2. Conejo Malo.

196 30 141
                                    

**Nota: Louis usa la palabra "zorro" o "zorra" de forma despectiva porque LOS ZORROS COMEN CONEJOS, no juzga la vida sexual de nadie.**







—Estás loco —Moshie insistía tratando de razonar con su amigo,rondaba por la sala de danza con sus gruesos labios fruncidos como pico de pato, dejando pisotones a su paso— ¡No puedes irte antes de actuar! Si se rompe la programación ¡me van a comer vivo!

—Como si no te gustara —Louis no era muy considerado, riendo burlón en mal momento.

El vampiro a veces olvidaba su lugar y que, siendo mitad roedor, la furia de los predadores lo dejaba tieso como una estatua. Se encogió con los ojos redondos bajo la mirada chispeante del fénix.

Moshie no era un simple "pollo".

—Perdón —el vampiro habló bajo y patético, al menos la chica halcón se había ido volando y nadie se burlaría de sus humillantes súplicas. Descarado se embarcó en ello; necesitaba el apoyo de su amigo aunque le tocara lloriquear— Pero ¡Moshie! Esto es importante.

—Sabes cómo convencerme —la voz sedosa del fénix daba buena pista. Louis se indignó, pero asintió con determinación.

—¿Me quieres ver puto? —encaró desafiante— ¡Ya va! Déjame actuar primero —impuso corriendo a revisar el estante donde guardaban los discos de vinilo. Buscó veloz, sacando una risa victoriosa a su perverso amigo—. Canto, bailo ¡Me retuerzo como gata en celo para quien quieras! Te aseguro que el público amará el cambio de programación, pero... cuando me vaya —rió con malicia, enseñando el disco elegido en sus manos— Tendrás que idear cómo superarme, porque el público quedará más loco de lo que ya está.

Moshie, dueño y señor del cabaré Golden Fénix, sonrió y asintió altivo, aprobando la propuesta de su amigo y empleado.

Aunque el término es comúnmente confundido, en un cabaré se exhiben todo tipo de artes escénicas, desde danza, canto, comedia, incluso teatro y lectura de obras literarias. No es un antro de exhibición sexual... al menos no exclusivamente. En Golden Fénix, las "Noches de Rojo y Rosa", así como las "Noches Rojas" centradas en el público masculino, eran ocasiones especiales. Incluso en estas instancias lujuriosas los primeros actos solían ser recatados, ascendiendo en su sensualidad y descaro al pasar de la noche para culminar en una madrugada ardiente.

Louis estaba contratado como artista de medianoche. No, nada relacionado con su naturaleza vampírica, sino a sus actos; bailarín y cantante. Uno que, por más que el público lo pidió insistentemente, nunca cedió a quitarse más allá de la camisa, llevando siempre la chaqueta abierta encima. Ni hablar de hacer aparecer su cola y orejas para satisfacer fetiches raros.

En fin; muy guapo y coqueto pero todo un tacaño, según su jefe.

¿Qué era eso de oír a una liebre roñosa desafiar al mítico fénix de oro? El que encendía en llamas el escenario hasta el último acto de la madrugada. Eso... eso Moshie quería verlo con sus propios ojos. El vinilo en sus manos era prometedor.

Vio a su amigo retirarse presuroso hacia los vestidores, cargando en sus manos bastante poca ropa del armario y gritándole a todo mundo que él tomaría el segundo acto por una emergencia. Un descarado.

—No soy mago, pero me saqué un conejo malo del sombrero —Moshie rió por lo bajo, satisfecho, llevando la pista musical al DJ—. Esto se pondrá bueno.

Las luces se apagaron de golpe tras el primer acto, silenciando al público. Neón rojo y Rosa ascendió lentamente al escenario, revelando que los actos estaban subiendo de tono antes de lo previsto. ¿Decepción? En absoluto, la expectación subió en una montaña rusa.

New WonderlandOù les histoires vivent. Découvrez maintenant