Jihun 3

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Llevo mis cortitos dedos hasta el cuello de la chaqueta de papá y apretujo la tela dentro de mi puñito.

Mi barbilla se apoya en el hombro de papá mientras sus manos golpean suavemente mi espaldita. Papi está entretenido en una conversación con la Omega, pero sus caricias nunca se detienen.

Suelto su ropa y muevo mi puñito hasta la boca, mis dientecitos raspan mi piel suavecita y me revuelvo un poquito.

Estoy aburrido, pero el suave olor a dulce que flota por el lugar me deja livianamente entretenido.

Una chica de cabellos rizados y dorados se sienta frente a mí, mientras lleva un vaso de color sobre sus manos. Las manos esmaltadas de un color suave y el olor a sandía que desprende, me hacen sonreír.

Un bebé feliz vale por un millón.

Empujo los pies sobre el regazo de papá e impulsó el cuerpo hasta aplaudir con las dos manos para soltarme de nuevo y acabar en la misma posición.

"Eso es, mírame, soy el bebé más bonito del mundo."

La chica me regala una tierna sonrisa y una carcajada se escapa de mis labios.

"Mira papi, aquí tienes a un chulito por hijo. Aprovecha que soy una máquina de ligue y huye de la arpía."

La mano de la chica se eleva en el aire y se mueve hacia un lado y hacia otro. Le hago ojitos y ella se descontrola.

—¿Uh? ¿Qué pasa mi vida? Estás muy inquieto. —Papi ladea el rostro y me regala un beso sobre la frente.

Mi instinto me manda a cerrar los ojos y a ronronear sobre su cuello. Papi siempre está calientito y huele tan bien que me hace sentir en casa durante todo el día.

Amo a papi, papi es el mejor.

Mis ojitos pesan y el sueño llega de a poquitos hasta mí. ¿Qué esperan señoritas? Soy solo un dulce, tierno y esponjoso bebé de portada de revista, claro.

Los patitos se asoman por mis párpados cerrados (porque yo amo los patitos y porque quiero que sean patitos lo que me adormecen) cuando mi nariz capta un aroma que me hace medio abrir los ojos y arrugar la frente.

"Chocolate y fresas... ¿O es vainilla? ¿Los tres?"

Es tan suave que arrulla mis sentidos, pero tan bonito que, a su vez, obliga a mi lobito a buscar su fuente. Es la sensación más bonita que un bebé puede sentir.

"Huele a hogar, a lechita de chocolate, a pastelitos."

Mis sentidos se alteran y mi cabeza se levanta de un tirón. Mis ojitos se llenan de lágrimas, pero se niegan a dejar de buscar y es entonces cuando papá se preocupa y conecta su mirada con la mía que es ahora un poco más brillosa.

"Lo siento tonta, este bebé de acá tiene a su papá"

La preocupación de papá me hace sentir incómodo y mientras el me recorre de arriba y abajo para detectar el problema, yo hago lo mismo, pero con el olor que me tiene así de sensible.

Un pucherito involuntario, una pequeña lágrima y un gimoteo en los brazos de papá. El olor suave está en el lugar, pero yo no puedo encontrarlo y me asusta porque deseo poder hacerlo y enterrar mi nariz en su cuellito para llevarlo conmigo a casa.

—¿Amor? ¿Mi amor? —La voz de papi se escucha alterada, pero es que no puedo controlarme.

"Huele como... ¿Dónde esta? Se que es el mismo olor... lo recuerdo, está aquí, está en mi pechito"

Parpadeó sintiendo un espasmo en mi cuerpo y entonces lo encuentro.

"Te encontré"

Todo se detiene en un solo instante. Todo se fusiona y toma su color, él está de pie sosteniendo una bandeja con un par de cafés y está sonriendo a otras personas pero eso no importa porque ya le encontré.

Es un "él" como papi, pero es tan bonito que me hace sentir burbujitas en la pancita. Su cabello es del color de los algodones de azúcar, los más bonitos y esponjosos, su sonrisa es la más hermosa del mundo mundial y su olor me hace estirar los brazos.

Quiero que me sostenga, que me cubra con su aroma y que se quedé hasta que pueda dormir. Que se quede siempre.

Mi instinto manda, pronto estoy llorando y revolviéndome y el alboroto inicia porque papi no me entiende y yo solo quiero llegar hasta el hermoso ángel que ahora me observa con preocupación.

"Ven, acércate, por favor"

Mi llanto solo empeora y mis ojos se cierran mientras mi pechito duele y mi garganta quema. Siento que me arrancan un pedazo desde adentro y duele, yo no puedo soportar algo así porque sencillamente no sé cómo hacerlo.

El olor a chocolate dulce me inunda de nuevo, y ahora me agito un poco más.

"Me duele papi, haz que se detenga"

Y entonces simplemente sucede. Todo acaba y como si de magia se tratara, el dolor desaparece y mi nariz se hunde en ese dulce y calentito lugar.

"Aquí"

Mi boquita forma un puchero y toco la piel del cuellito que me abriga, dejando inocentes besitos de bebé.

"Dulces toques de vainilla. Huele a mamá."

Bebé manipulador [민성]Where stories live. Discover now