La princesa Anneliese nació el 12 de diciembre de 1494, sí tan solo unos meses después de la llegada de su futuro amor.
El qué parecía ser un hermoso día en su gran Imperio, el Imperio Francés, pronto se convertiría en su martirio. Anne, cómo solían...
El sultán Selim ya había sido informado sobre el estado de Mahidevran y su nieto, por lo qué rápidamente llegó al palacio, preocupado no por la favorita de su hijo, preocupado por la mentira qué le hecharon a Dilaşub.
— Majestad. — El príncipe le hizo una reverencia a su padre, al igual qué la sultanas Hafsa, Hatice y Mahidevran, la cuál tenía a su hijo en brazos lista para entregárselo al sultán.
— ¿Dónde está Dilaşub? — Preguntó el sultán a su hija Hatice.
— En sus aposentos, no la han dejado salir. — Le respondió la sultana con sus ojos llorosos.
— ¿Están bien? — Preguntó por su embarazo intentando qué nadie se diera cuenta de la mueca qué le hizo a su hija.
— Al parecer sí, padre. — Hatice le respondió con una sonrisa triste, el sultán solo le asintió.
— Süleyman sígueme. — Llamó a su hijo con un tono severo.
El príncipe no dijo nada, solamente siguió a su padre.
Cuándo llegaron a sus aposentos un silencio incómodo reino en ellos.
— ¿Tienes pruebas de qué fue Dilaşub quién envenenó a Mahidevran? — El sultán preguntó enojado.
— Encontraron este frasco en sus aposentos. — Respondió mientras se lo entregaba a su padre.
— ¿Quién te lo dió? — Pregunto nuevamente mientras examinaba el frasco.
— Daye Hatun, hicieron una revisión en todos los aposentos. — Respondió.
— ¿En todos? ¿Enserio? — Dijo mientras se acercaba a su hijo de manera amenazante, el príncipe solo pudo bajar su mirada.
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— Eso fue lo qué Daye me dijo. — Dijo con un tono preocupado.
— ¿Lo qué te dijo? Creí qué eras más inteligente Süleyman, inculparon injustamente a Dilaşub y mira como está pagando las consecuencias! — Le gritó entre dientes el sultán.
— Ella también peleaba con Mahidevran, ¿por qué no lo haría? — Pregunto el príncipe amenazando a su padre.
— ¡Cuidado en como me hablas! No solo soy tú padre, soy tu sultán. — Le dijo mientras se sentaba nuevamente.
— Disculpe majestad. — Süleyman hizo una reverencia.
— Dilaşub se irá, regresará a Francia, volverá a ser Anneliese. — El sultán dijo con un tono triste.
