Día 152 - parte 2

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Los mensajes de notificación felicitándola no dejaron de llegar a su celular durante toda la mañana, vibrando cada lapso aproximado de cuarto de hora, más ella había dejado pasar los últimos mensajes al estar concentrada preparando todo para la noche que se avecinaba.

No era la mejor en la cocina, pero había encontrado lo necesario para la cena en aquel pequeño establecimiento a calles de distancia. Prepararía espagueti a la boloñesa , acompañada con una botella de vino sin descorchar que aún guardaban del festejo de su boda. Colocó algunas velas alrededor de la sala del departamento, colocándolas en lugares estratégicos para que al encenderlas crearan un ambiente romántico y sexy, quién sabe, no descartaba tener algo de sexo cumpleañero antes de dormir. Por ello, no había olvidado pasar por la sección de farmacia para tomar una caja de condones. No quería convertirse en madre, no aún.

Había preparado su mejor vestido, uno tipo coctel, color negro y que quedaba ceñido a su cuerpo. Se había preocupado de que este ya no le quedara, pero para fortuna de ella aún lo podía lucir bien. Se encargó de que la lencería a usar combinara con el vestido.

Una pequeña y de encaje. Quería lucir sensual esa noche.

Se encontraba en la modesta cocina del departamento. Aspiraban ambos a conseguir uno mejor. Tenía fe que todo mejoraría con los meses y sabía que su ahora esposo lo lograría, era tenaz y había estado ganando todas las carreras a las que había estado participando. Solo esperaban un golpe de suerte para ascender. El estar en San Francisco le había abierto las puertas para comenzar a conocer gente del ámbito deportivo y comenzar a viajar para más carreras. Quizás escalar a eventos olímpicos. Todo iba viento en pompa.

Para él.

Sonó su celular y atendió la llamada con una sonrisa al ver el nombre en la pantalla.

—¿Cómo ha pasado su día la hermosa cumpleañera?—habló Wally en un tono alegre y juguetón que hizo soltar una melodiosa risa a Rachel.

—Nada fuera de lo común. He estado en casa arreglando algunas cosas y hace algunas horas tuve una videollamada con Donna.

—Me alegra escuchar eso. Sabes, te tengo una excelente noticia.

—Dime que es lo que creo que es—dijo Rachel, sin contener su emoción.

—Sí, ¡Lo he conseguido!

—¡Es una excelente noticia!

—¡Lo sé, cariño!

—Esta noche que llegues a casa, celebraremos juntos y-

—Espera, Rae...—interrumpió Wally. La emoción de su voz se había esfumado por completo.—Yo...me pidieron una reunión con ellos, esta noche, aquí en Central City.

Rachel se había quedado paralizada ante su respuesta, tratando de procesar lo que le decía su esposo. Él le había prometido que estaría en San Francisco para ese día, para esa misma noche, para estar juntos.

—Oh, entiendo.

—Pero no quiero dejarte sola, no de nuevo, menos hoy.

—N-no, no, lo entiendo perfectamente. Es una oportunidad que no debes dejar pasar. Ambos esperábamos por esto. Debes hacerlo.

—Reprogramaré el vuelo de regreso para volver lo antes posible. Lo prometo.

Otra promesa para una promesa rota.

—Descuida. Será mejor que te prepares para tu reunión.

—Sí, eso haré. Te mandaré un mensaje al terminar la reunión. Te amo y te extraño demasiado.

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⏰ Última actualización: Feb 20 ⏰

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