Todo comenzó como un juego de hermanos pequeño, pero acabo en un país totalmente diferente, estos hermanos deben atravesar grandes obstáculos y llevarse algunos con ellos. Marianela Listing junto a su hermano Nicolás, descubren lo que es vivir en un...
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Decidíamos ambas bandas si festejar el éxito de nuestros álbumes yendo a una fiesta, pero primero debíamos organizar la ida y la vuelta para que ninguno vuelva solo, fue estúpido siendo que se trata de nosotros de lo que hablábamos y nosotros no llevamos organización para nada.
Escuchaba como los hermanos peleaban mutuamente olvidando como siempre que estábamos presentes a ellos, pero como ya era costumbre que lo hicieran admirábamos sentados en el sillón su discusión. Me recosté mirando mi teléfono y le conté todo lo que había pasado a mi hermano por chat.
-Boe que queres vos también, ¿caer en helicóptero?-dijo Nico soltando su teléfono peleando con Georg.
Lo único que hicimos fue pelear sobre quien hacía que y terminar con un "ya fue, vamos y que pase lo que tenga que pasar", yo obvio me prendí en el segundo cero porque por cada salida que hacíamos juntos siempre había una ocasión donde alguien terminaba haciendo algo muy estúpido y debía ir para presenciarlo, además de divertirme, pero era mayor mi duda del cual sería el problema de esta vez.
-Y que se pique -escuché decir de parte de Nico al entrar al lugar, juntos nos sonreímos como despedida y nos separamos después de saludarnos.
Tenía días en que no entendía lo que decía, pero llevaba en automático sonreír o reír de manera en que parezca que entendía y siempre funcionaba. Camine entre las personas chocando con algunas de ellas en lo que buscaba a alguien con quien poder pasar la noche y como suele ser, con tan solo una sonrisita y un par de versos era fácil encontrarlo.
Acostumbraba ir a fiestas donde las luces estaban prendidas y en todas ellas jamás podías hacer algo o porque todos te veían o el mismo encargo te veía la cara de nene para sacarte enseguida, además en la mayoría las canciones siempre se oía en bucle y no llegabas a disfrutar del todo, porque en vez de parecer una fiesta parecía una junta familiar. Pero desde hace más de un año conocí los boliches verdaderos gracias a Nico que sabia como manipular sus palabras para hacernos entrar a todos ellos y eso lo volvía divertido, no había manera de salir si no fuera por él.
Durante un momento charle con una chica bastante linda, tenía unos lindos ojos celeste y en ellos destacaban el gran color rojo, parecía haber estado fumando hace rato y su olor repugnante la delataba, pero como era linda debía dejarlo pasar para conseguir lo que buscaba. Mire sus labios tanto como pude y estando a punto de cumplir mi objetivo, mi atención ya no estaba sobre ella.
A unos metros mío pude ver lo que era una escena bastante inapropiada ante mis ojos, solté el aire que contenía sin tener idea de lo que estaba pasando por dentro de mi cabeza e intente dejarlo pasar y suspire cuanto más pude ignorando lo que se encontraba detrás de la hermosa rubia que tenía frente mío, deje llevar mis manos por su cuerpo en lo que mis labios saboreaban los suyos tratando de olvidar.
Tras pasar las horas ya no podía divertirme sin dejar de ver sus movimientos. Ni la bebida, ni los cigarrillos podían sacarme la furia que llevaba en mí. Tomaba de mi bebida en lo que observaba dentro de la gente como sus manos pasaban lentamente por sus muslos y sus labios besaban, me aferre al vaso conteniendo mis ganas de correr hacía ellos y acabar con su espectáculo.
