El Deseo del Duende |Kevin Álvarez|

Capitulo Once ✯ "La Pobretona y la Fiesta Cool"

La cita transcurría de maravilla, era uno de esos restaurantes de lujo dónde algúnas parejas incluso podían levantarse y bailar las canciones que tocaban, Azul estaba maravillada y se arrepintió de haber querido cancelarle anteriormente, Kevin era una excelente compañía, además de que a Azul le agradaba la inocencia que aún se hacia notar en el chico de 24 años, los chicos con los que había estado siempre habían sido mayores que ella, salir con Kevin estaba rompiéndo totalmente sus esquemas. Pero no era algo que le disgustara, él chico era divertido y espontáneo, además le causaba mucha ternura como se sonrojaba y se ponía nervioso.

La plática era muy amena, conversaron de cosas de la infancia, de como eran en la escuela, sus cosas favoritas, e incluso a qué cosas le tenían miedo, Kevin mencionó que le tenía miedo a no conseguir sus metas, también le contó que su mayor sueño era debutar en un equipo de Europa, también que amaba los videojuegos y si podía dormir hasta tarde.

Mientras tanto Azul, le contó algunas cosas igual muy personales, cosa que nunca imagino contar en un primera cita pero, Kevin era una persona que transmitía mucha confianza y paz.

— A mi todavía me aterra la oscuridad — hablo ella con tono divertido, Kevin sonrió al escuchar eso, no por burla, si no que era algo muy tierno, después de todo no era una chica tan "ruda" en el fondo ella era totalmente lo contrario, y gracias a esta cena Kevin se estaba dando cuenta.

— Entiendo — respondió él — La oscuridad es misteriosa, nunca sabes que hay dentro de ella.

— ¡Exacto! — exclamó ella, al parecer de verdad la entendía muy bien. También hablaron a cerca de la nueva casa de Azul, ella comentó todo lo que sucedía, Kevin era un poco más creyente en las cosas paranormales, pero tampoco quería asustarla, después de todo vive sola y seria incómodo.

— ¿Sabes bailar? — pregunto Azul mientras miraba a Kevin, el chico hizo un ademán con su mano de "más o menos" realmente a Kevin no se le daba el baile pero tampoco quería quedar mal frente a ella.

— ¿Por qué? — pregunto él.

— Esa canción me gusta mucho — en ese momento sonaba "Darte un beso" de Prince Royce, era bachata, a Azul siempre le gusto bailar, de niña tomaba clases de baile, y cuando creció continúo yengo durante sus tiempos libres — ¡Ven! ¡Vamos a bailar! — Kevin no tuvo tiempo de negarse pues literalmente fue arrastrando por la joven a la pista de baile, dónde ya había muchas más parejas.

Kevin estaba nervioso, no tanto por el baile, ya se las arreglaría con eso, si no por que estaba muy cerca del cuerpo de Azul. Ella puso una mano de Kevin en su cintura y mientras ella ponía una de las suyas en su hombro para después entrelazar las otras dos, y comenzar a moverse al ritmo de la música, Azul esbozó una sonrisa al darse cuenta que el chico estaba fallando al bailar, pero poco a poco él le encontraba el sentido y se acoplo a ella.

Pronto estaban demasiado cerca uno del otro sus frentes rozaban, y mientras bailaban, Kevin comenzó a cantar en voz baja la canción, pues sinceramente la canción describía lo que quería hacer por esa chica. Mientras ella continuaba sonriendo, sintiendo la cercania del chico, las parejas que estaban a su lado, los miraban enternecidos, y es que cualquiera pensaría que se trataba de una pareja de novios.

Azul soltó de las manos a Kevin y las entrelazó destras del cuello de Kevin recargando su cabeza en el pecho de este, mientras el acariciaba su espalda sin dejar de bailar.

El momento era romántico, era perfecto, pero todo se vio arruinado cuando el celular de Kevin no dejaba de sonar, Azul se separó de él rápidamente y lo miro, Kevin saco su celular y miro la pantalla, era Dome, el se quedó mirando el teléfono debatiéndose entre contestar o no, estaba con Azul no podía responderle en este momento, así que colgó y guardo el celular.