Capitulo Quince ✯ "Mundo Misterioso"

296 40 4
                                    

Azul C. ✯

Baje la Alexa que tenía en mi habitación para escuchar música mientras ayudaba a Julie a hacer los hot cakes de fresa o como ella los llamaba de "princesa"

— Bien, ya tenemos todo, solo necesito... ¡Mantequilla! ¡Mierda, olvide comprarla! — exclamó.

— No te preocupes, yo tengo — me dirigí a mis cajones de despensa y busque la mantequilla, en ese momento me di cuenta que el chocolate que estaba a medio comer había desaparecido... Al parecer si le gustaba el chocolate. Cerré el cajón y volví al lado de mi amiga con la barra de mantequilla.

— ¡Gracias! — Julie sonrió y tomo la barra. — Bien comencémos, pero antes ¡Alexa! — el aparato se activo — pon relatos de la noche.

Al escuchar lo que pidió, no pude evitar abrir los ojos como platos, lo último que quería era escuchar cosas de terror.

Aquí tienes el último episodio de relatos de la noche, "el llanto de los colgados y otras historias de horror" — respondió el aparato, Julie sonrió.

— ¡Julie! ¿Por qué pones eso? ¿Ya viste la hora?

— Si, son casi las 9:00 de la noche ¿Y que tiene? — dijo mientras derretía un poco de mantequilla en el sartén.

— Digo... ¿No crees que soñaremos feo si escuchamos eso ahorita? — mi amiga soltó una carcajada y nego con la cabeza.

— No pasa nada amiga, solo es entretenimiento, no te preocupes, te gustarán, escucha, pon atención. — solté un suspiro, creo que había cometido un error al bajar la Alexa de mi habitación. Yo lo único que quería era poner música para cantar a todo volúmen, pero Julie parecía demasiado entusiasmada por escuchar sus cosas de terror. Así que me resigné, ¿Que es lo peor que podía pasar?

Después de un rato, habíamos terminado de hacer lo hot cakes de "princesa" y nos habíamos sentado a la mesa mientras los comíamos y continuabamos escuchando los relatos de terror, aceptaba que la forma en la que el locutor los narraba era increíble. El timbre sonó, ambas nos sobresaltamos.

— ¡Oh cielos! — dijo mi amiga tocando su pecho, si que nos había pegado un susto.

— Debe ser Kevin, dijo que iba a traer algo para cenar.

— ¡Cierto! — mi amiga sonrió y se apresuró a medio arreglar su aspecto — ¡Corre no lo hagas esperar!

Solté una pequeña risa y camine tranquilamente para abrir la puerta. Efectivamente, se trataba de aquel pelinegro, al verlo me dió ternura, venía cargado dos cajas de pizza y una bolsa blanca. El me dedico una sonrisa y por un instante gracias a su calidez olvide el terror que estaba sintiendo gracias a los relatos que estábamos escuchando.

— ¡Kevin! Buenas noches... Creí que ya no ibas a venir — él levanto sus hombros y suspiró — déjame ayudarte — tome la bolsa  blanca, el aroma me decía que se trataba de "papas a la francesa"

— No podía faltar a mi palabra, y también tenía muchas ganas de verte — mire como agachaba la cabeza apenado, lo único que pude hacer fue sonreír.

— Vamos, pasa — me hice a un lado para que pudiera entrar.

Narrador Omnisciente.

Kevin dió un paso dentro de la casa, y al momento en el que entro sintió como un leve escalofrío recorría su cuerpo, recordó aquella ocasión cuando había visitado a Azul junto con Luis, y lo que había ocurrido, una mujer con aspecto adrajoso le había metido miedo al mirar la palma de una de sus manos.

Luis muchas veces le había dicho que eso no era verdad, que se trataba solo de una mujer charlatana que quería asustarlos. Decidió ignorar a aquello y se apresuró a la pequeña cocina de Azul, dónde estaba Julie comiendo los hot cakes sabor fresa.

— ¡Hola Kevin! — exclamó la joven felizmente, levantándose del asiento para ir a saludar al futbolista, quien le respondió el saludo con el mismo entusiasmo.

