Cap 28

212 35 7
                                    

Ni Sam ni yo hablamos acerca de habernos visto fuerade la cafetería. Comenzaba a creerque no me había visto, pero una mañana unos días después,cuando me iba, le había dicho que iría a tomar un café con mis amigos, se volvió hacía mí y me dijo—: Saluda a Porter de mi parte.

Se me formó un nudo en el estómago por los nervios. Me había visto, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a admitir lo que iba a hacer esa mañana, eso era en ambos sentidos. Hacer las cosas de esta manera se sentía como si lo estuviera engañando, pero necesitaba respuestas. Algo me hacía querer investigarlo. Había compartido libremente mi cama con él.

Simplemente asentí con la cabeza débilmente, salí por la puerta y caminé rápidamente todo el camino hasta la cafetería. Cuando entré ni Porter ni Shelby habían llegado, así que me dirigí a la fila para ordenar. Pedí un té, esperando que pudiera calmarme, pero estaba demasiado nervioso para beber algo y se enfrió rápidamente en la mesa. Finalmente las campanas de la entrada sonaron y alcé la mirada para ver llegar a Porter y Shelby.

Shelby estaba exactamente como la recordaba, con sus largas trenzas enmarañadas con un aspecto desaliñado. Me puse de pie y agité ambas manos sin saber qué otra cosa hacer. Estaba hecho un manojo de nervios.

Porter no me había dicho mucho, solo que Shelby había reconocido las pinturas y quería encontrarse conmigo, cosa que hizo que, lo que fuera esto, pareciera más siniestro.

—¿Entonces conoces al chico de la pintura? —le pregunté, incapaz de guardar siquiera un nanosegundo de silencio.

—Sí, ese es Hyunjin.

—Hyunjin—repetí. El nombre se sentía extraño en mi boca.

—Sí, Hwang Hyunjin, el profesor más joven de Historia del Arte que ha trabajado en Northwestern.

Historia del Arte, las piezas en mi cabeza hacían click—. ¿Qué más sabes de él?

Shelby se mordió el labio. —¿Porter, podrías ir a pedirnos unos cafés? Él asintió con la cabeza y se levantó de la mesa.

Shelby suspiró y continúo. —Estoy segura de que hay dos lados de cada historia. —Retorcía las manos sobre la mesa—. La relación de Samantha o Sam como le deciamos, era apasionada con él pero inestable. Se conocieron en Memphis, donde Hyunjin fue contratado para pintar un mural de un bar un verano hace un par de años. Sam es una artista también y estaba ahí para un seminario de verano.

Mi estómago estaba tenso de tantos nervios y puse mis manos sobre mi regazo, esperando a que continuara.

—¿Entonces, dónde está Sam ahora? ¿Siguen juntos? —Si tuviera la oportunidad de ayudar a Sam...Hyunjin, me corregí, a recuperar su identidad, lo haría. Aunque la verdad significara el final de mi relación con él.

Shelby suspiró. —Las cosas terminaron mal entre ellos y no estoy segura de cuánto le gustaría a Sam que te dijera, tengo que consultarlo primero con ella.

No me atreví a preguntar nada más, no estaba preparado para que mi mundo se derrumbara de repente.

Garabateé mi número de teléfono, correo electrónico y dirección debajo de un viejo recibo de Shelby. —Por favor. Hazme saber cualquier cosa que puedas.

Ella asintió. —Lo haré.

Tuve la creciente necesidad de buscar a Hyunjin en internet con mi teléfono. Incluso aunque lo estaba investigando a sus espaldas, que era donde yo había dibujado la línea, pero casi me mató no hacerlo de camino a casa. Me puse los auriculares y ajusté el volumen para evitar pensar.

No fui a casa de inmediato. No podía hacerle frente a Sam , o a Hyunjin, o a quién demonios fuera. Demasiados pensamientos se arremolinaban en mi mente. ¿Qué pasó exactamente entre él y Sam? ¿Su relación significaba que era gay y que solamente estaba...confundido conmigo? ¿Cómo es que terminó un profesor de Historia del arte en un almacén sucio ese día? Aún con esta nueva información, todavía había muchas preguntas sin respuesta.

Maniac || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora