❝ We Can Solve For X ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞

O4: A Tough Lover.

Sana bajó las bragas de la coreana con un rápido movimiento, dejándolas alrededor de sus rodillas.
Se colocó detrás de la chica, separando sus nalgas y apretándolas antes de inclinarse para lamer una gruesa franja entre los labios.
JiHyo gimió y la empujó hacia ella mientras Sana dejaba que su lengua se hundiera en el interior de la chica, manteniéndola quieta y dejando que la muñeca de pelo rosa se follara a sí misma con ella.

— Aah..mierda—. La chica gimió, quejándose momentos después cuando la lengua de la castaña abandonó su núcleo.

— Paciencia. — Sana dijo de nuevo, golpeando su culo de nuevo para enfatizar.

La chica de ojos verdes se inclinó para chupar una marca en la parte baja de la espalda de la chica, calmándola con la lengua antes de subir la mano para acariciar el interior del muslo de la chica de pelo rosa.

— ¿Quieres que te toque?.— preguntó burlonamente la castaña mientras sus dedos apenas rozaban el clítoris de la muñeca.

— Sí, creo que es jodidamente obvio.— Respondió la mocosa rosa, ganándose otra nalgada.

— Uh uh, no babygirl, así no es como te sales con la tuya. Ahora, intentémoslo de nuevo, usa tus palabras y pídemelo amablemente.— Sana habló en voz baja, con los dedos completamente quietos sobre el clítoris hinchado de la chica.

— Por favor Sana, Dios... Por favor, fóllame. Te quiero dentro de mí, lo necesito.— Suplicó la ninfómana, luchando por contener sus impulsos.

— Ahí está mi niña buena.— Sana habló suavemente mientras volteaba a la chica sobre su espalda, haciendo que la muñeca soltara una risita tierna antes de que sus labios fueran capturados por la castaña en un acalorado beso.

JiHyo se quitó las bragas por completo antes de que los dedos de Sana encontraran su núcleo, tres dedos entrando en su humedad, estirando a la chica de la manera más maravillosa.
La muñeca de pelo rosa rodeó con los brazos a la mujer que tenía encima, clavando las uñas en la espalda de la chica mientras los dedos la embestían con rapidez, haciendo temblar todo su cuerpo.

— ¡Más fuerte, joder! Más fuerte.— JiHyo suplicó mientras los labios de la mujer de ojos verdes viajaban por su cuello hasta sus tetas, mordiendo, chupando y lamiendo a lo largo de su camino. Sana cumplió, sus dedos se movían a un ritmo de castigo, sus músculos flexionados por los movimientos enérgicos. — Ah, joder, me voy a correr.— Exclamó la muñeca de pelo rosa, pero su compañera tenía otros planes.

Los movimientos de la chica de ojos verdes se detuvieron por completo, sus dedos abandonaron el núcleo de la chica mientras los alzaba para lamer los dulces jugos.

— No, no, por favor, no puedo aguantar. Sana, por favor, necesito...— JiHyo suplicó, su orgasmo tan cerca y tan lejos, su cuerpo hipersensible y desesperado por liberarse.

— Cariño, control y paciencia. Puedes aguantarlo, eres una buena chica, sé que puedes aguantarlo por mí.— Sana dijo mientras se quitaba lox boxers y se sentaba en el borde de la cama, con las piernas abiertas y el vientre chorreante a la vista.

— Ahora, vas a ser una buena chica para mí y hacer que me corra. Y después te dejaré correrte a ti también. ¿De acuerdo?.— Añadió, levantando un dedo y haciendo señas a la chica para que se acercara a ella.
JiHyo se bajó temblorosa de la cama y se puso de rodillas ante la mujer, gimiendo cuando la acción hizo friccionar su sensible clítoris.

La muñeca de pelo rosa se puso manos a la obra y encontró los fuertes muslos de la otra mujer mientras se inclinaba para saborearla. La coreana gimió al sentir el sabor, su excitación crecía de forma imposible mientras dejaba que su lengua penetrara y follara a la otra mujer en momentos lentos y deliberados, de repente no tan interesada en apresurar las cosas.

La mano de Sana bajó para agarrar el pelo de algodón de azúcar, sujetando la cabeza de JiHyo, mientras la nipona rechinaba las caderas al encuentro de la cálida lengua de la chica.
La chica de ojos marrones aceleró el ritmo, explorando con la lengua cada rincón de Sana y deteniéndose entre medias para chupar con fuerza el clítoris de la chica, empujándola hacia el orgasmo.

— JiHyo, ¡mierda! ¡Joder!.— Sana gimió cuando su subidón la encontró.

Tiró de la otra chica del suelo, tirándola sobre la cama y subiéndose encima de ella una vez más.
La chica de ojos verdes atacó los labios de la otra, gimiendo mientras se saboreaba a sí misma.
Volvió a introducir tres dedos en JiHyo, la chica gemía mientras la penetraban.

—Sana, ¿puedo correrme?. Joder...— La muñeca gimió, sus uñas volvieron a encontrar la espalda de la otra, creando nuevos patrones de rayas rojas mientras su cuerpo rebotaba en la cama por los profundos y duros movimientos de los ágiles dedos de la nipona.

— Mmm, no sé.. ¿Crees que has sido paciente?.— Se burló la castaña con voz áspera. JiHyo se limitó a asentir rápidamente como respuesta, con la mente demasiado ida como para ofrecer una respuesta real.

— Esta bien linda, córrete.

La chica de pelo rosa gritó el nombre de Sana cuando un intenso orgasmo la encontró, sus piernas temblando y el ruido blanco llenando sus oídos.
Se sentía como si estuviera flotando, y sólo conseguía gemir mientras los dedos de la otra mujer seguían follando suavemente su cuerpo excesivamente sensible.
Poco después sintió que los movimientos de Sana se detenían y sus dedos eran retirados, la muñeca se sintió vacía cuando la abandonaron.

— JiHyo .. linda, lo hiciste muy bien, cariño.— la nipona susurró dulcemente mientras depositaba ligeros besos sobre la piel de la coreana.

Cuando JiHyo bajó por fin del todo, se agarró a Sana y tiró de ella para tumbarla a su lado.

—Sabes, creo que realmente voy a disfrutar de esas reuniones de adicción.— La chica de pelo rosa habló, depositando un dulce beso en la mejilla de Sana.

La chica de ojos verdes acercó a la muñeca y le besó la parte superior de la cabeza.

— Creo que ahora yo también lo haré. — Sana respondió, ambas riendo mientras disfrutaban de la relajante calidez de la liberación.