Cap 31

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De izquierda a derecha, seguí a lo largo de la pared, trazándolo con mi mano mientras caminaba. Había un camino que atravesaba un bosque con torcidos arboles nudosos. Era oscuro y parecía presagiar algo. Mientras caminaba, la pintura se hacía más clara, y al final del camino había un grupo de personas, de todas las edades y razas. Estaban tendiéndose una mano, apoyándose entre sí, algunos estaban abrazándose. Su mensaje de amor y esperanza era claro. En una caligrafía, en la parte inferior del mural, se leía: Tú escoges.

Retrocedí en silencio asombrado, admirando su trabajo. Apareció detrás de mí y colocó sus manos en mis hombros. —Es hermoso — comenté.

Condujo mis hombros hacia el borde de la pared. —Esto es lo que quería mostrarte.

Se inclinó cerca de la pared y señaló algunas notas que solo podían ser vistas de cerca. Me agaché cerca de la pared y lo examiné.

Él había traducido el tatuaje en latín que compartíamos y lo había pintado en una delicada tinta. Encontraré un camino o haré uno. Debajo de eso, su dedo trazó las palabras. Para Felix, con amor. Siempre.

Era un gesto muy dulce, y estaba verdaderamente emocionado, pero todavía necesitaba escucharlo decirme, con sus propias palabras, qué estaba haciendo de regreso aquí, porqué había estado lejos durante un mes. No me permitiría tener altas esperanzas. Me puse de pie y sacudí la tierra de mis rodillas.

Después de mirar el mural, caminamos a lo largo de Lakeshore Drive, la brisa del lago Michigan haciendo que el aire se sintiera más frio, pero el viento fresco se apoderó de mí y me dejó revivido. Hyunjin me vio abrazando mis brazos alrededor de mi pecho, y comenzó a quitarse su chaqueta.

—No, quédatela. —Cuando lo detuve, mis dedos rozaron los suyos. Se trataba de un toque inocente, pero aun así hizo que una oleada de anhelo surgiera a través de mí. Mi piel se estremeció por la conciencia de él. Mi maldito cuerpo me traicionaba.

—Tienes frío. Paremos y vayamos a por un trago. —Inclinó la cabeza hacia un club de jazz justo enfrente de donde estábamos. Asentí con la cabeza y nos dirigimos allí.

Una que vez estuvimos sentados directamente uno frente al otro, con la pequeña mesa de pedestal con una vela roja entre nosotros, me mordisqueé mi labio inferior.

Seguramente esto era; íbamos a tener La Conversación ahora. Justo en ese momento apareció el camarero, y Hyunjin pidió nuestras bebidas.

Una botella de Burdeos, que dijo que aparentemente era su favorita y que quería que yo la probara.

Cuando llegó nuestro vino, hizo una señal al camarero para que me sirviera en primer lugar. Llevé el vaso a mis labios mientras Hyunjin me miraba y di un pequeño sorbo. Hice girar el rico, aromático liquido a través de mi lengua y lo tragué. Era picante y agrio con notas de bayas. Tenía razón, me encantó. Asentí con la cabeza y el camarero llenó mi vaso, y luego el suyo.

Tome otro sorbo de mi vino, notando que mi piel se había calentado por la combinación de la proximidad de Hyunjin y el delicioso vino.

—¿Qué has estado haciendo durante el último mes? —Me encogí internamente; con temor de que el respondiera con una sola palabra que pudiera aplastarme: Sam.

Su mirada color avellana atrapó la mía, mirándome con una intensidad insana. —Juntando las piezas de mi vida. Tratando de estar entero de nuevo.

Otro saludable trago de vino me hizo sentir más como mi viejo yo, seguro y cómodo en su presencia. —Y, ¿qué encontraste? ¿Tienes una casa en los suburbios? ¿Un apartamento en la ciudad? ¿Esposa? ¿Perro?¿Dos coma cinco hijos?

Maniac || Hyunlix✔Where stories live. Discover now