❝ We Can Solve For X ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞

11: Honesty and Confusion.

El viernes había llegado una vez más y otra reunión estaba en sesión, JiHyo y Sana sentadas una al lado de la otra como de costumbre.

— Mira, no digo que no saque nada de esto, sólo que encuentro sospechoso algo de lo que enseñas. No es como si todos pudiéramos bucear y encontrar algún desencadenante mágico en nuestro pasado que nos hiciera perder el control. Nada me hizo beber, no realmente. Simplemente bebía como la mayoría de los chicos, probaba los límites y luego los límites se movían.— le dijo un chico al consejero.

— Pero todavía tenemos que encontrar la manera de que el alcohol pierda su actual control sobre ti, JungKook. El problema está ahí, y la única forma de tratarlo es encontrar la raíz.— TaeHyung intentó explicárselo.

— ¿Pero y si no hay una raíz? El alcoholismo es en parte genético, ¿quién puede decir que no se desencadenó algo dentro de mí cuando bebí por primera vez? ¿Por qué tiene que haber una historia triste?.— argumentó JungKook.

Sana simpatizaba con él, ya que ella misma tenía muchos de los mismos pensamientos. Tampoco veía ningún desencadenante real en su vida, ningún acontecimiento importante que la hiciera recurrir a las pastillas u otras sustancias.

— Bueno, ¿alguien más se siente de la misma manera?.— preguntó el consejero. Tanto JiHyo como Sana levantaron la mano al mismo tiempo.

— ¿Sana? ¿Quieres compartir tus pensamientos primero?.— Dijo el hombre mientras señalaba hacia ella.

— Sí, yo sólo, yo tampoco siento que haya un punto en el tiempo en el que pueda señalar los problemas. Creo que con demasiada frecuencia nos meten en un cajón en el que a todos nos tiene que haber pasado algo malo para que seamos así, pero a mí no me ha pasado nada realmente malo, nunca. Mi familia es la gente más agradable, me iba bien en la escuela, no increíble, pero bien, y en general era una persona bastante feliz. Sólo me estresaba la presión del futuro y ansiaba que pasara algo porque me aburría como una mierda viviendo en los suburbios. Realmente era una niña que experimentaba y perdía el control, igual que JungKook... Y entonces sí, estoy de acuerdo con él. No creo que ninguno de nosotros pueda curarse hasta que tanto nosotros como tú aceptemos ese hecho.— La nipona habló con sinceridad.

— Bueno, gracias por tu honestidad. ¿JiHyo? ¿Qué piensas?.— TaeHyung señaló a la otra chica.

— ¿Qué puedo decir? Yo también estoy de acuerdo. Sé que no he aceptado realmente que pueda tener un problema, pero.... puedo ser lo suficientemente mujer como para admitir que lo tengo. Pero aún no creo que haya un evento traumático que me haya hecho así. He tenido mucha presión académica y mis padres eran muy estrictos, todavía lo son, pero no creo que haya una razón específica para mis problemas. Creo que es más complejo que eso. Creo que la gente es más compleja que eso.— afirmó JiHyo.

Sana nunca había oído a la chica sincerarse así, ni tampoco a la muñeca hablar tan directamente de la presión a la que la sometían sus padres. La castaña se preguntó hasta qué punto había sido duro y quién habría sido la coreana si lo hubiera tenido más fácil.

— Gracias por compartirlo, JiHyo, y estoy orgullosa de que hayas encontrado el valor para admitir que tienes un problema de adicción. Ese es realmente el primer paso. Aprecio todas sus perspectivas e intentaré pensar también en cómo presento y fraseo las cosas hasta la próxima vez. Espero que podamos retomar este hilo la semana que viene, y espero que yo también tenga una mentalidad más abierta.— El hombre habló. Todos asintieron, considerando justa su respuesta.

Empezaron a recoger y a apilar las sillas contra la pared.

— Oye, mi padrastro me ha dejado hoy. ¿Crees que podrías llevarme a mi dormitorio?.— le preguntó JiHyo a la castaña mientras salían del edificio.

— Sí, claro. Sólo llevo un casco, pero te lo doy.— Sana dijo, lanzando el casco de bicicleta negro en las manos de la Barbie.

— No, esta bien. Tú conduces, deberías estar protegida.— Respondió la chica de pelo rosa.

— Hyo, está bien, en serio. Además, prefiero hacerme daño a que tú te hagas daño.— Dijo la nipona mientras depositaba un suave beso en la mejilla de la otra, tomando el casco de sus manos y poniéndoselo a la chica con cuidado.

— Tienes que dejar de ser tan dulce. — Murmuró JiHyo con un profundo rubor cubriendo sus mejillas.

— ¿Y eso por qué?.— preguntó Sana mientras tocaba juguetonamente la nariz de la chica de ojos marrones.

— Nada, no importa.— Respondió la chica, demasiado avergonzada para decir lo que pensaba.

— De acuerdo entonces. Come on Barbie, let's go party.— Bromeó la castaña, ya montada en la moto. La otra chica la siguió, rodeando con sus brazos la delgada cintura de la mujer de ojos verdes.

— Tienes que dejar de ser dulce porque si no mi corazón podría confundirse y enamorarse de ti de verdad.— JiHyo pensó para sí misma mientras el motor se ponía en marcha, el centro de reunión desaparecía tras ellas mientras se alejaban.

3 / 4