Capítulo 18, solo te veo a ti

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Intenté gritar

Pero mi cabeza estaba bajo el agua

Me llamaron débil

Como si no fuera hija de alguien

1 de noviembre...

Isla y yo dormimos juntos en mi cama, la noche anterior la cargué hasta mi habitación y la cubrí con mis cobijas, la veía tan tranquila y yo estaba tan cansado que me acosté dándole la espalda y me dormí.

En la mañana la escuché abrir la cortina y sentí como todo el peso de su cuerpo se movió. Abrí los ojos y la miré sentada junto a la ventana, se veía tranquila mirando el paisaje y mi corazón no hacía más que llenarse de alegría por ver la serenidad que la llenaba esa mañana.

Me miró- lo siento ¿te desperté? -preguntó con suavidad y yo negué con la cabeza acomodándome

- siempre despierto a esta hora -dije y ella asintió con una pequeña sonrisa

- ¿dormiste bien? -pregunté y ella asintió- no pateas, Ami es una mentirosa -dije y la vi reír divertida

Me senté frente a ella y ella me miró, empecé a estirarme y sentí como me analizaba con la mirada.

- gatito -la miré, noté que estaba dudosa respecto a lo que quería decirme, pero era evidente que quería hacerlo- tengo... tengo que decirte algo -soltó y yo asentí- no sé -rio nerviosa- no sé por dónde empezar

Tenía una idea de lo que ella quería decirme- ¿es algo complicado? -pregunté y ella asintió con la cabeza- entonces espera un momento -dije

Me levanté de mi cama y fui a la cocina por galletas oreo y agua, tomé una caja de papel higiénico y llevé todo a mi cuarto, dejé todo en la mesita de noche y volví a sentarme frente a Isla quien me miraba con una extrema curiosidad.

- galletas para subirte el ánimo, papel por si lloras, agua por si quieres hidratarte y tu gatito por si necesitas un abrazo -me señalé y noté como ella sonrió con cariño

Isla suspiró y empezó a jugar con los borde de mi camiseta- ¿sabías que Michael tenía una hermana?

No me había equivocado- una que se llevaba bien contigo y por eso se conocieron Michael y tú -dije y ella asintió con una sonrisa

- éramos muy buenas amigas -aclaró- un día ella y yo terminamos clases, era un día caluroso -miró hacia la ventana- el sol parecía que nos derretía y nosotras decidimos no tomar nuestro recorrido para buscar helados, yo quería uno de limón y ella uno de pistacho, su favorito era el de pistacho

Como el de Michael.

- fuimos muy tontas -rio con lástima- caminamos muy lejos de nuestro colegio y de nuestras casas por un simple helado y cuando lo pagamos y lo probamos todo se volvió negro

Miraba a Isla con atención mientras contaba su historia, ella no me miraba a mí, miraba la ventana y su hábito empezaba a asomarse, por lo que, entrelacé sus dedos con los míos, no quería que esto doliera más de lo que dolía recordarlo.

- cuando abrí los ojos todo estaba oscuro -dijo y tragó- no veía nada, solo escuchaba los gritos de Lili, después una luz horrible que me quemaba los ojos y solo sentía golpes -Isla dejó de hablar por un momento mientras miraba la ventana, me miró a mí y después miró nuestras manos entrelazadas, yo empecé a acariciar el dorso de su mano con mi pulgar y ella suspiró- todos los días eran iguales, sacaban a Lili de la habitación oscura y cuando sangraba me sacaban a mí, no tengo noción del tiempo, solo sé que un día se descuidaron y nos sacaron a las dos al mismo tiempo -Isla apoyó su frente en mi pecho y con mi mano libre empecé a acariciar su cabello, sabía que era algo difícil, pero si ella me lo quería contar, yo la iba a escuchar- escapé por una puerta de perro, vi la luz por primera vez y quemaba mis ojos, empecé a correr en cuanto mis piernas me respondieron pero me alcanzó uno de ellos y

El club de los corazones rotos® || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora