Capítulo 5, café y arte

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Era un poco obvio que iba a tener una cita con Aria ese día. Había buscado mi outfit menos básico en mi armario para no lucir como un hombre descuidado junto a una chica tan preciosa y junto a eso decidí agregar mis aretes más bonitos.

Estaba bastante nervioso, para ser honesto, Isla me había dicho, de una manera muy delicada, que tal vez a Aria le había aburrido un poco la idea de no hacer nada además de comer, así que con la idea de Joon las cosas deberían salir mejor, pues podríamos pintar juntos y platicar sobre arte o algo por el estilo.

Llegué un poco antes, consejo de Ami, para ver el lugar donde íbamos a estar y revisar si el menú tenía una opción amigable para personas con alergias o intolerancia a la lactosa, porque a la mala había tenido que comprender que esas eran variables que podían determinar el éxito o error en una cita.

Mientras esperaba a la maravillosa chica que sería mi cita, me dediqué a observar las obras de arte que otros clientes habían realizado, al parecer la cafetería se quedaba con las más bonitas y las que tenían un encanto peculiar, esas que parecían transmitirte la historia detrás de la persona sin necesidad de decírtelo. Como desnudar su alma sobre el lienzo.

Durante mi ensoñación inmersa en las pinturas, Aria llegó, llevaba un hermoso vestido rosa claro, con un estampado de flores blancas, se había puesto tacones blancos y había decorado su cabello con unos ganchitos blancos que la hacían ver más bonita de lo que ya era. Me sentí tonto, pero a los pocos segundos reaccioné y me acerqué junto a ella para empezar nuestra cita.

- no sabía que te gustaban estas cosas -bromeó y yo negué con la cabeza sintiéndome apenado

- me parece un lugar agradable para platicar y pasar el tiempo -dije y ella asintió

Ambos nos sentamos juntos frente a unos caballetes, entre ambos había una mesita que, según lo explicado por la camarera, era donde colocarían nuestras bebidas, mientras que disponíamos de delantales para no ensuciar nuestra ropa en una esquina cercana y en cuanto decidiéramos la pintura, podíamos elegir el lienzo y los materiales que necesitaríamos.

De cierto modo, eso me emocionó. Aria y yo fuimos por nuestros delantales y ella escogió un lienzo con números guía y yo uno vacío, tomamos nuestros materiales y regresamos a nuestros caballetes.

- ¿qué pedirás? -pregunté y ella miró de reojo el menú

- no lo sé ¿qué pedirás tú? -preguntó

- creo que un mocaccino con leche de almendras

- ¿de almendras? -preguntó curiosa- pero si la otra vez tomamos latte en leche entera ¿te hace daño Yoon Gi?

La verdad es que no, era un pequeño hábito que había adaptado con mi amistad con Michael e Isla, puesto que Michael odiaba el sabor de la leche normal e Isla tenía una extraña circunstancia en la que si bebía leche vomitaba y si comía queso no le pasaba absolutamente nada, frente a eso, Ami y yo habíamos aprendido a vivir con el dulce sabor de la leche de almendras y tener cuidado con lo que comprábamos para las ocasiones en que nos reuníamos.

- solo me agrada su sabor -respondí simple y ella asintió extrañada- ¿qué pedirás? -cambié el tema

- supongo que lo mismo que tú -dijo

- hm, pero hay muchas bebidas interesantes en la carta -dije- ¿segura que te quieres conformar con un simple mocaccino? -pregunté y ella asintió sin darle mucha importancia

- quiero probar lo mismo que tú -comentó

Admito que fue tonto, pero mi sistema entero se alteró al escucharla decir eso, me emocionó la idea de que Aria demostrara un poco de interés en mis gustos y eso, viéndolo en retrospectiva, solo me hace notar que había bajado la vara demasiado después de que tantos ligues me dejaran porque sí. Sí que da pena ponerme en ese lugar otra vez.

El club de los corazones rotos® || MYGWhere stories live. Discover now