O9: Kindness and Respect.

436 61 17
                                    


— Buenos días, Barbie

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Buenos días, Barbie.— dijo Sana bromeando mientras colocaba una bandeja con zumo de naranja natural, un sándwich de mantequilla de cacahuete y mermelada, un vaso de agua y algunos analgésicos sobre la cama, frente a la muñeca que acababa de despertarse.

— Mhm, buenos días. Shiba, no tenías que traerme el desayuno.— dijo JiHyo, con un rubor rosado cubriéndole las mejillas.

— No fue ninguna molestia. También lavé tu ropa, sólo tengo que sacarla de la secadora. Bueno, tus bragas obviamente no, pero el resto sí.— Le dijo la chica de ojos verdes mientras se levantaba para irse.

— Gracias.— Dijo la muñeca en voz baja justo cuando la otra mujer desapareció de la habitación.

JiHyo no estaba acostumbrada a que alguien fuera así con ella.
No recordaba la última vez que alguien la había cuidado de una forma parecida, a menos que hubiera estado gravemente enferma.
No es que sus padres fueran malos o abusivos ni nada por el estilo.
Tenían buenas intenciones, pero esperaban mucho, demasiado.
Siempre se trataba de estudiar, de llegar a la cima de la pirámide, de ser la mejor, así que todo lo demás se perdía en ese vacío.

La niña de pelo rosa había sido una superdotada escolar toda su vida, pero esto también hizo que sus padres fueran cada vez más competitivos. La habitación de la infancia de la niña había sido decorada de acuerdo con los estudios realizados sobre cómo estudiar de la manera más eficiente. La temperatura de la habitación, las cosas que se le permitía tener en ella, la ubicación del escritorio, todo estaba determinado por este factor.
Rara vez veía a sus amigos, pasaba todas las tardes con profesores particulares. No se le permitían relaciones, ya que se consideraban distracciones. Y apenas se le permitía usar el teléfono o el ordenador, si no era para investigar.

Todo lo que deseaba o quería hacer en la vida se dejaba de lado para estar en lo más alto académicamente y entrar en la mejor universidad posible.

Sus padres siempre le habían dicho que los demás sueños podían esperar.

— Hola, ¿tierra a JiHyo?.— dijo la nipona agitando la mano delante de la estoica niña, había vuelto con la ropa recién lavada de la muñeca.

— Oh, lo siento, me distraje. ¿Qué has dicho?.— preguntó la coreana, dándose cuenta de lo raro que debía de parecerle estar allí sentada como un robot con una bandeja de comida sin tocar en el regazo. La chica de pelo rosa tomó rápidamente los analgésicos y se los bebió con el agua.

— Te he dicho que deberías comer algo. Además, aquí tienes tu ropa, y he encontrado estas bragas en mi cajón. Creo que las compré por error hace años, nunca las usé, pero creo que podrían quedarte bien.— Dijo la chica de ojos verdes, colocando los artículos delante de la otra mujer. La muñeca cogió el bocadillo y empezó a comer, gimiendo por el sabor.

— No puedes hacer sonidos así, estás demasiado buena.— se burló Sana, actuando como si la muchacha acabara de ofenderla gravemente, haciendo que la muñeca soltara una risita.

— Lo dice la chica super tonificada, motera, con músculos locos en los brazos y tatuajes.— replicó la coreana, haciendo que la castaña se sonrojara.

— De todas formas, hay una toalla para ti al lado de la ducha, siéntete libre de usar lo que quieras ahí.— La chica de ojos verdes informó, no confiando en sí misma para mantener la calma si la conversación anterior continuaba. Sobre todo teniendo en cuenta que los pezones de JiHyo estaban duros y se veían prominentemente a través de la fina tela de la camiseta, y Sana era dolorosamente consciente de que la chica sólo llevaba bragas debajo.

— ¿Intentas echarme, zorra?.— bromeó JiHyo levantando una ceja.

— No, intento que te vistas para poder respirar.— bromeó la castaña, riéndose ambas a carcajadas de su propio humor tonto. JiHyo terminó de comer y vació el zumo de naranja, dejando la bandeja a un lado antes de contestar;

— ¿Y si en vez de eso me desnudo más?.

— Hyo... Me estoy esforzando mucho por ser una anfitriona respetuosa.— Sana respondió nerviosa mientras los dedos de la chica agarraban el dobladillo de la camiseta.

— Y yo me estoy esforzando mucho para que vuelvas a follarme.— replicó burlonamente la muñeca.

La chica de ojos verdes respiró hondo y se sentó en la cama junto a la muñeca, acercándose para impedir que las manos de la chica le quitaran la camiseta.

— Escucha, por mucho que quiera, y en el querido nombre de Dios, Jesús y Satanás, quiero hacerlo. Pero no creo que hoy sea el día para hacerlo. No sé todo lo que te pasó ayer, pero está claro que fue algo, y tú misma dijiste que el sexo se te estaba complicando. Así que vamos a aplazarlo al menos un par de días, o más si lo necesitas. No quiero que hagas algo de lo que luego te sientas mal. ¿De acuerdo?.— Dijo Sana depositando un suave beso sobre la cabeza de la chica de ojos marrones.

— Está bien...— JiHyo respondió débilmente.

— Por favor, no te sientas mal. No es de ninguna manera un rechazo ni nada.— Dijo la castaña, con un ligero aumento del pánico.

— No, no. No es que piense eso, es que... nunca nadie se había preocupado por mí de esta manera, y menos cuando había oferta de sexo de por medio.— Respondió suavemente la chica de pelo rosa.

— Pues ahora sí.— Sana dijo con una pequeña sonrisa, la otra chica asintiendo en respuesta.

— Voy a ducharme para poder vestirme. No querría que no respiraras durante mucho tiempo.— JiHyo bromeó mientras tomaba el montón de ropa y se dirigía al baño, con un cosquilleo en el estómago al pensar en la dulce y amable chica de ojos verdes.

— JiHyo bromeó mientras tomaba el montón de ropa y se dirigía al baño, con un cosquilleo en el estómago al pensar en la dulce y amable chica de ojos verdes

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


1 / 4

❝ We Can Solve For X ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞Where stories live. Discover now