— ¡Julie! ¿Cómo estás? — pregunto él con una sonrisa.

— Excelente, toma asiento. — lo invito Julie.

Azul llegó y puso la bolsa sobre las cajas de pizza que Kevin habia llevado.

— Gracias por esto, Kevin — hablo Azul volviendo a tomar su lugar.

— Es un placer — respondió el chico mientras se rascaba la nunca, Julie miro con complicidad a Azul, dandole a entender con la mirada que Kevin se encontraba nervioso gracias a la castaña.

De pronto los relatos de miedo que escuchaban, pasaron a segundo plano, las dos chicas dejaron de ponerle atención, para hablar con el recién llegado. Mientras charlaban comenzaron a comer la pizza y las papas que el futbolista habia llevado.

En realidad Kevin planeaba volver a invitarla a salir, pero sabía que no había sido una buena idea invitarla a última hora, aún así no quería perder la oportunidad de verla, así que por eso decidió visitarla en su casa.

— ¿Cómo te fue en el entrenamiento del día de hoy? — pregunto Azul.

—Bien, aunque fue demasiado cansado, de hecho salimos tarde, es por eso que llegue apenas, pero me alegra que sigan despiertas.

— En realidad yo ya me voy a dormir — hablo Julie mientras fingía un bostezo. —Gracias por la pizza y las papas, estuvieron deliciosas — Julie pretendía dejarlos solos ya que al parecer Kevin de verdad quería acercarse a su amiga, y ella no quería hacer mal tercio.

— No fue nada, descansa Julie.

— Nos vemos ahorita Julie — comentó Azul.

La joven se despidió de ambos y subió a la habitación de Azul, la dueña de la casa estaba algo nerviosa por lo que fuera a pasar, su amiga estaría sola en esa habitación donde muchas veces le habian escondido sus cosas o las habían cambiado de lugar.

— Alexa, pon las canciones que me gustan — pidió Azul, por fin cambiando los relatos de miedo que su amiga había dejado puestos.

— ¿Que era un podcast de terror? — pregunto Kevin.

— Algo así... Son mini historias de terror que envía la gente, son interesantes pero...

— No crees que sea el momento ni el lugar adecuado. — Azul miro a Kevin sorprendida, ¿Por qué decia que no era el lugar adecuado para escuchar esa clase de cosas?

Azul C. ✯

Lo había afirmando, o sea, comprendo que no sea el momento adecuado para escucharlas, ya era muy tarde, pero... ¿Por qué dijo que tampoco era el lugar adecuado?

— Así es... — respondí sinceramente — ¿Por qué lo dices? — mire como Kevin levantaba los hombros restandole importancia... Me había dado cuenta que ese gesto era muy característico de él.

— Solamente por qué... — decidí interrumpirlo.

— Si, también haz visto que pasan cosas extrañas, cómo cuando encontraste  mis auriculares totalmente destruidos...  Nunca encontré una explicación. — comenté recordado esa ocasión.

— Blue... No te preocupes, no creo que sea nada malo — Kevin me mostró una sonrisa, y si no fuera por qué ya sabía lo que estaba en mi casa, quizás aquella sonrisa tranquilizadora me habría ayudado mucho.

— Si... Tienes razón — suspiré — Kevin... — lo mire mientras el daba el mordisco final a su pizza. — ¿Tu crees en las cosas sobrenaturales? — el levanto ambas cejas sorprendido por la pregunta, quizás era algo muy extraño, usualmente esos temas no se tocan.

— Bueno... — se aclaró la garganta y me miró — en este mundo existe toda clase de cosas, incluso muchas de ellas aún las desconocemos... Así que, viendo que el mundo es un lugar misterioso, la respuesta a tu pregunta es, si.

Me quedé pensando, siempre es mejor creer en todo... Te puedes llevar una grata sorpresa, al menos si crees estás mentalmente preparado, pero si eres como yo y comienzas a comprobar que efectivamente pasa algo que no es normal, la situación es mucho más difícil. La vida te hace creer a la mala.

El Deseo del Duende |Kevin Álvarez|Where stories live. Discover now