Chapter 46.

952 96 9
                                    


Después de aquel tenso momento con Genevieve, la plática siguió normal.

El sultán pidió a Ingrid que se quedarán en el palacio, la mujer no quería pues no quería cruzarse con Mahidevran ni mucho menos Hürrem, más sus hijos hicieron que aceptara.

Los príncipes aún no decidían si irían a sus provincias, estaba claro que sus hermanas los acompañarían y entonces la emperatriz regresaría a su hogar pero, el miedo en su madre les impedía aceptar al instante.

( . . . )
Al día siguiente.

— Madre. — Olivier entró a los aposentos de su madre haciendo una reverencia.

— Mi león, ven, siéntate. — Ingrid le sonrió a su hijo mientras palmeaba el diván.

El príncipe asintió y se acercó hasta su madre, sentándose en el diván.

— ¿Se siente cómoda? — Preguntó el príncipe.

— Hasta ahora todo está bien, con mis damas y ustedes a mi lado me siento tranquila. — La emperatriz respondió tomando las manos de su hijo para acariciarlas.

— Madre. — Olivier dijo seriamente, Ingrid miró a su hijo preocupada. — Hay algo que le juro, desde hace años quiero saber.

— ¿Sobre que, mi cielo? — Ingrid respondió.

— Usted...— Hizo una pequeña pausa. — ¿aún ama al sultán?

Aquella pregunta hizo qué Ingrid soltara las manos de su hijo, una mueca de tristeza invadió su cara.

— A ustedes no puedo mentirles, tú padre fue mi primer amor y como muchos dicen, el primer amor nunca se olvida. — Ingrid sonrió levemente. — No sé si lo amo pero, le tengo un gran cariño.

Olivier abrazo a su madre, pues el sabía cuánto había sufrido en Manisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Olivier abrazo a su madre, pues el sabía cuánto había sufrido en Manisa.

— ¿Genevieve donde está? — Preguntó la princesa Larissa a su acompañante, Marie.

— Está en el jardín con sus hermanos, princesa. — Marie respondió con una sonrisa.

— Está bien, veremos sí mi madre viene con nosotras. — Larissa sonrió.

Junto a Marie siguió su camino por el extenso pasillo de Topkapi, tratando de no perderse. Al doblar la esquina al final del pasillo se encontró con Mihrimah.

— Mahpeyker. — La sultana Mihrimah se detuvo frente a su media hermana.

 — La sultana Mihrimah se detuvo frente a su media hermana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | Sultɑ́n Süleymɑn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora