pensé que llegarías mas tarde, pero no pensé que pasarías toda la noche fuera. Dime ¿Qué rayos estabas hacendó?

- Solo caminaba, nada mas - Kai se mostraba esquivo a las preguntas mientras se dirigía a sentarse cerca a una mesa. 

- Si claro - dijo Vulkan sin creerse lo que le habían dicho - solo un ciego se creería lo que dices.

- ¿Por qué dices eso? - Vulkan se acerco hacia donde estaba Kai.

- Mira tu cara. Estas echo una mierda. Además...

-¿Además que?  - Kai se fijo en la duda que tenia Vulkan.

- La niña me conto lo que paso durante la noche. 

 Kai se quedo en silencio al igual que Vulkan. El noxiano observo de reojo en dirección a su costado derecho donde se encontraba una puerta que daba a una habitación completamente obscura. Kai entrecerró sus ojos dedicándole una mirada fija y seria en aquel lugar. 

- Llegaste antes - dijo Kai - eres rápida. 

 Despues de aquellas palabras Jinx salió de aquella habitación, tenia los brazos cruzados y una expresión un tanto molesta, se acerco hacia la mesa en la se encontraban los dos Noxianos. Al momento de sentarse Kai volvió a hablar. 

- ¿Estas bien? - pregunto de forma seria pero con toques sarcásticos. 

- Te pasaste un poco en la azotea - respondió Jinx, refiriéndose a los golpes que recibió en la azotea. 

- Lo siento - dijo Kai manteniendo su tono sarcástico, pero cambiando su actitud al termino de aquello para despues volver a hablar - pero tenia que hacerlo real para que fuera mas creíble. 

 Jinx observaba a Kai, su postura cabizbaja y su rostro agotado. Ella había escuchado todo lo que habían conversado, antes de que ella hiciera acto de presencia en aquella situación. Al recordar esos últimos momentos, el recordar la mirada de pena de su hermana, su corazón se ensombreció, se sentía abandonada, traicionada, pero aquello se lo busco ella misma, justo al momento de estar por primera vez cara a cara con el noxiano.

Caso PiltoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora