✧ ⎯ cinco

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¿pesadilla o maravilla?

ADA —

Pasaron unos pocos días y la foto que nos tomó el paparazzi era portada en todas las revistas. Los rumores de que éramos pareja no tardaron en aparecer y correr por todos lados. A Tom no parecía importarle mucho, aún así me sentía culpable por meterle en aquel problema, si me hubiera aguantado las ganas de bailar con alguien no tendría que haberme ayudado.

Estaba en el estudio de los chicos, Georg me había llevado con ellos a ensayar para que volviera a hablar con su manager David y me ayudara. Había hablado con él anteriormente, quedó en que llamaría a mi madre para negociar las cosas.

Me encontraba sola sentada en un silloncito, viendo mi reflejo en el espejo que se encontraba frente a mi. Llevaba una falda vaquera corta de color gris junto a un top de tirantes negro con letras en rojo y mis convers también rojas, a juego. Mi pelo estaba adornado por un pequeño broche de estrella, y mi maquillaje era tan simple como siempre que salía de casa con prisas: rímel y gloss.

Mientras los chicos ensayaban David salió de un cuarto y me dijo que fuera con él, tenía algo que contarme. Había llegado a un acuerdo con mi madre y ahora también sería mi manager junto al de la banda, por lo que en un futuro podríamos hacer proyectos juntos. Esto también implicaba que la mayoría de giras y tours serían a la vez y en los mismos lugares ya que iríamos todos juntos, aunque a conciertos diferentes.

David se fue, dejándome sola en la sala de espera del lugar. Había unos sillones rojos y una mesita. Más tarde Georg apareció para ver que me había dicho el manager.

–¿Qué tal?

–Ahora también trabaja para mi –dije mientras saltaba hacia sus brazos, estaba muy feliz de volver a tener un manager, podría retomar mi carrera musical después de pocos meses. Mi hermano correspondió mi abrazo y me felicitó.

–Pero sigue siendo nuestro manager, ¿no? –preguntó algo preocupado.

–Claro, tonto. Trabaja para ambos, me ha dicho que eso significa ir de gira juntos y todo eso. Estaremos en conciertos separados y tal, simplemente iremos a los mismos hoteles y en los mismos autobuses.

–Ó sea, ¿que ahora también voy a tener que soportarte cuando vaya de gira? –bromeó.

—No seas idiota —reí y golpee levemente su hombro.

—Georg, ¿vienes, o te vas a quedar haciendo nada? —preguntó Gustav mientras entraba en la sala. Me miró con una cara dudosa—. ¿Ada?

—Hola, Gustav.

—No sabía que vendrías.

—He venido para hablar con David, ahora también es mi manager —comenté felizmente.

También me felicitó y le expliqué sobre que viajaría junto a la banda, cosa que no le pareció mal. Gustav solía ser un poco más callado que los demás, pero en confianza no cerraba la boca.

Empezamos a hablar sobre cómo molestaríamos a Georg o de como me enseñaría a cocinar algunas cosas.

—Gustav, se supone que habías venido para decirle a Georg que... —Apareció Tom, que se interrumpió a sí mismo cuando notó mi presencia—. Ada, hola, ¿has venido a verme?

CANCELADA! ⋆ 𝐩𝐨𝐥𝐚𝐫𝐨𝐢𝐝 ⋆ tom kaulitzWhere stories live. Discover now