Bebé manipulador [민성]

Jihun 26

Jisung observa a su dulce bebé. Jihun no está haciendo nada en particular, solo está siendo un bonito bebé en su sillita, mientras intenta enfocar correctamente las caricaturas de medio día.

Olfatea en el aire y vuelve a sonreír.

Su pecho se agita de genuina emoción y entonces corre hasta el bebé y le besa ambas regordetas mejillas. Jihun ahora luce divertido, disfrutando de la atención y de los cariños que papi ardilla le está dando.

—Mi pequeño, dulce y hermoso bebé. —El sentimiento es bonito, uno que nunca antes había experimentado.

Jihun no es su bebé biológico, pero es mucho más que todo eso. Ellos han creado su propio vínculo, uno que Jisung no sabe con certeza, pero uno que le da las respuestas. La misma que ahora parece ser tan brillante.

Está deseando que Minho llegue del trabajo. Oh dios, se volverá completamente loco cuando le diga lo que descubrió... o no.

—Mi dulce algodón de azúcar. —Susurra contra la mejilla del bebé, completamente encantado.

🍭🍭🍭

Cuando su Minho llega a casa y habla con su otro papi, este se vuelve rápido y lo analiza de cerca, pero de nuevo, él es un bebé que no sabe qué demonios ocurre con su padre.

Minho, sin embargo, luce entre agitado y curioso. Sus ojos negros escanean el cuerpo de su bebé y sus músculos se tensan al detectar lo que Jisung le ha dicho al llegar del trabajo. Traga con esfuerzo y compone una mueca curiosa para su bebé, que le mira con sus ojitos abiertos.

—Estas... —Jisung habla. —¿Estás enojado o...

—Por supuesto que no. —Minho se apura a negar, encorvando más su cuerpo y besando la frente del bebé que se encuentra acomodado en su sillita. —Me ha tomado un poco desprevenido y ya está, pero no estoy enfadado o decepcionado o algo así.

Jisung entrecierra los ojos, no creyendo todo lo que Minho le dice. Puede apreciar la respiración agitada del Alfa y es una mezcla de nervios y expectación. Siendo sincero, por supuesto, que se imaginó que tendría una reacción así.

—Bueno, vale, es que Jihun tenía pinta de... Bah, está bien, mierda, joder.

Y entonces tiene a un Alfa despotricando que romperá hueso por hueso al pobre infeliz que se atreva a buscar a su dulce bebé.

Porque Jihun será un hermoso Omega y su ligero aroma dulzón, no está para nada equivocado.

—¡Joder! ¡Lo más seguro es que pase toda mi maldita vejez en prisión si algún Alfa toca a mi bebé!

Minho entró en crisis esa misma noche, bajo las risitas infantiles de un bebé que no entendía una sola cosa y que, eventualmente, exigió su lechita caliente.

Maratón 1/5