Capítulo 25, la pizza de agosto

2 2 0
                                    

"Alerta de pizza nostálgica"

Fue lo primero que vi en el celular de Isla después de apagar su alarma. Regresé el aparato a mi mesita de noche y me di vuelta para abrazar a mi novia, quien dormía plácidamente cerca de mi cuerpo.

"tal vez imaginé el mensaje" pensé y volví a dejarme vencer por el sueño, la comodidad y el calor del cuerpo de Isla junto al mío.


" Besos, otra vez esos divinos besos me eran mi verdugo.

Sus labios y los míos encajaban con tanta perfección que me ardía, quemaba cada centímetro de mi fogosa piel que solo buscaba más atención suya. Sus dedos rozaban mis mejillas en un intento de mantenerme cerca siempre y las mía paseaban curiosas por la longitud de su cabello castaño.

- te amo -murmuró

- yo te amo a ti -murmuré y besé su frente

Ese era nuestro alto, nuestro momento para observar el desastre que habíamos causado en el otro, pero también era nuestro momento para regresar a la realidad. Esa realidad en que la noche se había adueñado de todo y las estrellas eran testigo de nuestro cariño eterno.

Miré la ciudad por la ventana, toda teñida de negro, tan divina con sus resplandecientes destellos de luz artificial, que parecía buscar hacer juego con el estrellado cielo.

Ella entrelazó nuestros dedos y el tacto se sintió dulce para mi corazón.

La observé con cuidado, estudiando a detalle cómo su cabello resbalaba por su rostro, la manera en que sus pecas salpicaba coquetas bajos sus ojos, esos que estaban resguardados por unas enormes pestañas que de un tiempo al presente siempre mantenía rizadas.

- no me gusta la gente ¿sabías eso? -soltó y yo asentí con lentitud

- te gusta ser ermitaña -completé

- pero ya no siento que odio a la gente -murmuró

- ¿no? -la miré curioso

- desde lo que me pasó, siempre tuve la paranoia de que todas las personas querían hacerme daño -dijo- pero apareciste -me miró y yo le dediqué una sonrisa- ustedes tres me han ayudado muchísimo a superar mis miedos, no creo que esté curada, pero un paso grande si di y se los debo a ustedes

- ¿cuál fue ese paso?

- abrirme a amar a alguien -dijo para después besar mi mejilla "


Sentí como vagamente el sueño se alejaba de mí, empecé a percatarme de rayos de luz que chocaban cerca de mí y con ello, me obligué a abrir los ojos.

- disculpa ¿te desperté? -preguntó Isla mirándome y yo negué sonriéndole

Ella estaba mirando la ciudad desde la ventana y había movido un poco las cortinas para tener una mejor imagen de todo.

- ¿dormiste bien? -pregunté después de bostezar y estirarme

- siempre que duermo contigo tengo sueños y no pesadillas -dijo divertida

- que bien, deberías venir más seguido -dije incorporándome en la cama y besando su mejilla a manera de saludo

Sabía que a ella le gustaban los paisajes, a mí también me gustaban demasiado y por eso habían ocasiones en que me visitaba y mirábamos la ciudad juntos, con música de fondo, con sanduches, con besos, incluso con cervezas, pero procurábamos que siempre fuera tiempo para los dos.

El club de los corazones rotos® || MYGWhere stories live. Discover now