Capitulo Catorce ✯ "Puntiagudos"

304 41 2
                                    

Azul C.✯

Habían pasado un par de días después de aquella platica con mi abuela, aún no creía posible lo que ella me habia comentado, pero las cosas cada vez empeoraban más, a tal grado que ya no quería quedarme sola en casa.

Desgraciadamente no podía irme con mis padres, la distancia era un impedimento, y tampoco queria darle molestias a mis amigas queriendo quedarme con ellas todos los días.

La tarde de hoy, había invitado a Daniela y a Julie a dormir a mi casa con la excusa de ver películas hasta tarde ya sabes la típica "Tarde de chicas" para platicar acerca de nuestros traumas amorosos o intereses, pero para mí era más importante no estar sola. Por fortuna Julie acepto ir, pero Daniela comento que tenía una cita, sabrá Dios con quién, pero no estaba disponible para ir con nosotras.

Después de un arduo día de trabajo, los ojos me ardían debido a que estuve la mayoría del tiempo frente al computador. Tome mis cosas y las acomodé en mi bolso.

— ¿Quieres que pida el Uber? — pregunto Julie, asenti — ¿Hay tiendas cerca de tu casa? Me gustaría comprar algunas cosas para cocinar algo, o al menos hacer un postre — Julie era un muy buena repostera debo aceptarlo, ocasionalmente traía postres hechos por ella al trabajo y los compartía con todos.

— Si queda un mini super a dos cuadras de mi casa — respondí con una sonrisa.

— ¿Ya se van? — pregunto Daniela acercándose con nosotros, ambas asentimos — Si quieren puedo darles un ray me queda de paso tu casa — se dirigió a mi.

— ¿Segura? — pregunte, Daniela asintio — Bueno, muchas gracias.

— No es nada, bueno mientras terminan de recoger sus cosas iré a firmar mi hora de salida. — dicho esto se retiró de ahí.

— Bueno al menos nos ahorraremos lo del Uber — comentó Julie, yo asenti con una sonrisa.

Nos despedimos de todos nuestros compañeros, incluso de Marco, ¿Cómo podía gustarme un hombre tan mayor?  A veces me preguntó ¿Estoy equivocada?
Quizás solo sea un simple capricho mío... Pero en mi interior deseaba poder ser algo más que una simple chica de 25 años trabajando para él. Por un momento recorde aquel deseo que mi abuela mencionó, si atrapó al "duende" que vive en mi casa... ¿Le pediría que Marco fuera mi pareja? Probablemente.

Avance a la salida con mis dos amigas, quienes iban comentando algo relacionado al trabajo que tenían que hacer al día siguiente, mientras yo seguía metida en mis pensamientos... El duende podía cumplir un deseo... Cualquier cosa, pero debía aceptar sus condiciones ¿Y si ocupaba el deseo para que mi vida amorosa no fuera más un desastre? ¿Y si pido que Marco sea la persona con la que compartiré mi vida? Realmente no me importa que sea 18 años mayor que yo, cualquier chica pensaria como yo, él es un hombre, un hombre completo, quien puede brindarme todo, amor, seguridad, estabilidad en todos los sentidos... Algo que un chico de mi edad ni mucho menos los niños menores por uno o dos años pueden hacer.

— ¡Azul! — exclamó Daniela — Date prisa.

No me había percatado de lo lento que estuve caminando, mis amigas ya estaban por subir al vehículo de Daniela mientras yo aún estaba por la mitad del estacionamiento. Julie esbozó una sonrisa, me conocía perfectamente, sabía que había estado pensando en el guapo Director. Solté un suspiro y corrí hasta ellas.

— ¡Estás enamorada! Da gracias al cielo que no estamos en un lugar transitando, si no te hubiera pasado un accidente — comento Julie mientras me miraba divertida.

— ¿Pensando nuevamente en Marco? ¡Ay Darling! Superalo, es un hombre muy viejo para ti, no será un novio, si no, un abuelito —hablo Daniela mientras se ponía el cinturón de seguridad.

El Deseo del Duende |Kevin Álvarez|Where stories live. Discover now