✧ ⎯ diecinueve

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MTV EMA

TOM —

El silencio que había en el coche empezaba a ser demasiado incómodo, y todo por culpa de Ada. Estábamos yendo a los premios MTV Europe Music Awards, y probablemente fueron los cuarenta y cinco minutos más largos y tensos de mi vida.

Ada miraba al suelo del coche con el ceño fruncido, los demás se miraban entre ellos como si no entendieran la situación —aunque todos menos Georg sabían lo del maldito beso ese—, y yo miraba por la ventana, esperando a que llegáramos a nuestro destino.

A decir verdad, me sentía como la mierda. No entendía porque ella se había molestado tanto por el beso, no es como si no la hubiera besado antes. Y lo peor es que ni siquiera era capaz de enfadarme con ella por actuar de manera tan infantil al respecto, simplemente no podía enfadarme, y eso me hacía sentir aún peor.

Bill sabia que estaba mal, y me puso la mano en la rodilla mientras me miraba con una cara de "¿Estás bien?". Iba a decirle algo, pero el coche POR FIN se detuvo y nos dijeron que ya podíamos bajarnos.

Primero salió Bill, después Georg y Gustav, pero el manager —que también estaba en el coche— nos impidió salir a Ada y a mí, dejándonos confundidos.

—Antes de que salgáis, quiero que vayáis de la manita, sólo eso —dijo él como si nada, ignorando la tensión que había habido por cuarenta y cinco malditos minutos—. ¿Podéis hacer eso?

No.

—Claro, no te preocupes, David —respondió ella con una falsa sonrisa, cosa que me dejó más confundido todavía.

Entonces me tomó la mano y rápidamente me bajó del coche, David no salió detrás nuestra. Caminamos a paso rápido hasta entrar en el edificio donde se entregaban los premios, sonriendo y saludando a los fans que había allí. Una vez lejos de las cámaras y las personas, Ada me soltó la mano y volvió a tener esa cara de culo.

Y aún así estaba igual de guapa.

Quería decirle algo, pero sinceramente me daba miedo hablarle.

Georg se acercó a Ada y se la llevó a una esquina para hablar con ella, supongo que también estaba cansado de que hubiera tanta incomodidad. Mientras tanto, yo me quedé con Gustav y Bill.

—¿Tan mal está lo que he hecho? —pregunté, aprovechando que Ada y Georg no me escuchaban. La verdad es que si me sentía culpable aunque, según yo, no había hecho nada malo.

Ellos se miraron entre sí y se encogieron de hombros.

—¿En serio está taaan mal dar un beso? —insistí, y ni siquiera la besé yo a ella.

Bill soltó un suspiro y me puso la mano en el hombro —Tom, no es que esté mal o bien... Es que eso es algo que tú deberías hablar con Ada, no con nosotros.

—Y cuanto antes lo habléis, mejor —siguió Gustav, Bill asintió—. No sólo del beso, sino toda vuestra "relación". Es incómodo que estéis peleados todo el rato, aclaraos de una vez.

—¿Y qué se supone qué tengo qué decirle? ¡Si cada vez qué le digo algo me lleva la contraria! —bufé.

—¡Y yo qué se! Yo toco la batería, no soy cupido.

CANCELADA! ⋆ 𝐩𝐨𝐥𝐚𝐫𝐨𝐢𝐝 ⋆ tom kaulitzWhere stories live. Discover now