❝ We Can Solve For X ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞

O8: A Late Night Text.

Eran las tres de la madrugada cuando el teléfono de Sana se iluminó con un nuevo mensaje.

JiHyo<33

¿puedes recogerme?
estoy en nellys

Sana no era de las que se acuestan a horas normales y por un milagro seguía levantada, así que tecleó rápidamente una respuesta y salió por la puerta.

Estaré allí en 5 minutos.
Quédate donde estás.

no mames, aunque tengas prisa, tu gramática es perfecta
que molesto

La castaña se rió un poco de aquello mientras se alejaba hacia el conocido bar en decadencia.
¿Qué coño hacía allí una chica como JiHyo?, Sana no tenía ni idea.
El lugar distaba mucho de ser el lugar donde se reunían los adolescentes fiesteros de Estados Unidos, ni tampoco era el típico bar que visitaban los estudiantes de Harvard.
Las únicas personas que la chica de ojos verdes sabía que iban allí eran personas mayores que querían beber hasta ahogar sus penas.

Cuando se detuvo en el exterior, vio a la coreana junto a una mujer de unos cuarenta años que estaba claramente muy interesada en la muñeca Barbie, aunque la chica de pelo rosa parecía algo incómoda.

La nipona no era idiota.

Sabía que las posibilidades de que la muñeca no se hubiera acostado con quien coño fuera la mujer eran mínimas. Aún así, no pudo evitar el pequeño resentimiento que sintió al saberlo.

—Hyo, vamos.— Sana dijo, extendiendo un casco extra.

— Oh, ese es mi transporte, lo siento.— La Barbie dijo mientras se alejaba de la mujer claramente decepcionada, y se acercó a la motociclista.

— ¿Amigo tuyo.?— la castaña no pudo evitar decir, maldiciendose a si misma por lo amargada que sonaba.

— Presa fácil. Quería que fuera a casa con ella, pero me pareció una mala idea teniendo en cuenta que me había tomado como 5 chupitos de vodka. Pero la invitación me despejó un poco.— JiHyo respondió con sinceridad, la naturaleza prepotente de la mujer con la que se había acostado había sido algo aterradora en un momento dado.

— Buena decisión. ¿Quieres ir a tu casa o a la mía?.— preguntó Sana, esperando que la chica eligiera su apartamento.
La mujer de ojos verdes nunca haría algo mientras JiHyo estuviera ni siquiera algo cerca de borracha, pero no le gustaba la idea de que la chica de pelo rosa estuviera sola teniendo en cuenta sus acciones y su estado de ánimo ese día.

La nipona sabía que la compañera de cuarto de JiHyo, Jennie, se había ido a casa el fin de semana, por lo que realmente no había nadie en el dormitorio de la chica para cuidar de ella.

— Tuya.— La coreana respondió somnolienta, rodeando la cintura de Sana con los brazos y apoyando la cabeza en la espalda de la chica.

La mujer de ojos verdes no pudo evitar sonreír ante aquella sensación.

— Esta bien, agárrate fuerte, ¿de acuerdo?.— dijo Sana, sintiendo un movimiento de cabeza contra su espalda antes de arrancar.

Llegaron de vuelta a su apartamento no mucho después. La chica de pelo rosa se bajó y se quitó el casco como si estuviera en un anuncio de shampoo. Sana la siguió momentos después, pero se quitó su propio casco de una manera mucho menos elegante.

— A lo mejor esta vez sí que nos da tiempo a dar un recorrido.— bromeó JiHyo cuando entraron en el apartamento, haciendo reír a la castaña al recordar la última visita de la chica.

— ¿Quieres algo? ¿Un vaso de agua? ¿Una merienda? ¿Red bull? ¿Coca-cola a temperatura ambiente?. Preguntó la chica de ojos verdes.

— A ti.— La otra mujer respondió con seriedad antes de romper a reír como una foca moribunda.

— Vete a la mierda. Si te vas a poner así puedes volver andando a tu dormitorio, JiSoo.— Contestó Sana con fingido enfado, lo cual no era muy convincente ya que estaba completamente muerta de risa por la carcajada demencial de la otra chica.

— ¿Qué?— Dijo JiHyo en un tono demasiado inocente, haciendo que la otra mujer pusiera los ojos en blanco dramáticamente. — Sólo bromeaba, coca a temperatura ambiente suena genial.— Añadió al cabo de un rato.

Sana tomó dos latas y se acercó al sofá donde la otra chica ya se había sentado.

— Gracias.— dijo la coreana cuando la castaña le entregó el refresco.

— Sé que probablemente te molestará que te lo pregunte, pero, ¿te encuentras bien?.— preguntó la npona en voz baja antes de dar un sorbo a su propia bebida.

— Sí, es que, no sé. No estoy acostumbrada a sentir que el sexo es complicado, pero ahora mismo parece realmente complicado.— Contestó la Barbie. La otra chica se volvió hacia ella en el sofá, metiendo los pies debajo de sí misma.

— ¿Complicado cómo?.— le preguntó.

— Sólo que esta noche me sentí extrañamente culpable por hacerlo. Era como si algo me dijera que no lo hiciera.— JiHyo murmuró, sintiéndose avergonzada y exhibida.

— Oh, bueno, tal vez sólo te estás volviendo más exigente. Puede que no sea malo, ¿sabes? Tal vez es sólo tu instinto diciéndote que seas más selectiva.— Sana sugirió.

— Sí, tal vez.— La muñeca de pelo rosa respondió, sumida en sus pensamientos.

Permanecieron un rato en silencio antes de que JiHyo volviera a hablar.

— Hey Shiba, estoy como muy cansada. ¿Podríamos ir a la cama?.

— Si, por supuesto. ¿Quieres dormir en mi habitación? ¿O en el sofá? ¿O yo podría dormir en el sofá?.— La chica de ojos verdes respondió, sugiriendo cualquier cosa bajo el sol, ya que no quería parecer prepotente o como si estuviera esperando algo por invitar a la chica a casa.

— Tu habitación está bien, y no me preocupa que duermas a mi lado, así que deja de estresarte.— dijo JiHyo, inclinándose hacia delante para depositar un dulce beso en la mejilla de la otra chica.

Pronto se envolvieron en la seguridad de las sábanas. La coreana sólo llevaba bragas y una camiseta de gran tamaño que tenía Sana, que aún se extendía por el pecho de la chica de pelo rosa. La nipona en un par de pantalones cortos de dormir y una camiseta.

La castaña había intentado mantener la distancia entre ellas, no quería parecer espeluznante, pero JiHyo no quería saber nada de eso. Así que poco después, los brazos de Sana rodeaban la delgada cintura de la muñeca, su frente contra la espalda de la chica.

— ¿Shiba?.— La suave voz de la coreana habló.

— ¿Mhm.— Sana respondió con sueño.

— Gracias por recogerme.

¿Cómo están?, yo con ganas de darme de baja de la universidad sjjdsjjd

Espero esten disfrutando mucho esta adaptación<333