❝ We Can Solve For X ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞

16: A Bond Grows Stronger.

— ¿Estás bien?.— preguntó Sana cuando la chica de pelo rosa se sentó en el suelo, apoyándose en la pared detrás de ella.

— Sí, la verdad es que me sentí extrañamente bien. Toda mi vida he interpretado el papel de la estudiante perfecta, o he lidiado con la presión de eso a través del sexo. Nunca he tenido la oportunidad de contarles mi punto de vista. Me siento agotada, pero también un poco... aliviada, si eso tiene sentido.— respondió JiHyo.

La chica de ojos verdes se sentó a su lado.

— Sí, tiene todo el sentido.— Le dijo a la chica.

— Además, como que te atacaron cuando estábamos en casa. Mamá me preguntó quién eras y qué tipo de adicción tenías, y yo no quería decírselo, pero como que se lo imaginó y se enfadó mucho por ello... y... No podía soportar que nadie hablara así de ti.— La muñeca lo dijo sinceramente, aunque le daba vergüenza admitir lo mucho que le habían molestado esos comentarios.

— Gracias, por preocuparte lo suficiente como para molestarte por eso. Eso es muy bonito, Hyo.— Dijo Sana, tomando la mano de la niña y besándola antes de jugar con los dedos manicurados como una niña.

— ¿Así que no te molesta que lo sepa?.

— ¿Por qué iba a enfadarme? No querías que se enterara y me defendiste. No tengo nada por lo que enfadarme. Estoy feliz de que te sientas bien.— La chica de ojos verdes dijo con una suave sonrisa.

Se sentaron en silencio durante un rato, las manos de la nipona jugueteando con la mano de la muñeca mientras la coreana recostaba la cabeza en el hombro de la chica, disfrutando de un poco de paz y tranquilidad.

— Esto parece como si nos hubiéramos visto después de clase a escondidas.— JiHyo soltó una risita después de un rato mientras miraba alrededor de la oscura habitación que estaba llena de mesas y sillas.

— Oh babygirl, quedaría contigo después de clase cualquier día.— Respondió la castaña con una carcajada.

— Mhm, te dejaría investigar mi cuerpo y juntas podríamos resolver X, unhhhh. — Dijo la muñeca soltando una carcajada segundos después. Cuando las risas se calmaron, JiHyo volvió a hablar. —¿Puedo quedarme en tu casa esta noche? No quiero arriesgarme a que mis padres aparezcan en mi dormitorio.

— Sí, claro. ¿Quieres irte ya? Puedo hablar con TaeHyung para que sepa que nos vamos temprano.— Sana sugirió.

— Mhm, eso estaría bien.— dijo JiHyo, girando la cabeza para besar la mejilla de la otra chica antes de levantarse.

Caminaron de vuelta a la otra habitación, la nipona rápidamente se acercó al consejero y le explicó que se iban, que por supuesto entendió después de haber sido testigo de la dramática discusión anterior. La pareja se alejó del centro en la moto de Sana, llegando al apartamento de la chica no mucho después.

— Gracias por dejar que me quede a dormir.— La chica de pelo rosa dijo mientras se acurrucaba en el sofá, la castaña vino a unirse a ella momentos después.

— Por supuesto. Hyo, puedes quedarte cuando quieras.— respondió Sana.

JiHyo cambió de posición apoyándose en el pecho de la chica de ojos verdes y acurrucándose contra ella. Sana rodeó a la niña con un brazo, disfrutando de la sensación de tenerla cerca.

— Eres la mejor.— Dijo la muñeca mientras depositaba un suave beso en la clavícula de la castaña.

— Y tú eres la más preciosa.— Sana dijo cariñosamente, besando la parte superior de su cabeza.

La chica de ojos verdes pensó en todos los días que había pasado con una pipa en la mano o una pastilla en la garganta, deseando que alguien hiciera que su vida pareciera interesante y llenara su mundo de color. Ahora, una muñeca Barbie la había atacado con rosas y amarillos brillantes, y aunque las ganas de consumir seguían apareciendo de vez en cuando, parecían mucho menos atractivas. Ahora, no sólo sentía que su adicción estaba bajo control, sino que sentía como si su control sobre ella estuviera perdiendo fuerza poco a poco.
Sana no era ingenua, sabía que las cicatrices de la adicción la seguirían hasta la tumba. Pero soportarlo y luchar contra los impulsos parecía mucho más fácil si JiHyo estaba a su lado.

Y entonces tuvo una idea.
Imágenes de colores brillantes y fría oscuridad se mezclaron en su mente cuando se dio cuenta de cuál sería su proyecto artístico.

—¿Hyo? ¿Me dejarías fotografiarte y filmarte para mi proyecto principal?.— preguntó.

JiHyo se incorporó y la miró sorprendida. — ¿Quieres que sea modelo para tu proyecto principal?.— dijo la chica, con los ojos muy abiertos.

— Sí, sólo si tú quieres, claro. Pero me encantaría hacer una serie sobre la adicción y cómo tú también me ayudas a luchar contra la mía.— le dijo Sana.

— Sana, a mí también me encantaría.— contestó JiHyo.

— ¿En serio?.

— Sí, por supuesto, sería un honor.— Dijo la muñeca de pelo rosa antes de inclinarse para capturar los labios de la otra chica en un suave beso.

De alguna manera, en ese momento, algo cambió entre ellas.
El beso parecía más profundo y lleno de emoción.
Sus caricias eran más tiernas y tentativas.
Sus corazones se estrecharon y agitaron de la forma más increíble.

El vínculo entre ellos se hacía cada vez más fuerte, día a día.