El Circo De La Oscuridad 🌙 Jk•T/N

002 🌙 Carta misteriosa

○ S. NARRANDO T/N ○

El camino a Mistery Town era bastante abrumador, sobretodo porque se encontraba alejado de la ciudad y era bastante escondido para llegar a él. El vuelo de Londres a Corea fue largo y ya estaba cansada para ese entonces. sin embargo ahora mismo estábamos de viaje en carretera para llegar al pueblo.

Miraba por la ventana mientras Alec conducía y Brenna iba de copiloto, todo en completo silencio. La música era baja y tranquila que creía que podría dormir. Pero no. Era imposible hacerlo.

Inmediatamente me cuestioné si lo que estaba haciendo era lo correcto, estaba yendo a la boca del lobo. Pero la carta era demasiado clara como para no tomarla enserio.

》Señorita Moon T/N. Nos complace hacerle este llamado para poder tener su presencia en el pueblo de Mystery Town, las reglas de nuestro gran circo son bastante claras y ha pasado el tiempo suficiente para que haya mejorado su acto. Estamos ansiosos por verlo. La función está por comenzar... 《

No tenía idea de cómo me habían encontrado, se suponía que todo el mundo creyó que estaba muerta, o eso creía yo. Y si por algo me mandaban esa carta era enserio, por que joder, claro que conocía las malditas reglas y las consecuencias si no estaba completo el espectáculo del circo. Pensé que todo se había desvanecido aquella noche en que logré escapar.

¿De verdad regresaría al circo? ¿presentaría mi acto?

Esa y más preguntas rondaban por mi cabeza y con solo recordar los shows de aquel tétrico lugar solo me hacia tener unas inmensas ganas de llorar y gritar.

Diez años y no había olvidado por completo mi vida en aquel circo donde en vez de haber risas de felicidad, eran gritos de horror. Sin duda alguna mi mente estaba traumada por aquellos tiempos tan oscuros.

Pero la curiosidad me estaba ganando tanto que tenía miedo de tener aún la mente tan retorcida como hace diez años.

Suspiré de frustración y recargué mi cabeza en el vidrio de la ventanilla haciendo un leve ruido.

— Deberías descansar un poco querida, el camino aún es largo. — dijo Brenna con total amabilidad rompiendo el silencio.

— Eso intento, pero es imposible. — respondí por lo bajo.

La corta conversación llegó a su fin y me acomodé en el asiento para recargar mi cabeza en una posición masomenos cómoda, cerré los ojos e intenté conciliar el sueño como Brenna lo había sugerido.

◇◇◇◇

— Vamos T/N. El espectáculo está por comenzar! — gritó un pequeño niño de cabellera castaña y ojos juguetones, su rostro lo hacía lucir bastante inocente y daba un aspecto de pequeño conejo.

Estaba bastante ansioso y jalaba de la mano a la pequeña mencionada. Ella se sentía como el cuento de Alicia en el país de las maravillas siguiendo al conejo del reloj en busca de una aventura. El menor alzó la carpa para poder entrar y las luces ya se encontraban apagadas para dar inicio al espectáculo de la noche. Ambos se sentían bastante emocionados en cuanto el presentador dió la bienvenida al público de esa noche. Toda la gente del público lucían bastante elegantes, lo curioso es que no veían a más niños alrededor a como recordaban.

Pero decidieron no prestar demasiada atención y solo se concentraron en el primer acto de la noche.

— Damas y Caballeros. Un fuerte aplauso para darle la bienvenida a los mejores escapistas del circo. — anunció el presentador y Tn saltó de emoción al ver que se trataba de sus padres.

Ambos adultos llegaron al centro del escenario para iniciar su tan llamativa rutina de escape, esta ocasión una cabina de cristal la cual sería cerrada con candados. Quien debía escapar era la mujer que lo hizo sin mayor dificultad acaparando la atención de los presentes que aplaudieron, sin embargo aún la mejor parte estaba por venir y cuando salió un hombre que ayudaría para esta ocasión; la gente gritó emocionada.

El hombre no parecía tener expresión en su rostro, eso no importaba en absoluto.

— Muy bien... realizaremos el mismo acto de la caja de cristal, pero ahora añadiremos un pequeño obstáculo más.... por favor ingrese a la caja. — pidió el señor Moon.

Esté hizo caso sin rechistar. La mujer cerró la caja y con ayuda del personal elevaron dicho objeto para que el público tuviera una mejor visión. Fueron sólo cuestión de segundos cuando debajo de él hombre encerrado una enorme llama se hiciera presente.

— Esperemos que nuestro querido amigo tenga suerte de escapar a tiempo. Seguramente se sentirá ardiente ahí. — dijo la mujer con voz jocosa haciendo reír al público.

Pero toda risa cesó cuando el hombre tuvo dificultades para intentar salir, el calor comenzaba a acumularse y eso lo torturaba. Comenzó a retorcerse de dolor, la caja transparente ayudaba a ver con claridad la situación y lejos de alarmar a los espectadores, estos comenzaron a gritar de euforia y extasis hasta que la caja se envolvió en llamas matando a aquel hombre calcinado y lleno de gritos horrorizados.

La pareja dió por concluido su acto haciendo una reverencia recibiendo aplausos. La menor se sentía muy orgullosa de la atención que recibían sus padres y esperaba perder llegar a ser un día como ellos.

◇◇◇◇

Joder! Me había quedado dormida y esta vez el sueño era un recuerdo. Masajeé mi frente con los dedos e intenté reincorporarme en el asiento para recuperar la noción de donde estaba.

Ya habíamos llegado, el camino comenzó a ser iluminado por las lámparas de la plaza principal, todo lucia bastante curioso y juraría que los años no habían pasado del todo por aquí.

Definitivamente ya no había marcha atrás, el lugar no era un típico pueblo coreano, más bien era de occidente antiguo como los fundadores del lugar, una familia proveniente de Europa según la historia de la zona.

Solté un suspiro pesado a la par que me preparaba mentalmente para aceptar la realidad.

— Estoy seguro que la nueva casa te va a gustar, tiene una buena vista al pueblo. — intentó animar Alec.

— Si. Estoy muy ansiosa por verla. — dije con una tenue sonrisa.

El camino atravesó el pequeño pueblo llegando un poco a las afueras cerca de una montaña, pero a los pies de esta se encontraba una gran casa muy elegante como la de Londres. Este sería mi primera noche después de varios años en ausencia.