Capítulo 15, la pizza de octubre

4 2 0
                                    

Un día entre semana.

Tirado en mi cama, pensando en qué diablos iba a hacer.

El tiempo había volado desde que Isla y yo nos besamos, había pasado todo un mes. Nos seguíamos evitando, pero en mi mente rondaban tres cosas.

Sus besos.

Lo enamorado que estaba.

Su ausencia en mi vida.

Ninguna de las tres cosas parecía relacionarse entre sí, pero me afectaban como no tenía idea.

Ese día habían cancelado mi clase de la tarde porque mi profesor se había enfermado y yo fui directo a casa para hacer algo que no había hecho hace demasiado tiempo. Tirarme en mi cama a escuchar la playlist que Isla siempre ponía y sentirme miserable en el transcurso de cada canción, la de ese instante era "Es Que Yo Te Quiero A Ti" igual que con las otras canciones de Isla, no comprendía en su totalidad la letra, pero el ritmo me obligó a buscar traducciones para sentirme más miserable, si es que eso era posible.

Ahora sabía un poco sobre el pasado de Isla, sabía que yo le había gustado a ella primero, pero nunca hizo nada. Sabía que, aunque yo no la veía como mujer ella sí me veía como un hombre, uno que tal vez nunca la notaría y eso me hacía sentir torpe.

Tal vez por eso Isla me dejó besarla, quizás esa era la razón por la que en mi carro me pidió que la besara.

Sus ojos marrones.

Su cabello.

Su piel canela.

Cómo extrañaba que esos bellos ojos me miraran con inocencia, que se entrecerraran cuando sus labios se curvaban para formar una sonrisa, que me dedicaran una galaxia entera que era la más bella y pura que mis ojos alguna vez hubieran visto. Extrañaba el olor a chocolate de su cabello cada vez que me abrazaba, la manera en que siempre lo recogía en un peinado diferente de acuerdo con su humor del día y el tiempo que tenía por la mañana. Extrañaba esa electrizante sensación que corría por mi cuerpo cada vez que su piel rozaba con la mía.

Mi Isla era magnética y yo solo me estaba dejando llevar por lo que mi corazón parecía siempre haber estado sintiendo.

Su sonrisa.

Sus abrazos.

Que me llamara gatito.

Apenas hace unos días, cuando conversaba con Nam Joon y con Michael, ambos se habían percatado que Isla no era un gusto momentáneo. Nam Joon dijo que siempre me vio interesado, pero que nunca me tomó en serio por lento. Michael dijo que tenía el sueño de que algún día me diera cuenta en la insana atención que le ponía a Isla. Lo negué todo hasta que empezaron a hacerme preguntas.

" - ¿cuál es su artista favorito?

- no tiene uno

- ¿cuál es su color favorito?

- el morado, pero no tiene suficiente ropa morada

- ¿por qué usa delineados?

- la hace sentirse más poderosa, pero cuando se siente dulce y suave solo se riza las pestañas

- ¿qué hace si se siente mal?

- me llama, mira Bluey o abraza a Laika con Gorillaz de fondo

- ¿por qué sabes todo eso? – "

Porque le prestaba demasiada atención.

Nunca supe por qué Aria decidió estudiar psicología clínica, pero sabía que Isla había escogido la carrera porque adoraba encontrar una solución a los problemas de los demás. No sabía por qué Ami comía los vegetales antes que la carne, pero sabía que Isla siempre probaba todo lo que había en su plato y luego empezaba a comer en orden desde el que menos le gustaba, hasta el que más le gustaba, siempre acompañándolo con su hábito de "echarle sal imaginaria a la comida". Incluso eso, no sabía los hábitos de nadie más, solo los de ella.

El club de los corazones rotos® || MYGOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz