Bebé manipulador [민성]

Jihun 6

Aquí vamos de nuevo, la misma rutina donde papá se estresa por todo.

—Bebé, te llevaré al trabajo hoy.

Dejo que papá me vista con un ridículo trajecito de una sola pieza con el tema de un drogado unicornio y hago morritos para llamar su atención y recibir besitos en mis regordetas mejillas.

Papá me sostiene en sus brazos mientras busca las llaves de brum-brum y salimos, pero cagando de casa.

Creo que se le hizo tarde porque ahora está casi volando en el auto y aunque se aseguró de mantenerme en mi sillita y con la protección de bebé, el impulso me lanza hacia delante de vez en cuando.

Cuando llegamos y me toma de nuevo en brazos, le doy una mirada y de nuevo, mis dulces morritos. Papá es muy guapo y ya estoy sintiendo las miradas de los Omegas estúpidos que piensan que podrán tenerle.

"Aquí solo hay espacio para un Omega, y es para chocolate. Malditas básicas."

Subimos por el elevador de cristal que me hace admirar la ciudad y me pego más al pechito de papá, buscando su protección y su olor. Deposita palmaditas en mi espalda y mece mi cuerpo con cariño.

Llegamos al lugar y ya me siento asqueado de sentir todos esos olores dulzones a mi alrededor. Las básicas rodean a papá con la excusa de verme y evito rodar mis ojitos, pero si que suelto una carcajada de bebé cuando las esquiva con disculpas y nos encerramos en su oficina.

Mi cuerpo es colocado en mi silla declinable de bebé (obvi dobi) y mis ojitos se mueven de lado en lado, siguiendo a papá mientras enciende su ordenador y levanta el ring de su escritorio.

"Perdón básicas, soy un bebé y aún no capto del todo el nombre de las cosas."

Un par de minutos después, mi dedo pulgar está en mi boquita y muevo mis pies hacia arriba.

"Estoy aburrido, me cagooooo."

Y me cagué, en serio, que lo hice. La cara de papá fue un poema, mientras se acercaba a mí de manera sigilosa y suspiraba para sacarme de la silla y llevarme al sofá blandito donde me limpiaría las nalguitas.

"No sé, me parece una falta de respeto que hagas muecas mientras me limpias. Hazme caso pa, nosotros necesitamos a chocolate."

Y como si los dos compartiéramos pensamientos, él sonríe luego de acomodarme la ropa de nuevo.

—Esta tarde iremos al café del Omega que tanto te agradó. Sé obediente, algodón.